domingo, 25 de mayo de 2008

Entre dos tierras...

...estás y no dejas aire que respirar... Eso lo cantaban hace algunos años los Héroes del Silencio :-D
Pero el título de hoy no viene a cuento de ningún tema musical sino de la carrera de este fin de semana que ha tenido la pecularidad de desarrollarse entre 2 tierras: Portugal y España, o lo que es lo mismo, entre las poblaciones de Monçao y Salvaterra, a un lado y otro de la frontera.
Antes de hablar de la prueba en sí quisiera hablaros un poco de Monçao. El subtítulo de mi blog es deporte y algo más, así que no todo va ser competir, ¿no? :-))
Además cuando conoces un poco más los sitios por donde pisas de alguna forma enriqueces también tus experiencias.


Monçao es otro de los pueblos de la "raia"(si os acordáis no hace mucho hablaba en un post de otro pueblo fronterizo: Melgaço) , apenas separado de España por la anchura del río Miño (o Minho en portugués). Como es habitual en esta zona a un lado y otro de la frontera, se conservan los restos de antiguas estructuras defensivas: murallas, fortalezas y todo eso. No en vano la historia de toda esta región ha estado salpicada de variopintas luchas por la posesión de estas tierras entre monarcas españoles y portugueses.



El pueblo no es tan bonito como Melgaço, a mi no me gusta tanto, lo noto más descuidado y más sucio. Aún así siempre tiene algo que ver para el que lo sepa mirar.


Esto que veis abajo en la foto es la estatua de Deu-La Deu Martins, que precisamente es una de las historias-leyendas más conocidas de esta población.


Según la tradición Deu-La Deu era la mujer del capitán de Monçao mientras la villa estaba siendo asediada por las tropas de Enrique II de Castilla (que estaba en guerra con Fernando de Portugal). Como el asedio se prolongaba en el tiempo y la comida empezaba a escasear, a la buena de la señora se le ocurrió marcarse un farol y empezar a tirar panecillos desde las murallas. El truco le salió bien porque al ver esto, los soldados castellanos creyeron que dentro de la fortaleza había mucha abundancia de víveres y, por tanto, que sería imposible la rendición por hambre con lo que levantaron el asedio.
Así, gracias a esta mujer, hoy en día se hacen unos panecillos que están muy buenos y se llaman precisamente panecillos de Deuladeu :-)

Otra de las tradiciones de la villa es la fiesta del Corpus, aquí llamada "Corpo de Deus". Esto ya tiene que ver más con la prueba atlética puesto que precisamente esta actividad estaba incluida en el programa de los festejos. Así, bajo el nombre de "10 km da Coca" tendría lugar la 1ª edición de esta carrera, peculiar por su carácter transfronterizo.
Igual a muchos os resulta extraño el nombre de "10 Km da Coca" pero no, no tiene nada que ver con las drogas (aunque para muchos de nosotros el deporte sea una , ¿no? jajaja), las únicas rayas eran las líneas de la carretera. El nombre viene de otra tradición de esta zona del Baixo Miño (también presente al otro lado de la frontera, en Redondela por ejemplo). La Coca es una especie de dragón que simboliza el mal y que, tras una encarnizada lucha, es derrotada por San Jorge. La leyenda de San Jorge y el dragón creo que es de todos conocida, así que la única pecularidad aquí es que el combate se rememora el día de Corpus.


Centrándome ya el plano estrictamente deportivo, la prueba dio también mucho de sí. Era la 1ª edición y la verdad es que no comenzó con muy buen pie. Para empezar el tiempo no acompañó, nos llovió y bastante. Luego se produjo una salida falsa (si, si, como lo leéis, ya estábamos corriendo y nos ordenaron parar y volver a la salida) Y ya por último, estuvimos esperando unos 30' bajo la línea de "partida" mojándonos y enfriándonos, al parecer porque un semaforo que habían puesto para regular el tráfico no funcionaba. En fin... el cartel ya nos lo advertía :-D


Los peor parados, los pobres scouts voluntarios que se estaban poniendo hechos una sopa y los participantes, calculo yo unas 200 personas, casi más gallegos que portugueses. En el fondo poca gente para los buenos premios en metálico que había.
Cuando por fin se arreglaron todos los problemas y se dio la salida, la verdad es que ya ni apetecía correr. Yo por lo menos me sentía totalmente frío y sin sensaciones.
El recorrido constaba de 2 vueltas de 5 km: se salía del pueblo, se cruzaba el río Miño a través del puente internacional y una vez en Salvaterra había un punto de giro para regresar a territorio portugués y entrar de nuevo a Monçao por su cara Sur.
Los primeros metros eran por adoquín bastante resbaladizo y luego ya por asfalto con una bajada prolongada hasta el puente.
Salí ya con malas sensaciones, no sé si muy rápido o no porque nunca me acabé de concentrar ni de sentir mi propio cuerpo. A los pocos Km. encontré una referencia conocida, la atleta Elena Naveiro que iba acompañada de su pareja y decidí seguirles porque más o menos suele andar por mis tiempos.
Pasé por Salvatierra sintiéndome pesado y luego ya de vuelta a Portugal había una cuesta de unos 800 m que se me hizo dura. Cuando acabé la 1ª vuelta miré de reojo mi crono y marcaba 19 y pico. Más o menos era lo esperado y aún pensaba que en la 2ª vuelta podría ir incluso un poquito más rápido.

Acabando la 1ª vuelta

Pero al final no fue así y, aunque en el 2º paso por el puente parecí recuperarme, luego no fue más que una ilusión. Me sentía bajo de respiración y de pulso pero limitado de fuerzas. Además me empezaba a molestar uno de esos músculos que a veces me da la lata, el psoas de mi pierna izquierda.
Tras el punto de giro en Salvaterra me adelantó Michel como una exhalación. No pude dejar de gritarle ¡abusón! :-) Hay que ver lo que ha mejorado, ahora ya no le gano ni corriendo.
Al poco tiempo me adelantó también Marcos, que tenía un duelo personal con Michel :-), y mientras yo, poco a poco, me iba hundiendo física y mentalmente.

En la cuesta me sentí horriblemente mal, con principio de flato y con la comida del mediodía que parecía querer volver a la boca. El coco también me falló y la recta interminable que seguía a la cuesta se me hizo eterna. La verdad es que pensaba que iba muy mal porque la sensación que me daba es de que apenas estaba corriendo.
Sin embargo, al doblar la última curva y encarar la recta adoquinada que conducía hasta meta, vi que mi reloj todavía no llegaba a los 40'. Me sorprendí yo mismo porque pensé que iba ser mucho peor así que, a pesar de que no venía nadie cerca, apreté para hacer un crono sub-40'. Al final 39'31" (75º), mucho mejor de lo que mis sensaciones indicaban y más o menos lo esperable a priori dado mi forma actual (ni muy buena ni muy mala)
Entré a meta totalmente empapado (¡otra vez!, llevamos una temporada que ya estoy hasta los "kinder".-)) y con sensaciones contradictorias, me quité el chip que espero que esta vez haya funcionado (con estos chips portugueses ya he tenido una mala experiencia) y tras recoger la bolsa con camiseta y demás me fui rápido a cambiarme.
Al final, la sensación que me quedó fue un tanto agridulce, ya que hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan mal en una carrera. Me dieron ganas de pararme aunque luego el crono fuera decente. Pero bueno, no siempre se puede estar bien y a veces también toca sufrir. De todo se aprende y siempre me gusta quedarme con el lado positivo de las cosas.
La próxima vez seguro que mejor ;-)

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Rui Silva Maratona 29:35
2º Licinio Pimentel GRU Conforlimpa 29:37
3º Manuel Pinheiro NA Joane 29:46

Femenina
1ª Fernanda Ribeiro Valencia Terra y Mar 32:12
2ª Marisa Barros Açoreana 32:47
3ª Leonor Carneiro Maratona 33:11

jueves, 22 de mayo de 2008

Cuando una Isla tiene nombre de leyenda...

... poco más se puede añadir.

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A todos mis amigos que el sábado estarán peleándose con los elementos; agua, aire, tierra...
¡Muchísima suerte!

domingo, 18 de mayo de 2008

I Carreira Festas do Couto

Semana muy "light" (incluso para mí) en cuanto a entrenamientos se refiere, apenas 2 días de gimnasio y otros 2 de piscina con muy malas sensaciones además. Vamos, que hubo un momento en el que no sabía si estaba nadando en una piscina de agua o de natillas jaja :-)
En definitiva pocas ganas de entrenar y poca motivación (el tiempo tampoco ayudaba mucho) así que casi que mejor escuchar al cuerpo y tomarse esta semana como de descarga, ya habrá tiempo de meterle caña. ¡El descanso también es entrenamiento!
Pese a todo, este sábado traía consigo un caramelo que si me resultaba apetecible. El barrio del Couto (en Ourense) estaba de fiestas y por este motivo se organizaba la primera edición de una carrera popular. La distancia era corta, en principio eran 4500 m aunque luego se le añadiría un km más, y consistía en varias vueltas a un circuito urbano. Todo tiene su encanto y de todo se aprende, aunque estas distancias no sean mis favoritas, correr estas pruebas cortas siempre te proporciona luego un poco de chispa (que no viene nada mal, sobre todo para quien no entrena con series)
Nuestra salida estaba para las 20, aunque antes había otras 2 carreras para los chavales. Luego al final, como ya es habitual, no se saldría a la hora y se acumularía un cierto retraso.
Comencé mi calentamiento a las 19:30. Tuve unas sensaciones bastante malas al principio, como de agarrotamiento, supongo que sería por llevar toda la semana sin correr. Di varias vueltas al circuito y ya vi que había una cuesta bastante dura y no iba ser muy fácil.
Unos 15' antes de la salida se puso a llover, o mejor dicho volvió a, ya que toda la tarde estuvo así que si llueve, que si para... Al final parece que la lluvia decidió ser protagonista y conforme se acercaba el momento de salir comenzó a caer con más fuerza. De todas formas, pese a la lluvia y pese a ser la primera edición aún se congregaron un número bastante aceptable de participantes, entre ellos las caras conocidas de todas las carreras, los ya conocidos como frikis del atletismo :-D. Además como era fiesta y estaba todo lleno de atracciones de feria tuvimos muchísmo público lo cual siempre es de agradecer.

La carrera despertó bastante expectación, hasta desde los balcones seguía la gente la prueba.

Con respecto a la carrera en sí, pues cuando por fin se dio la salida la verdad es que me puse a correr sin saber muy bien cuantas vueltas había que dar. En el folleto de la carrera ponía 3 pero claro cambiaron el circuito, me parece que Delmiro me había dicho antes que eran 5... o serían 4?... uff que lío, bueno yo me pongo a correr hasta que me digan que pare :-D
Los primeros metros eran favorables para correr y como los cabeza salieron lentos, al principio todo era un gran pelotón estirado. Luego enseguida se fueron haciendo grupitos. Más o menos todos nos conocíamos y sabíamos por donde nos movíamos. Yo me acoplé a uno de esos grupos si bien me daba la sensación de ir algo rápido de más. Lo que pasa es que cuando miré para atrás tampoco venía nadie cerca así que pensé que casi mejor hacer un esfuerzo para permanecer en grupo que ir solo.
Dimos la 1ª vuelta (de 1100 m?) en 4'06", ahora veo que demasiado rápido, seguro que luego me pasó factura.

El grupo en el que iba las primeras vueltas

En la 2ª se bajaría a un ritmo más sensato, 4'15", un poquitín más cómodo para mí.
En la 3ª ya empezaría a seleccionarse un poco la gente, sobre todo con la cuestita esa que hacía daño. Aunque tampoco el resto del circuito era fácil, había muchos tramos de adoquín (por suerte nada que ver con los de Melgaço jeje) que estaban muy resbaladizos por la lluvia y en los que las zapatillas no agarraban nada. Cubrimos esta 3ª vuelta algo más lenta que la anterior en 4'18"
La siguiente vuelta fue la de mi crisis (4'25"), perdí parte de mi grupo en la subida y tuve un bajón anímico (hay que ver lo que dan de sí poco más de 5 km) porque además no sabía si aún había que dar varias vueltas más.
Al final se lo pregunté al corredor que llevaba al lado y me dijo que la próxima era la última. Me recuperé un poco y eché el resto en los metros que me quedaban, 4'17" para cruzar la meta en 21'23". Si en realidad eran 5500 m no está demasiado mal, ¿no?

Empapado pero contento una vez más.

Clasificaciones
Masculina
1º Manuel Prieto ADAS Barco
2º Jesús Fernández
3º Jose Antonio Paz Ourense Atl.

Femenina
1ª Silvia Teijeiro Ourense Atl.
2ª Rosa Mª Santos
3ª Filomena Cid

viernes, 16 de mayo de 2008

Mediáticos

Aquí tenéis la reseña que sobre el club publicaba hoy La Voz de Galicia. No es que sea mucho pero algo es algo, que el triatlón se haga un hueco entre tanto fútbol no es fácil. De mi redacción poco queda jejeje pero bueno, menos es nada.
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Más cosas :-)
Este es un video de la salida de la carrera del domingo que encontré en Youtube, a mi no se me ve (creo) pero si podéis ver perfectamente al Pesca corriendo al final. Ya os dije que la salida nos pilló algo despistados.
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Ya por último, una foto de la misma carrera que encontré en la
galería de este espacio.
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Aquí estamos en segundo plano Pesca y yo en la primera vuelta. Ya veis que el entorno es muy chulo.
Aún faltan por publicar las fotos de la organización así que igual salimos en alguna que otra foto más por ahí.

¡Buen fin de semana!

lunes, 12 de mayo de 2008

Media Maratón da Ferreirúa

¡Estupendo fin de semana! Y eso que llegaba yo al viernes medio apagado pero estos últimos días me han vuelto a cargar de energías.
Antes de comentar la carrera del domingo os cuento que ya nos han entregado los nuevos monos del club de triatlón y el viernes por la tarde tuvimos sesión de fotos. Aunque pasamos algo de frío posando en el exterior jejeje, la verdad es que fue divertido porque nos juntamos un montón de gente. También hubo que redactar una noticia para mandarla al periódico y ¿adivináis quien lo hizo?... si si, ¡que escriba el del blog! jajaja
En cuanto me manden alguna foto o salga algo publicado ya lo pondré aquí para que veáis lo chulos que están los monos en estos cuerpos esculturales y trabajados jajaja :-P
Bueno, como anticipo ya tenéis más abajo la foto de Modesto luciendo el nuevo uniforme.


Y con esta foto ya os comento lo de la media del domingo porque no todo fue correr. Resulta que Modesto y Pesca, que son unos liantes :-D, querían ir en bici desde Ourense a la Ferreirúa (75 km) y allí correr la media como entrenamiento. Pese a mi reticencia inicial, al final me acabaron convenciendo para que llevara la furgo de Pesca hasta allí y así tener donde cambiarse y dejar las bicis. Mira que a mi no me gusta conducir, ya no me gusta ni con mi propio coche, mucho menos coches que no conozco a sitios también desconocidos, pero bueno todo sea por el club, por la amistad, y para que esos 2 "homiños" crucen como se merecen las líneas de meta de Roth y Embrún.
De todas formas ya os digo que una vez que me puse no me costó nada conducir ni mucho menos llegar al pueblo ya que la organización había puesto indicativos desde la Nacional (el primero de los detalles que me encantó de una organización de matrícula de honor). Luego allí también tenían sitios indicados para aparcar y todo muy bien montado, una pasada para un pueblo tan pequeño.
Bueno, pues eso, llegué allí, pillé mi dorsal y el de los otros 2 elementos que aún estaban dando pedales y repartí unos folletos de una carrera de Carballiño que me habían pedido. Estuve también hablando con los chicos que estaban aparcados al lado mía y saludando a otra gente conocida que había por allí. Lo habitual.
Nuestra salida en principio estaba para las 11:15 pero luego se retrasaría un poco. En realidad en la misma salida coincidían 2 pruebas ya que se hacen conjuntamente una media maratón y una carrera popular de 9,3 km (que consiste en una vuelta al circuito de la media). En el siguiente croquis lo podéis ver mejor.


El perfil es bastante duro, aunque tiene bajadas tendidas para recuperar hace que no sea una prueba adecuada para buscar marcas. En cambio si es un circuito ideal para disfrutar el correr por correr, el entorno, la gente... ¡una prueba para románticos del atletismo!


A eso de las 11 aparecieron por fin los cracks de mis compañeros dispuestos a realizar su transición. Ambos estaban apuntados a la media pero Pesca al final decidió que iba dar sólo una vuelta.
Mientras tanto, nos dijeron que la carrera se retrasaba hasta las 11:30, por lo que aún nos dio tiempo de hacer alguna foto junto a unos compañeros del club Veteran@s de Galicia.

En la foto de izquierda a derecha: Modesto, yo, José Manuel Moreira, Ricardo Gil, José Francisco Gil, Jose Manuel González y Javier Sarandeses. El señor de la barba no sé como se llama.

Estábamos medio haciendo el tonto cuando, a eso de las 11:25, en medio de un despiste generalizado, se da sorpresivamente la salida. A muchos corredores, entre los cuales me incluyo, nos pilló mal situados y sólo nos dimos cuenta de que se salía cuando vimos a otra gente correr. Mirad si hubo despiste que entre el tiempo oficial y el tiempo que macaba mi crono (cuando empecé a correr) hay un desfase de unos 35".
La participación no es que fuera muy muy numerosa ya que coincidía con la media de Vilagarcía, que además era campeonato galllego, pero entre que las 2 pruebas salían juntas y que la pista era estrecha y cuesta arriba, el resultado fue un atasco bastante grande en el primer km. Incluso la gran Julia Vaquero, que era homenajeada en esta edición, y a la que la salida también pilló despistada, tuvo problemas para hacerse un hueco y debió pasar el km 1 en torno a los 5'. Yo lo pasé en 5'28" (por mi crono, sin contar los 35" de desfase) No me preocupó porque la prueba era larga y como ya os conté en mi entrada anterior mi intención era más rodarla que otra cosa. Así que poco a poco me fui haciendo un hueco y pude ir progresando entre la gente.
El km 2 era ya de bajada. En este punto me alcanzaba Pesca por detrás y ya me fui con él. Corrimos juntos hasta que yo me quedé encajonado entre un grupo de corredores.
Como no podía pasar, Pesca se me escapó unos metros asi que en cuanto pude adelanté y me fui de nuevo tras él. Como me dijo otro compañero: - Corre que se te escapa, que este ya viene revolucionado (de la bici)
Y la verdad es que los km 3 y 4 (también de bajada) los cubrimos muy rápido, a menos de 4' el km. Así llegamos al km 5 en 21'46". No está mal , ¿verdad?
El terreno era muy chulo, ya os tengo dicho que yo soy muy de pueblo y correr por estas pistas rurales en medio de campos de cultivo y arbolillos me encanta.
Pero lo mejor aún estaba por llegar, algo ya había oido de esta carrera pero verlo por uno mismo siempre es diferente. ¡Que pasada!, en algunas casas los vecinos sacaban fuera mesas y ofrecían "avituallamientos" con vino, jamón y chorizo. ¡Flipante!

Resistiendo la tentación continué corriendo con Pesca hasta el km 8 o así donde empezaba una de las subidas más duras del circuito y donde Pesca me dijo que me fuera. A partir de ahí haría casi toda la carrera en solitario pero eso al final tampoco me supuso el menor problema.
El km del 8 al 9 (que es también el del 18 al 19 en la 2ª vuelta) fue para mí el más duro, aunque regulé bien y no me cebé me salió casi a 5' (4'56" en esta vuelta, 4'54" en la siguiente). Completaba de esta manera la primera vuelta en torno a los 42'.
Mientras observaba con envidia como algunos corredores entraban ya para meta a mí me tocaba seguir. No me sentía demasiado cómodo para lo despacio que creía estar corriendo y, en aquellos instantes, tenía miedo de pinchar en la siguiente vuelta. Pero nada, resultó que mis temores eran infundados y con el paso de los km me fui encontrando mejor.
Porque lo cierto es que esta segunda vuelta en solitario la disfruté mucho; disfruté del paisaje, de los ánimos de la gente y de mis propias sensaciones. No me importaba para nada ir solo, me sentía fuerte, sólido, disfrutando de lo que hacía y expresando lo que llevaba dentro. No sé si conocéis esa sensación, esa especie de plenitud instantánea que aparece por momentos cuando haces lo que realmente te gusta.
Así pasé el km 10 en 45'01", y de ahí al 15 disfrutando como un enano, 1h06'15".
Afrontaría luego la dura subida, prácticamente 3 km cuesta arriba. Tomándoselo con paciencia y olvidándose del crono se lleva bien, de hecho cubrí esta parte más rápido que en la primera vuelta. Incluso alcancé a 2 corredores que llevaba delante durante muchos km. Uno de ellos acabó de romper en la cuesta y se puso a caminar. Le di ánimos al adelantarlo.
Con esto acabo la 2ª vuelta y ya tan solo me quedaba la pequeña de 2,9 km. Si bien me sentía muy bien de fuerzas, psicológicamente se me hizo duro pasar al lado de meta y no poder entrar jeje.
Pero en esto que sucedió que cuando corría por la zona donde se concentraba la mayor parte de los espectadores oí a gente del público que gritaba: ¡ánimo Furacán!.
jajaja, ¡Dios! ¡¿pero como es posible?! ¡esto de los blogs es la leche!
Hice el siguiente km prácticamente riéndome solo, aunque manteniendo bien el ritmo. Estaba tan cómodo que creo que si me dijeran que en vez de esa vuelta pequeña hubiera que completar una grande lo hubiera podido hacer.
Alcancé de nuevo a otros corredores. Con uno de ellos, un chico con varios piercing y el pelo azul, fui prácticamente hasta meta haciendo una especie de yo-yo: me acercaba a él, lo adelantaba yo, me volvía adelantar él y me sacaba unos metros... y así todo el rato. Corría como a tirones y yo no tenía cambio ninguno (¿o sería al revés? jaja). Me sentía como Paula Radcliffe frente a Gete Wami. Llegamos juntos a la recta de meta y como era de prever la cruzó antes que yo.


Bueno, pues al final por mi crono 1h34'46". Según el tiempo oficial 1h35'21", puesto 38º, 11º de mi categoría. Por mi parte era más o menos lo esperado y lo he pasado estupendamente así que muy satisfecho. Además por primera vez una media se me hizo corta y llegué muy entero, hoy ni siquiera tengo agujetas.
Modesto por su parte quedó clasificado en la posición 69 :-D con 1h49'15" que para ser después de la bici (que además no es precisamente llana) está más que bien.
Luego de la carrera, ducha de agua fría (mini-ducha en mi caso ya que apenas aguanté unos segundos bajo el chorro jaja) y a comer el pulpo con Modesto. Esto es vida, ¿no? :-))

Clasificaciones
Media maratón (completas aquí)
Masculina
1º Santiago López 1h12'03"
2º Jesús Fernández 1h16'05"
3º Roberto González 1h17'09"

Femenina
1ª Margarita Pérez 1h27'08"
2ª Ingrid Rodríguez 1h31'46"
3ª Sonia Botana 1h38'10"

Carrera 9,3 km (completas aquí)
Masculina

1º José Seoane 32'22"
2º Víctor Mosquera 34'28"
3º Teófilo Iglesias 34'37"

Femenina
1ª Julia Vaquero 37'26"
2ª Mayte Diéguez 46'28"
3ª Mª Carmen Castaño 48'25"

domingo, 4 de mayo de 2008

Remember

Semana "sin" :-)
Tras competir todos los fines de semana del mes de Abril, este tocó "descansar". No obstante, fue una buena semana de entrenamientos: 2 salidas en bici de carretera, 1 día de piscina, 2 sesiones de gimnasio y 1 solo día, aunque bastante aprovechado, de carrera a pie por el monte. Para mí bien.
Por otro lado deciros que me he apuntado a una media maratón para el próximo fin de semana. Mi intención es más ir a rodarla que a disputarla ya que ni la he preparado ni estoy en mi mejor momento corriendo. Pero bueno, confío en el fondo acumulado de estas últimas competiciones y espero poder disfrutarla. Ahora mismo ya me noto con un cierto grado de estrés pre-oposición así que más que entrenar lo que hago son "desconexiones mentales" para volver a cargar pilas. Sé que no puedo esperar grandes resultados en cuanto a puestos y tiempos y todo eso, pero a mí me sienta muy bien seguir compitiendo y mientras pueda seguiré.
En fin, dejando el tema aparte, hoy más que de mis entrenos, quería hacer un flashback y hablaros de una carrera que ha sido especial para mí y que, desgraciadamente al menos por este año desaparece del calendario.

La media maratón popular de Coia era una de las pruebas más emblemáticas del atletismo gallego. Organizada por la asociación de vecinos Cristo de la Victoria, nació en el año 1978 (como yo jejeje) como una carrera popular de 6 km que recorría las calles de este barrio vigués. Posteriormente variaría en recorrido y longitud hasta que en 1990 se convirtió en media maratón (sin homologar). En 1996 ya se homologaría el circuito y pasaría a formar parte del calendario oficial de la FGA.
A lo largo de su historia por las calles de Coia han participado miles de atletas de todas las edades y condiciones. Así, cuenta entre sus ganadores a gente de renombre como Carlos Pérez, José Ramón Rey, Manuel García Gendra, Carlos Landín, Rogelio Barragáns, Pedro Nimo, Alzira Lario, Soledad Castro, Fátima Paz.. y un largo etc.

Yo la corrí por primera vez en el año 2000. De aquella era un pipiolo, con 22 añitos, un estudiante universitario que aprovechaba para trotar por Castrelos a las noches tras volver de clase. Estaba dando mis primeros pasos en este mundillo del atletismo popular y aquella media supuso mi debut en la distancia.
Tengo muchos recuerdos de aquel día, recuerdo perfectamente los nervios y las dudas... y los errores de bulto jaja. Estaba tan poco convencido de mi capacidad para acabarla que pocos días antes corrí 23 km a modo de prueba. Obviamente no me llegué a recuperar del todo y corrí cansado jaja pero pese a todo fue una experiencia magnífica. Un día de calor tremendo, y un recorrido durísimo. Recuerdo a los bomberos refrescarnos cuando pasábamos por delante del parque de Balaídos. Recuerdo las esponjas y las bolsas de agua. ¡Era como los maratones de la tele! :-)
Acabé en 1h45'02", 160º en la clasificación absoluta pero 5º en la categoría promesa con lo que me llevé para casa un pedazo de trofeo :-D
Aunque ya había participado antes en 4 carreras esta fue la primera vez que me sentí de verdad corredor.

Al año siguiente repetí, esta vez mejor preparado (ya me leía la Corricolari :-)) y habiendo corrido otra media antes (1h36'). Mi intención era estar sobre la 1h35' pero me equivoqué calculando los parciales y no fue hasta el km 15 cuando me di cuenta de que iba muy retrasado. Los últimos 5 km los hice muy rápido y adelanté a mucha gente pero en la cuesta de San Pelayo poco tiempo se podía recortar. Acabé al esprint tratando de bajar de 1h40' sin conseguirlo, 1h40'45" , 135º. No obstante, acabé contento y recuerdo que las cervezas que me tomé al acabar fueron las que mejor me supieron en mi vida jaja


Pero fue la de 2002, para mí, la edición más especial. Llevaba 6 meses lesionado, 2 tendinitis consecutivas; la última una tendinitis rotuliana que me causó muchos disgustos, 3 meses de visitas al fisio y muchas dudas sobre si volvería a ponerme alguna vez un dorsal.

Dicen que no llegas a valorar algo hasta el momento que careces de él. En esta ocasión fue cierto, si algo positivo saqué de esa época fue que comprendí lo importante que era el deporte para mí.
Cuando llegó la fecha de Coia llevaba algo más de un mes trotando de forma más o menos normal y ya había pasado algún día de la hora. Decidí inscribirme porque era la ciudad donde vivía y porque tenía mono de volver a sentir el ambiente de la competición pero, dadas las circunstancias, había decidido que sólo iba dar una de las vueltas.
Como siempre en la vida sucede lo inesperado, sucedió que ese año cambiaron el recorrido; en vez de 2 vueltas iban ser 3, se eliminaba la cuesta de San Pelayo pero a cambio había que subir 3 veces la avenida de Europa.
Había por tanto cambio de planes y empecé a correr dudando si dar 1 o 2 vueltas.


Acabé la 1ª y como me notaba fresco decidí dar la 2ª. Acabé la 2ª y como me sentía tan bien decidí terminar la prueba. Unos días atrás habían muerto unos familiares míos en accidente de tráfico y decidí dedicarles mi esfuerzo. La última subida se me hizo eterna y durísima con el calor pero acabé. Vi la línea de meta, miré al cielo y me sentí renacer, 1h39'37". Fue un momento muy especial. Estas fotos son de auella edición, no sé si se nota mucho el paso del tiempo jeje

No estaba caminando aunque lo parezca jaja

La última vez que corrí en Coia fue en 2006, llegaba también tras una lesión aunque mucho más leve, se me sobrecargaba un aductor y aunque me dejaba rodar apenas pude hacer salidas largas. El miércoles de la semana previa el fisio me dio el alta y decidí apuntarme. Como de aquella ya estaba metido en el multideporte, supuse que tendría fondo de la bici y de la natación.
Mi mentalidad ya se parecía a la actual (meapuntoaunbombardeo), ya era Furacán (el nombre también tiene su historia jeje) y me presenté en la ínea de salida sin miedo y sin complejos, a dar las vueltas que pudiera. En esta ocasión el protagonista no fue el calor sino un temporal de viento y lluvia. Pocos días recuerdo yo una carrera lloviendo con la fuerza que lo hizo ese año, en la 2ª vuelta el agua dolía de la fuerza con que caía, la ropa técnica que se supone que no se empapa pesaba una tonelada, el viento te hacía doblarte... un pequeño infierno.


En fin, en cuanto a mí, salí más o menos bien pero luego la falta de km se hizo notar. Me desfondé en la última vuelta y tardé una eternidad en subir la última cuesta. El resultado malo para mi nivel de entonces: 1h37'56" pero una sensación de paz interior como pocas veces he tenido. Como decía uno de los veteranos, correr aquí no sólo ha sido un ejercicio deportivo sino también espiritual.


Con esto se podría resumir mi participación en esta prueba, comprenderéis ahora porque es algo especial para mí y por qué me da tanta pena que desaparezca. Además, me queda la espina clavada de no haber podido enganchar una buena carrera aquí.
Ojalá que en próximos años se vuelva retomar su organización y pueda volver a correr por sus calles.

De todas formas, a tod@s los que la hicieron posible, muchísimas gracias, siempre recordaré el buen trato que se nos dio a todos y cada uno de los corredores, la labor de los voluntarios bajo el sol y bajo la lluvia, el ambiente familiar y, por supuesto, los pinchos y la cerveza tras la prueba.
Le debo mucho a esta carrera, como corredor y como persona.
Gracias Coia.

sábado, 3 de mayo de 2008

Esos locos...

Un texto que ya está dando la vuelta al mundo vía mail, es de Marciano Durán, un escritor uruguayo. Ahí os lo dejo, me siento bastante identificado en muchas de las cosas que dice...

Esos locos que corren

Yo los conozco.
Los he visto muchas veces.
Son raros.
Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.
Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.
Están locos.
En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan... sólo para disfrutar del descanso.
En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.
Yo los he visto.
Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren.
Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.
Yo los he visto.
No están bien de la cabeza.
Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados.
Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo. Están tratando de ganarle a alguien.
Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse... y siguen.
Se inscriben en todas las carreras... pero no ganan ninguna.
Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes.
Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones.
El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.
Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años. Son hombres y mujeres.
No están bien.
Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás.
Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño.
Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles.
Son sus referencias de carrera: "Cinco que corren parecido a mí". Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.
Disfrutan cuando pasan a otro corredor... pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje.
Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece.
Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.
Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.
Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.
No las preparan... pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta.
No las preparan...son parte de ellos.
El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.
Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido.
¡Qué ganaron una vez más! No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas... pero insisten con que volvieron a ganar. Son raros. Se inventan una meta en cada carrera.
Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.
Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien. Los he visto pasar.
Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado... pero siguen.
A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.
¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?
Están locos.
Yo los conozco bien.
Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo.
Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.
Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice "Llegué -Tarea Cumplida".
Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes.
Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos. Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.
Los he visto muchas veces.
Están mal de la cabeza.
Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.
Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.
Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10. Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.
Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.
Están mal. -Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde. -Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.
Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.
Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.
Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.
Dicen que la gente no se banca tanto silencio.
Dicen que ellos lo disfrutan.
Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.
Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.
Están mal de la cabeza.
Yo los he visto.
Algunos solo caminan... pero un día... cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.
En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.
Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.
Pican, frenan y vuelven a picar.
Me parece que quieren ganarle a la muerte.
Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.
Están completamente locos.

Marciano Durán

¡Los que corremos por el monte todavía estamos peor! :-D

Y tú, si has llegado hasta aquí y aún no sabes lo que es calzarse unas zapatillas y ponerte a correr, ¡a qué esperas!

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