lunes, 28 de julio de 2014

I Travesía a nado Isla de Tambo

Otra vez por aquí. La semana pasada al final nos quedamos sin travesía en Bueu por culpa del mal tiempo, se aplazó para septiembre así que trastocó un poco mis planes. A cambio le pude quitar las telarañas a la bici, aún a costa de que me pillaran un par de chaparrones disfruté de la salida, así que no hay mal que por bien no venga.
Este domingo, por el contrario, el buen tiempo estaba garantizado (bueno, o casi, que apareció una invitada de última hora, la niebla) y tocaba volver a enfundarse el neopreno para una nueva aventura acuática. En esta ocasión me iba enfrentar a la distancia más larga que nunca había nadado: 5 Km, que no son muchos pero para una tortuguilla del agua como yo si que lo son. Todo un desafío y más con lo mal que estoy nadando en aguas abiertas este año. Pero bueno, enfrentarse a lo que se nos da mal es lo que nos hace crecer ¿no? y además, pese a todo, me encanta nadar.


Y eso, hasta Combarro me fui el domingo. Travesía nueva en el calendario pero organizada por los catalanes de Neda el Món que tienen bastante experiencia en estos eventos. Dos distancias a escoger, 3,5 Km o 5 Km, ambos recorridos semejantes, sólo que el largo rodeaba la Isla de Tambo y el corto no.

En principio este era el recorrido previsto pero en la práctica se modificó un poco, a la playa se iba de forma opcional tras rodear la isla en sentido antihorario.


La Isla de Tambo es un enclave interesante, hasta hace muy poco era de uso militar y no dejaban ni acercarse a ella así que ya se imaginaba en ella uno un proyecto de esos ultrasecretos o mismo algo así como la Isla de Dr. Moreau :-)) Hay unas casitas, un embarcadero que se ve desde la costa, terreno fácil para dejar volar la imaginación para alguien muy aficionado a los cómics y a los libros de aventuras. Lo que si es cierto es que hubo un polvorín de la armada y antes una leprosería, y mucho antes un monasterio que fue destruido por Drake, el pirata.
Así que, aunque la inscripción fuese un poco cara conforme a lo que se estila por aquí, me parecía muy atractiva y me apunté. Al final no fuimos mucha gente pero se estaba bien, algunos amigos como Floro, André, Khene, Sara que hacía la de 3500... buen ambiente.

Al fondo, preparando todo

Cuando llegué a la mañana había algo de niebla cubriendo la Ría y la isla a unos 1500 metros de la costa ni siquiera se divisaba. Era de esperar que conforme transcurriera la mañana fuese abriendo pero tardó lo suyo. A las 11 de la mañana, que era la hora prevista para salir, la isla ya se veía pero aún quedaba algo de niebla. Al final decidieron aplazar la salida 20' cosa que respeto por lo relativo a la seguridad, aunque en peores condiciones hemos nadado, y yo personalmente no lo veía peligroso. Lo que ya en mi opinión fue un fallo  fue comunicar el aplazamiento cuando estábamos en la línea de salida embutidos en el neopreno pero bueno...

El grupo de los 5 Km

Con lo de la espera me saqué la parte de arriba porque se asaba uno y luego cuando tocó salir de verdad me lo volví colocar de forma un tanto apresurada. Total que me quedó mal puesto y a las pocas brazadas ya notaba que me entraba mucha agua. 

De pie, prisas ¿para qué?

Este año ya se ve que cuando no es una cosa es otra. No sé si afectará mucho al nado o no pero notar que se te cuela agua por todos los sitios es cuando menos bastante incómodo.
Al menos decían que en la playa de Tambo tenían un avituallamiento así que por lo menos podría salir y colocarlo bien. La mala noticia es que antes había que nadar 3500 m.



De salida había 2 boyas hasta la isla que facilitaban bastante la orientación. Este tramo creo que lo hice bastante bien, encontré un ritmo cómodo, iba con la referencia de Floro justo al lado y más gente alrededor. Como nadábamos poca gente, tenía miedo a quedarme atrás a la primera de cambio pero no.
Despues de la segunda boya había que dirigirse cara a la isla. Íbamos un grupo de 3, un nadador que perdió el gorro de la organización (a partir de ahora lo llamaré "gorro azul") y un chico que nadaba sin neopreno (que valiente) En la mayor parte de la travesía el agua no estaba muy fría, en torno a 18º pero la distancia también era muy larga.
"Gorro azul" seguí una trayectoria más abierta pero yo quise ir más pegado a la isla así que me fui solo. La travesía no era competitiva y a mí además de nadar también me apetecía ver Tambo. Aquí la mar ya estaba un poquito más agitada, poquita cosa pero estaba subiendo la marea y era un poquito más difícil nadar. Por otro lado el neopreno ya me empezaba a resultarme superincómodo con toda el agua que estaba entrando y para acabar de rematarlo , a pesar de llevar una lycra interior con cuello alto y gel anti-fricción, me estaba rozando el cuello.



Lo positivo, que la travesía era realmente bonita. Me gusta nadar por sitios donde se ve el fondo, ver peces, algas y cositas así. Realmente muy bonito. Y también ir viendo Tambo estaba muy chulo. Me iba montando mis películas en plan fuga de Alcatraz.



Poquito a poco fui rodeando la isla. hubo un momento que pillé una zona de agua muy fría y lo pasé un poquito mal, como me seguía entrando por todos lados, pero bueno me iba entreteniendo con  mis pensamientos y la verdad es que la travesía en el plano físico se me hizo de lo más llevadero, hasta diría que corta. Muy bonita la zona del faro.



La vista del muelle ya me hizo saber que la playa estaba al otro lado y por tanto no quedaba nada para el avituallamiento. No era obligatorio parar, ni siquiera dirigirse a la playa, había una boya  y podías tirar directamente a la línea de llegada pero en mi caso si que era parada obligatoria, además quería poner el pie en Tambo, ya que había oportunidad.
Y eso, me dirigí a la playa. Cuando puse pie a tierra aún había gente, otros nadadores, así que al menos me dije que no iba tan descolgado. Lo primero que hice fue poner bien el neopreno, hasta me di cuenta de que estaba nadando con el velcro desabrochado, así no me extraña que me entrara tanta agua. Luego fui a beber y comer algo.
El chico muy amable, me preguntó que tal y eso, y le respondí que la travesía me estaba pareciendo muy bonita. Bebí un par de vasos de isotónica y me comí un par de plátanos. Estaba algo destemplado y me puse un rato al sol, en la isla se estaba bien. Vi como se acercaban un grupo de 3 nadadores entre los que reconocí a Khene porque llevaba la boya y los esperé.  Los otros 2 serían "gorro azul" y el chico que nadaba a pelo que llegó con una buena tiritona. Estuve hablando un ratito con Khene. Alguien le preguntó al del avituallamiento que tiempo llevábamos y le contestó que hora y media. Vaya, no sé cuanto tiempo llevaba en el avituallamiento pero se estaba haciendo un poco tarde. Me fui al agua con Khene y "gorro azul" aunque luego a Khene lo llamaron porque lo querían grabar así que seguí yo solo con el otro nadador. Ahora llevaba el neopreno bien puesto ¡que difrencia! así ya se disfruta.
Peeero... si arreglo una cosa la cago con otra. Pues no sé como hice porque la travesía no tenía mucha dificultad pero me confundí con unas boyas y me desvié totalmente de la ruta.
Si, vale, luego me di cuenta, pero ya me cabreó. Furi, como en tu próxima vida te toque ser ballena acabas varando fijo.
Me di cuenta y ya no tuve problemas para orientarme. Luego además aparecieron los voluntarios de los kayaks (a boas horas) y nada, hasta la llegada sin problema.
Pie a tierra, venía otro nadador y ya pisamos la alfombrilla juntos. No íbamos ponernos a esprintar ahora ¿no?
El tiempo lo de menos, si lo pienso sonrojante: 2h04', que daría un ritmo de 2'30" el 100 que es más o menos el que me sale en piscina cuando suelto a espalda jijiji pero bueno, tampoco sé el tiempo que estuve en la isla y no tiene mayor importancia. O sí, pero como no le veo soluciones... pues mejor no darle vueltas, creo que este año al final engancharé una buena travesía porque no es muy normal.
De todas formas el reto fue superado sin problemas, muy entero y salvo por lo relatado del neopreno que hizo que no nadara muy cómodo el resto muy bien, de nuevo comunión con el mar, es difícil de explicar pero entre las olas uno acaba sintiendo mucha paz interior. La travesía muy bonita, para repetir.

Tiempos completos 5000 m y 3500 m.

miércoles, 16 de julio de 2014

Travesía a nado Concello de Baiona y Travesía a nado Costa Serena

Como comentaba en mi entrada anterior, llegados a estas alturas de temporada tocaba cambiar de chip, aparcar por un tiempo las zapatillas y descolgar de la percha el neopreno. Comenzaba mi temporada de travesías a nado y además lo hacía por partida doble.
Para entrar en calor el viernes nadaba la travesía a nado de Baiona, este año con una nueva distancia y recorrido. Ya el año pasado estuviera bien. Este año te daban la opción de nadar 900 m o 2000 permitiéndose el traje de neopreno.
Anunciaban el agua a 15º aunque luego resultó estar más caliente, sobre 17º al menos creo yo. A mí lo único que no me gusta de nadar en aguas abiertas es el frío, o más que que no me guste, es que mi cuerpo no lo aguanta. Con neopreno no hay problema así que me fui de cabeza a la de 2000 m. 


El recorrido para nosotros comenzaba en la playa de A Ribeira  y acababa en la de Santa Marta así que despues de recoger el gorro y demás en la zona de meta me fui dando un paseo hasta la salida. 
Allí luego ya me encontré con gente conocida, había buen nivel entre los nadadores con algún triatleta destacado entre ellos. También me encontré con Iria con la que estuve esperando hasta que dieran la salida. Antes hubo tiempo de sobra a probar el agua. Nadé un ratillo sin neopreno, no estaba demasiado fría, para ver que tal me iban las gafas nuevas. 
Lo peor fue la espera posterior, ya en el cajón de salida, de pie y con el neopreno puesto, con el calor que hacía. De todas formas a mí lo que más me molestaba era el gorro.
La organización estuvo moviendo algunas barcas antes de empezar la travesía. Luego por fin nos dejó salir, un alivio.


Aunque había visto el plano del recorrido cuando empecé a nadar no sabía muy bien lo que había que hacer, no escuché muy bien la explicación sobre las boyas y lo único que se me ocurría era seguir a la gente que malo sería ¿no?


Si sabía que había que ir hasta una primera boya que se dejaba a mano izquierda pero como no se podía ver desde la salida tampoco me aclaraba mucho.
Comencé a nadar relajado y sin recibir golpes en medio de un grupo de gente, reconocía a Iria a mi derecha. Hasta la primera boya fuimos prácticamente juntos pero yo iba pies de un grupo de nadadores que se saltó la boya y cuando me di cuenta tuve que corregir el rumbo para pasarla por el lado que era.


A partir de la primera boya si que ya no sabía a donde había que dirigirse. Levantando la cabeza divisaba una larga fila de gorros amarillos así que hacia ellos me encaminaba. Encontré a un grupo de 4 o 5 nadadores y me uní a ellos. El ritmo me parecía algo lento, nadando me cuesta ir más lento de lo que sería capaz, es como si no tuviera ritmos, pero como no tenía ni idea a donde había que ir preferí ir con ellos. Ya de perderse mejor acompañado.
La siguiente boya a la que había que ir la verdad es que era muy pequeña y además era azul. A pesar de la bandera que tenía apenas se podía ver desde el agua. Por suerte el que guiaba el grupo lo hizo bien y llegamos a la boya.


A todo esto soplaba algo de viento y a estas alturas de la travesía había algo de oleaje. Bastante ligero pero un poquito. No sé si fue por eso porque tan pronto doblé la boya perdí de vista a todo el grupo que iba conmigo.
Pues estamos buenos... porque ahora tampoco sé a donde ir. Bueno, sí, a la playa, pero no lo veía demasiado claro. No sé si por mi miopía pero la costa parecía toda muy borrosa. Confundía la playa de Ladeira con la de Santa Marta y no acababa de encontrar un referencia. Levantando otra vez la cabeza sólo vi a un nadador por delante de mí. Me parecía raro que desapareciera la larga fila que apenas divisara minutos antes pero bueno, algo era algo. Me decidí a seguirle.
No sé si fuimos en línea muy recta. Al irnos acercando ya empecé a ver las cosas más claras. Había un barco también cerca que supongo que nos estaba guiando.
Este último tramo hasta tierra se me hizo muy largo y hasta no muy lejos de la playa tropecé con unas cuerdas que había por allí pero bueno, lo importante es que al final llegué a donde tenía que llegar.
Pie a tierra y subí andando hasta donde tomaban los tiempos y números de gorro. A estas alturas me resultaría un poco ridículo correr si seguro que era de los últimos.
Al final 90º de 127, podía ser peor. Hubo mucha gente que se desorientó. El tiempo bastante malo 44'16". Lo mejor, que disfruté mucho nadando, salvo el tramito final que me agobiaba un poco nadar sin saber a donde iba el resto fantástico, disfrutando del mar, viendo reflejos de pececillos por debajo de mí, disfrutando de las olas y de la buena temperatura del agua.

Clasificaciones (completas aquí)
2000 m 
Masculina
1º Francisco Covelo  26:50
2º Marcos Domínguez  28:49
3º Antonio Serrat  29:04

Femenina
1ª Esther Valiño  29:47
2ª Ruth Pérez  31:22
3ª María Martínez  31:53

Fotos: BaionaTV,

El post-travesía fue estupendo también, nos invitaban a bocata caliente de chorizo y una caña. Vamos, mejor imposible. 
Muy recomendable la travesía, como crítica constructiva sólo eché en falta que las boyas fueran más grandes o que hubiera más embarcaciones para guiar, con unos cuantos kayaks o así sería perfecto.

Momento 'Kit-Kat'

Decir también que tras la travesía me encontré con Aida Valiño que poco a poco se va recuperando del grave accidente, en poco seguro que la volvemos a ver dando caña, es una campeona.

Esto fue el viernes por la tarde. El domingo tenía otra cita con el mar, muy cerquita de allí pero con el doble de kilómetros a recorrer. Tras la ausencia del pasado año regresaba al calendario la travesía a nado de la Costa Serena, una de las más chulas. 
Aunque la mejor para mí fue la edición del primer año con salida en Baiona y meta en Nigrán el recorrido actual con ida hasta el faro tampoco está mal.
4 Km de circuito con el agua a una temperatura algo más fresca que el viernes, en torno a los 15º. Hubo quien la nadó sin neopreno, que suerte el poder soportarlo. Yo con neopreno no pasé frío pero al final ya estaba algo destemplado, vamos que calor tampoco.


La participación fue impresionante, muchísima gente en esta travesía larga (había otra de 800 m) y el nivelazo también. No hay más que echarle un ojo a los tiempos que se marcaron los primeros, que animalitos.


Por mi parte, al igual que el viernes, iba con intención de disfrutar. Pensaba que los 4 kilómetros se me iban hacer largos así que quise salir relajado y con calma, evitando tumultos y golpes en la parte inicial.
Hasta el faro fue una plácida travesía (unos 1500 m), también había un poquito de oleaje pero no molestaba demasiado, si tal lo hacía un poco más entretenido.
Con una orientación fácil llego al faro sin problemas. Doblándolo con otros 3 nadadores y comenzamos el retorno a Playa América. Esta es la parte más complicada de la travesía en cuanto a orientación pero este año pusieron una serie de boyas intermedias con lo que en teoría no debería ser tan difícil.
En teoría... porque en la práctica lo que sucedió fue que seguí a los otros nadadores pensando que seguían la buena dirección. Avanzábamos metros y a mi ya me extrañaba no ir viendo ninguna boya. Ya empezaba a sospechar que no íbamos en la buena dirección. Y sucedió que en una de estas brazadas en la que me tocó respirar por la izquierda vi una de las boyas que estaba a tomar por c...


¡que rabia! Otra vez tropiezo en la misma piedra. Levanto la cabeza y trato de orientarme por el edificio que se ve en la costa, es lo que debía haber hecho desde el principio. Los otros siguieron, supongo que luego se darían cuenta o acabarían en Baiona jeje 
Así que al final  mi recorrido en vez de ser un triángulo acabó siendo un cuadrado. En fin... Por lo demás este tramo de la travesía era el más cómodo con el oleaje a favor.



Alcanzo la boya al final y tan sólo resta un tramo de unos 1000 metros, de muy fácil orientación por seguir las boyas de señalización de la playa pero con el viento y el oleaje prácticamente en contra.
De todas formas esta parte creo que la nadé bastante bien, al menos la sensación era de avanzar y no me sentía cansado.
A la última boya llego a la par que una chica pero justo al doblarla veo que se va hacia otro lado. Por un instante casi me paro y dudo a ver si lo que tengo yo por meta no va ser, pero luego ya veo que se da cuenta.
Últimos metros y me pongo de pie. Para mí la travesía ya se ha terminado, en esos momentos hasta me había olvidado de que era cronometrada y de que llevábamos chip. Estaba deseando quitarme el neopreno. así que en vez de ir hacia la alfombra de cronometraje me pongo a sacarme el neopreno en la playa y la camiseta de lycra que llevaba por debajo. Luego cuando vi a la chica correr me di cuenta yo también...


Anécdota. La verdad es que no miré el tiempo y hasta que vi la página de championchip a última hora de la tarde no lo supe. Ya imaginaba que no podía ser bueno así que tampoco tenía mucho interés. Prefería quedarme con las sensaciones. Lo importante es que disfruté mucho de la natación, como hacía ya tiempo. 
Dicen que a veces hay que perderse para volverse a encontrar. Yo me lo tomé al pie de la letra jeje
Pero recordé por qué me gusta el deporte en espacios abiertos, la sensación de ser pequeño frente a una naturaleza que te sobrepasa, y en particular nadar en el mar, el sentirse mecido por la olas, el olor a sal, los puntitos brillantes que veía a veces por debajo de mí, pequeños bancos de peces. Necesitaba volver a sentir esa sensación instintiva de unidad con lo que me rodea. 
Competir es divertido, entrenar duro y superarse a uno mismo es un camino que te permite mantener la motivación y forjar el carácter, pero realmente lo que me llena es vivir esos momentos de comunión vital, la vida elevada a su máxima expresión. También en el deporte.
Vivimos en la era del postureo, de las redes sociales convertidas en juez y parte de nuestras vidas, del 'selfie' y del 'comomoloyquebienmelomonto'. Buscamos la aprobación externa, los 'megusta', RT y demás. Somos así, todos tenemos nuestro ego y pocos se librarán/emos de haber 'pecado' alguna vez pero al final las cosas que más merecen la pena son tan simples y profundas que no llaman nada la atención. Así que si ahora digo que me sentí muy feliz pese a acabar en un discreto 210º puesto de 243 que acabaron, con un mal tiempo de 1h31'22" supongo que pocos me entenderán. No es algo de lo que pueda presumir pero dejémoslo así :-)

Clasificaciones (completas aquí)
4000 m
Masculina
1º Vicente Trewhela  47:59
2º Diego Paz  48:04
3º Hugo Alberto Ribeiro 48:11

Femenina
1ª Soraia Ribeiro 52:20
2ª Natasha Faría 57:51
3ª Bogna Mazur 1:03:05


Al igual que el viernes el post-travesía estuvo genial. Muy buena organización. Platillo de arroz para los participantes (aunque no me tocara ningún mejillón) y vale para un helado que me zampé junto a mi amiga Sara Castillo mientras asistíamos al sorteo de diverso material y echábamos unas risas con las cosas del speaker. Al final no nos tocó el traje de "neopremio", lástima. Pero lo mejor de todo fue el paquete de rosquillas Cristaleiro ¡¡Me encantan!! :-D ya sólo por eso nado 4000 metros o lo que haga falta


miércoles, 9 de julio de 2014

XXXI Carreira Popular de Leiro

Tocaba cerrar la temporada de atletismo y lo hice en el mismo lugar donde corrí mi primera carrera popular. La de Leiro siempre fue como la competición de casa, ahora ya hay otras carreras en O Ribeiro pero hace unos años era prácticamente la única (la San silvestre de Castrelo también ya lleva algunos años aunque menos) y además siempre congregó a participantes de mucho nivel. En Leiro ya corrieron medallistas olímpicos, atletas y triatletas internacionales, campeones del mundo, etc. Esto en una localidad tan pequeña es una pasada.
Hubo algunos años que me la perdí, alguna vez que me pilló lesionado, otras veces que me coincidió con alguna competición a la que también quería acudir pero siempre que puedo esta es de las fijas, y eso que ya no soy mucho de populares. El recorrido me gusta mucho, por conocido no deja de ser bonito. Siempre solía tener el hándicap del calor, hubo años que se corrió a más de 30º aunque no sería la tónica de esta edición. Una mañana atípica de verano, nubes, lluvia... no frío pero temperatura fresca, 16-17º. Para correr excelente.
No voy decir que no llegaba bien de forma, los resultados de las semanas pasadas están ahí, y efectivamente llegaba bien, aunque la semana en cuanto a entrenamientos no fuera gran cosa (lo mejor fue volver a hacer kayak) y en cuanto a otros rollos fuera bastante mala por no decir malísima. Pero como sobreponerse es obligatorio y si no lo haces tú no lo va hacer nadie por ti pues había que estar en la línea de salida dispuesto a dar guerra.
Ya le decía a Suso antes de la carrera que muchas ganas no tenía, no sé si era por el día pero hasta tenía sueño. Me sentía cansado. Pero una vez que empecé a trotar también comencé a sentirme mejor. Con las historias de Óscar Seoane en el calentamiento me fue apeteciendo más correr. Era la última competición de la temporada así que podía permitirme el exprimirme un poco.

Me sitúo bastante bien en la línea de salida para no sufrir el embotellamiento cuando se enlaza el paseo del río. 
Comenzamos a correr y las sensaciones son bastante buenas. Busco a mi alrededor alguna referencia y veo cerca a Javi Ortega, también al corredor del atletismo Arenteiro con el que compartí carrera el domingo pasado, así que pienso que voy bien situado. Un poco más adelante veo a Raquel Pedrosa que está un punto por encima de mi nivel, el ritmo tiene que ser bueno.




Hago la primera vuelta pequeña de algo más de 2200 m en un grupo junto a Pepe Mira y otros corredores más. 8'29", muy bien, quizás excesivamente rápido. Comenzamos la segunda vuelta.

El ritmo es bueno. Tira del grupo un corredor de camiseta azul y blanca, creo que del Beade. Me pego a él y poco a poco abrimos hueco.
Pasamos por el control cerquita del km 5 en 18'22". En el avituallamiento no consigo pillar botella ni beber pero con el día que está no hay problema.
La lluvia de la noche anterior dejó algunos charcos y algo de barro en las pistas de tierra. en general se podía correr bien pero algún tramito se hacía incómodo. Lo más complicado eran un par de curvas cerradas sobre piedra mojada que se resbalaba bastante.
Iba bastante justito para mantener el ritmo y sobre el km 7 ya no pude seguir al compañero. muy poquito a poco me había sacado de punto.


Fueron mis peores momentos de la carrera y lo pasé bastante mal. Además tenía una tropa siguiéndome detrás que me alcanzó en el último kilómetro.



Pero bueno, al final me recuperé y más o menos mantuve el tipo. 
Cruzo la línea de meta en la posición 52º con 35'57". 


Mi mejor marca en la carrera de largo, nunca antes había bajado de los 37' en Leiro. Aunque en gran parte se deba a las condiciones benignas de este año en cuanto a temperatura si es para sentirse satisfecho. Ritmo de 3'52"/Km que está realmente bien en esta carrera, un buen broche para cerrar la temporada.
Ahora toca desconectar un poco de correr y centrarse en otras cosas, empiezan las travesías y seguro que también cae algún triatlón. Para el año esperemos tener la oportunidad de seguir mejorando.

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Lolo Penas  New Balance  28:59
2º Anouar Dabab (MAR)  Unicaja 29:31
3º Carlos Costa (POR) Benavetense  29:51

Femenina
1ª Marisa Barros (POR) 31:14
2ª Saida El Medhi (MAR)  32:46
3ª Sandra Mosquera  Comesaña S.C. 34:38

Fotos: Erik, AmigosdoDeporte

martes, 1 de julio de 2014

Copa Deputación y Carreira do Corpus

Ya prácticamente para finalizar la temporada de atletismo este fin de semana doblé competición. La que me interesaba realmente era la del sábado, estaba programada una jornada de la Copa Deputación de atletismo en pista en Monterrei y era una buena oportunidad para aprovechar mi estado de forma para intentar el asalto a mi marca en los 1500 metros. Estuve tentado a correr el 1000 pero al final me decidí por los 1500 que creo que es la distancia en la que mejor voy. 
Este año sólo había corrido dos 'milquis', uno en pista cubierta en Coruña, en la carrera que me valió la chapa del gallego de veteranos, y otro al aire libre en Vigo con muy mala marca. Para hoy el objetivo estaba en rebajar los 4'49", a priori factible si nos atenemos a los últimos resultados.
Claro que siempre hay que tener en cuenta otras circunstancias, como las condiciones meteorológicas. La mañana del sábado de mañana de verano tuvo bien poco, al menos hasta las 12. A los compañeros que corrieron el 3000 les cayó pero bien. Nosotros en cambio tuvimos suerte y corrimos sin luvia, con un poquito de viento pero con unas condiciones en general bastante buenas.
13 participantes en la línea de salida, que no está nada mal, fue la prueba con más participación. Dos de ellos muy destacados; Paulino Folgar de la UCAM y Rubén Diz, el de Xinzo que corre por la Gimnástica,y luego también un buen grupo de gente más o menos pareja en cuanto a nivel. Domingo había anunciado su intención de ir a ritmo de 4'49" así que era una buena referencia y me venía genial, mi compañero Samuel con 4'54" la semana pasada también podía ser una buena guía.
Tras el pistoletazo de salida sigo mi táctica habitual, empezar tranquilo y coger la cuerda. Me fijo en la referencia de Domingo que no se me vaya mucho y por lo demás intento ir relativamente cómodo que las últimas vueltas del 1500 se hacen muy largas.
Domingo siempre suele salir rápido y me sitúo detrás. Hacemos así como 700 metros, por detrás mía marcha Santi y justo detrás Samuel.
A falta de dos vueltas Santi, que ya había corrido del 3000 pero es de estos que nacen con pilas alcalinas, (sin ir más lejos hace 15 días debutó en ironman cascándose 3h36' en el maratón) pasa a comandar el grupo. Ahí veo que es mi oportunidad y me voy tras él.
Toque de campana, última vuelta. No sé si soy yo que me fallan las fuerzas o Santi que cambia de ritmo pero se me va unos metros. Aprieto los dientes y me digo a mi mismo que ha llegado al hora de sufrir y de sacar a la luz los entrenamientos... 
No se  me va. Últimos 200 metros y sigo enganchado a su estela. En la curva no voy intentar pasar pero en la recta lo voy dar todo. Me encanta la sensación de acabar fuerte en el milqui.
Hago la recta quemando los últimos cartuchos, tiro de brazos y a punto estoy de pasarlo pero Santi se da cuenta y consigue cambiar al final. 4'42,59" para él y 4'43,14" para mí. Creo que marca personal para los dos, yo por mi parte muy satisfecho, bajar 6" en un 1500 es una mejora bastante considerable así que perfecta guinda a una gran temporada. Salvo en el 800 que me quedé a centésimas de mi marca personal he conseguido mejorar de forma bastante holgada mis registros en 1500, 3000 y 10.000 m. Lástima no haber podido correr ningún 5.000.
Aunque en el fondo todo esto no sea más que una excusa, el proceso de mejorar, esforzarte por ir un poquito más lejos y conocerse a través del esfuerzo es lo que te queda. Algunos se encuentran a sí mismos en las largas distancias, a mí me bastan un par de vueltas a una pista.

Clasificaciones 1500 masc (completas aquí)
1º Paulino Folgar  UCAM  4:02,39
2º Rubén Diz  Gimnástica Pontevedra  4:04,90
3º Yeray Gómez  Atl. Val Miñor  4:13,85

Con los deberes cumplidos al día siguiente fui correr la carrera del Corpus del circuito Correndo x Ourense. Acudí porque la inscripción para todo el circuito es conjunta y para rentabilizarla un poco ya que en principio sólo iba correr una de las carreras de las 6 que lo componen.
No le había prestado mucha atención y no fue hasta el día anterior cuando me enteré de por donde era el circuito y la distancia. Al final eran 5,6 Km repartidas en 4 vueltas por el centro centro de Ourense, calle Paseo y demás, en plenas fiestas. En principio parecía que iba estar animado.
Y efectivamente no estuvo mal, buena participación y buen ambiente, y a pesar de lo corto del circuito y de algún tramo complicado con gente que se metía por el medio, me gustó.
Durante el calentamiento no estaba con muchas ganas de correr pero luego me fui animando. Como la salida no era muy ancha y pronto se giraba procuré situarme bien hacia delante para evitar problemas. Me dan un poco de miedo estas salidas.
Como era de prever se salió muy rápido. En el descenso de Juan XXIII ya pude ver como era Saturnino el que sacaba unos metros a todo el grupo mientras se formaba por detrás un pelotón con el favorito Javi Paredes, Luis Iglesias, Óscar Ramos y mis compañeros los Espiña Bros.
Yo me quedé más atrás con la referencia de nuevo de Domingo, de Javi Ortega y de mi compañero Fon que marchaba unos metros por delante mía.
La idea inicial era salir poco más que a rodar, pero cuando te ves bastante delante, con un dorsal en el pecho y te encuentras bien de forma... acabas mandando tus planes 'al carallo'.
Total que ya en el primer paso por meta cuando vi que el reloj marcaba 5'15" me dije, ¡pero a donde vas loco!?
En la segunda quise regular un poco y bajar revoluciones, me quedé con Ortega y un grupito de corredores.



2ª vuelta ya más suave que la primera, 5'22". Bastante cómodo dentro de lo que cabe, muy fluido.


Siguiente vuelta más de lo mismo aunque perdí contacto con el grupo, primero por no subirme a las aceras y luego porque en el paso por donde la iglesia de Santa Eufemia me vi en un atasco entre gente que transitaba por la calle y unos doblados. Entre eso y que perdía ya fuelle... 5'33"
Al menos ya sólo restaba una vuelta. 


Aunque las sensaciones no eran del todo malas si me daba cuenta de que iba de más a menos. En la última vuelta nos encontramos más doblados aunque la mayor parte del recorrido el circuito era lo suficientemente ancho como para que no supusiera un problema para ninguna de las partes. Me quedé un poquito en tierra de nadie puesto que el chico del atletismo Arenteiro se me fue unos metros que no fui capaz de recuperar mientras que Ortega y demás ya iban demasiado lejos.



Más o menos fui capaz de mantener el ritmo (5'32" esta última vuelta) y entrar en meta con 21'42" en el puesto 30º. No era algo previsto pero no está nada mal, no me quejo. Sin ser algo agónico sufrí un poquito más de lo que pensaba pero es lo que tiene ponerse un dorsal. Contento.
La carrera por cierto no estuvo mal, mucha gente viendo la carrera y animando. Hasta me llamó la atención que algún vendedor de estos africanos se pusiera a animar a los que corríamos. Curioso mundo en el que acabas sintiendo más empatía por alguien culturalmente más alejado de ti que por muchos otros que están cerca. No había más que ver algunas expresiones de desprecio de quien parecía estorbarles su paseo dominical. En fin...
Por mi parte prácticamente fue último cartucho de la temporada. Para la semana tengo previsto correr en Leiro que es como la de casa y luego ya dedicarme más a la natación en el mes de Julio (es que parado no sé estar :-))

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Javier Paredes  Gimnástica Pontevedra  18:55
2º Óscar Ramos  Ourenrunning  18:57
3º Lus Iglesias  Atl. Arenteiro 19:11

Femenina
1ª Ana Ocampo  Ourenrunning  23:28
2ª Mª Ferreiro 23:54
3ª Ana María López  Triourense  24:18

Fotos: Erik Alfonso

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