Fin de semana sin

Que noticia ¿no? después de no sé cuantos fines de semana en los que me ponía un dorsal por "algo" este tocó que no.
Primero porque el sábado estaba invitado a la boda de una amiga ( otra que cae, manías que tiene la gente de casarse :-))
Cada vez que voy a una me marcho más convencido de que a mi no me pillan en una de esas juas juas... o a lo mejor si pero más friki, como me decían ayer, si te casas seguro que en vez de traje hay que ponerse un dorsal y venir en pantalón corto.
mmm... ¡molaría! ahora solo me queda encontrar una novia a la que le guste la idea jajaja
Os dejo una foto, de momento la única que tengo que salgo decente. Espero que a Montse no le importe :-D


Esto ha sido la parte de cal, la de arena es que casi con toda probabilidad no pueda correr la maratón de Penedos. Cosa de meigas, muñeco vudú, mal karma o desajuste yin-yan... ¡ sabe Dios! El caso es que desde el otro día no puedo apenas caminar sin ver las estrellas :-(
Sin un motivo muy claro mi pie izquierdo se ha decretado en rebeldía (la última vez que corrí fue el martes y acabé sin ningún tipo de molestias, el miércoles fui al gimnasio y sin molestias, el jueves fui a la piscina y todo normal hasta llegar la tarde, levantarme de la silla, dar un paso y desde entonces)
Llevo todos estos días a base de hielo y pomada sin experimentar mejoría así que no soy muy optimista. Esta semana intentaré ir al fisio aunque tengo un curso fuera y no sé si podré ir.
En fin, que le vamos hacer, es una decepción porque era uno de los objetivos del año y ya tenía todo el entrenamiento hecho (además no es la primera vez que me ocurre) pero visto por otro lado nadie me quita lo que he disfrutado este verano corriendo por el monte. Y para muestra un botón :-D

Welcome to my kingdom

Hacia la cima del cielo (o también como cargarse un monte abriendo una pista forestal sin sentido)

Salta, salta conmigo...

Ahora sólo queda intentar recuperarlo lo antes posible y pensar en nuevos retos o la nueva temporada. Hace unos años estaría que me subiría por las paredes pero el tiempo me ha vuelto más estoico (aunque me cuesta ¿eh?), si es que con lloriquear no se arregla nada, siempre hay que mirar hacia delante. Vivir el deporte es un privilegio, tener una pasión es un tesoro del que no todo el mundo goza. No lo olvidéis.

¡Hasta la próxima!