domingo, 26 de septiembre de 2010

Fin de temporada y a empezar de nuevo

Pues eso. Esta semana la he dedicado básicamente a descansar, algo que ya pensaba hacer de antemano aunque luego tampoco tendría muchas alternativas. Ya sabéís que en Penedos acabé cojo por culpa del pie. Lunes y martes apenas podía andar pero el miércoles la cosa ya cambió un poco porque me fui de balneario

 En las termas no dejan hacer fotos así que lo más parecido es esto :-P

No es como los típicos balnearios que conocemos sino que son unas termas al aire libre al estilo japonés. En toda la provincia tenemos una gran cantidad y variedad de aguas termales, estas son bastante asequibles y  hay que aprovecharlas.


Dice la tradición popular que quien se baña en estas aguas entra cojo y sale corriendo. La primera parte fue cierta, la segunda no tanto  aunque la mejoría fue evidente. Efecto placebo al margen lo cierto es que las agujetas se me pasaron todas. El pie no, pero poco a poco va mejorando.
El viernes hice un paréntesis en mi semana sedentaria para ir a la piscina. Eso si no me lo perdoné porque de agua no voy precisamente sobrado y de nadar enseguida se olvida uno.
Ayer sábado estuve tentado a coger la bici, sobre todo al ver una buena mañana pero luego me dije que mejor no, que cuando se descansa hay que descansar y que es mejor llegar al lunes con una cierta ansiedad por entrenar.
Así que hoy domingo viví la carrera popular que organizaba mi club, el Casa da Xuventude, desde otro lado. A pesar de que estaba inscrito y de que quizás pudiera haber participado porque las moletias de mi pie están mucho mejor, decidí darle un día más de descanso para llegar en mejores condiciones al relevo de la maratón do Miño.
Vivir una carrera en el lado de la organización es una experiencia por la que deberían pasar todos los deportistas, yo lo recomiendo, luego tienes una visión más amplia de lo que significa organizar un evento, de lo que se ofrece y de los fallos que se cometen. Nada es tan fácil como parece.
Yo estuve repartiendo dorsales y chips lo cual no es una tarea muy difícil cuando no hay muchos participantes pero también tiene sus cosas, a veces no entiendes bien los apellidos, otras veces hay gente que olvida su chip, otras hay gente que viene buscar su dorsal y ya se lo había llevado un compañero... esas cosas.
Por supuesto al ser una prueba gratuita hay quien se apunta por apuntarse y luego no aparece a recoger el dorsal, cosa que no está muy bien por el gasto inútil que supone para los organizadores.
Despues de repartir los dorsales estuve también en el avituallamiento repartiendo botellas de agua, ahí tuve bastante menos trabajo al ser muchos repartir y una prueba corta. 6,7 Km se pasaron en un suspiro.

 Con chaleco, de pie a la izquierda de la chica de blanco.

Claro que la cosa no acababa cuando los participantes cruzaban la línea de meta, ahora había que recoger lo chips y la basura, ¡aunque no mezclados! como el corredor que por error tiró la monda de un plátano en la caja de los chips.
Por último estaba la ceremonia de entrega de premios y recoger el resto del chiringo.
Uf, esto acaba siendo más cansado que correr jejeje.
Lo importante, y eso creo que se consiguió, es que la gente acabara contenta. Seguro que hay cosas que mejorar pero para ser la primera edición desde donde estuve yo no me pareció nada mal. Las clasificaciones podéis consultarlas aquí y aquí galerías de fotos: 1, 2, 3.

Mañana ya empezará para mí la nueva temporada, de momento todo de forma muy progresiva, hay ganas e ilusión por hacerlo bien. A corto plazo los objetivos antes de que empiecen los duatlones van estar en las carreras populares y sobre todo en el cross, algo no nuevo del todo pero si no habitual, se corre a otro nivel y espero que sea un nuevo aliciente.
Del resto de mi vida también hay alguna que otra novedad, algunos ya las sabéis y el resto a su tiempo. Por lo de pronto he vuelto al cole a la escuela de idiomas, nunca es tarde. Yo cualquier cosa menos quedarme quieto.
A ver lo que sale...

¡Hasta la próxima!

sábado, 25 de septiembre de 2010

Jure Rodič

Se ha ido una leyenda.


Es muy triste que alguien deje la vida cumpliendo sus sueños pero todavía es más triste la vida aquellos que nunca lo intentaron.
Dicen que Jure no era el más rápido, ni el más fuerte pero cuando se subía  al bici no había quien lo bajara de ella.
No pertenezco al mundo ultra, y menos de la bici,  pero era toda una fuente de inspiración. El video es un trailer de un documental que me encantaría ver y que en este blog sirve de homenaje a unas de aquellas personas que nos enseñan que los verdaderos límites están en nuestro interior.

lunes, 20 de septiembre de 2010

V Maratón de Montaña Penedos do Lobo.

Salimos de un fregado para meternos en otro. Si ya el triatlón de Sanabria era bastante exigente la maratón de Penedos no iba ser menos. Ay no recordaba yo lo machacado que te deja jeje
No las tenía todas conmigo porque creo que el cuerpo (al menos el mío) no se había recuperado totalmente del esfuerzo de la semana anterior, evidentemente ya partía con la idea de que no iba ser mi mejor maratón pero de todas formas me intrigaba conocer como respondería. Ya sabía lo que era correr esta maratón de forma normal, ahora tocaba rizar el rizo.
William Blake escribió en 1762, dentro de sus célebres proverbios del infierno: "You never know what is enough unless you know what is more than enough." (nunca sabrás lo que es suficiente hasta que no sepas lo que es más que suficiente) Pues eso.

Capítulo 1. La previa

El día empieza pronto, a las 5 estoy en pie. Me espera una buena tirada hasta allá. Desayuno y vuelvo mirar si llevo todo, al menos las 2 plantillas si que las llevo.
Cojo el coche y pongo rumbo Manzaneda. Todavía quedan un par de horas para el amanecer, hace fresco y está una bonita noche estrellada.
De camino atravieso Ourense, me fijo en algunos personajes que a esa hora se recogen. Los normales son ellos, el friki soy yo. Me meto una paliza de coche para meterme posteriormente una paliza a pie, para volver a casa y quedarme dolorido por unos días ¡El friki soy yo!
El viaje transcurre sin incidentes, a medida que me acerco a Trives me encuentro con más tráfico pero es que todos vamos a lo mismo.
A las 7:30 pasadas llego a la estación, tiempo suficiente pero tampoco sobra. Dejo el coche bastante lejos (lo que me costó llegar al acabar :-)) y voy pasar el control de firmas.
Luego toca cambiarse y ya sin perder mucho tiempo ir para la salida.
Antes me encuentro con Xabi y J.J. y el momento queda inmortalizado.



Capítulo 2. Salida y primeros kilómetros.

De camino para la salida me encuentro con Pousa, un histórico del triatlón ourensano, ahora centrado en la montaña. Lo saludo y lo felicito por la transalpine. Un gran deportista.
A las 8 se da la salida. 170 corredores nos ponemos en marcha. 42 km por delante y 3113 m de desnivel acumulado. Va ser una larga mañana pero para eso hemos venido.


Salgo tranquilo, hablando con uno de los grandes protagonistas del día, el debutante Óscar que acabaría haciendo un carrerón. El tenía sus dudas pero había preparado la prueba muy bien y yo ya sabía que salvo algún percance haría un gran papel.


Los primeros km son bastante complicados, no tanto por su dificultad técnica sino porque vamos todos muy juntos y un tropezón de un sólo corredor puede dar lugar a una reacción en cadena. Los músculos están todavía fríos y las cabezas poco despiertas, hay que tener cuidado.
Superada esta primera dificultad por delante hay unos 4 km de pista buena para correr.

Capítulo 3.  Val de Penapetada y Portela das Merendas.


Los km que van del 5 al 10 son algunos de mis favoritos en esta carrera. El terreno sigue siendo poco técnico pero es un poquito más difícil, empieza a aparecer alguna que otra cuesta que hace que correr sea más entretenido. El paisaje es maravilloso, la luz de las primeras horas de la mañana provoca un ambiente especial. Invita al silencio y a disfrutar de las vistas. 
En torno al km 10 salimos a la carretera para posteriormente afrontar unos 3 km de descenso hasta llegar al primer plato fuerte del día: EL CORTAFUEGOS (así, con mayúsculas, porque se lo merece)
Por el momento mis sensaciones no eran nada buenas, notaba los pies sueltos dentro de las zapatillas, con la consiguiente sensación de inseguridad en los descensos y  además me había entrado tierra y piedras. Me parece que me iba tener que parar...

Capítulo 4. El cortafuegos


La verdad es que el primer año que corrí aquí me parecía más empinado o a lo mejor es que ahora ya evito mirar para arriba. Bueno, la verdad es que no tiene más secretos que tomárselo con calma e ir poniendo un pie delante de otro.
En la parte menos dura aprovecho para comer y beber y, en cuanto veo un sitio donde sentarse a un lado de la pista, aprovecho también para descalzarme y quitar el kilo de tierra que tenía en cada zapatilla.
Hacía 15 días o así que no me ponía estas zapatillas, me debió adelgazar el pie en Sanabria :-)
El pit stop se prolongó más tiempo del esperado, incluso un chaval de Redondela me preguntó si me pasaba algo. Pero no, todo ok salvo que este tipo de cosas cuanto más rápidas las quieres hacer más tardas y peor hechas van.
No pasarían ni 5' cuando el cordón de mi zapatilla izquierda ya estaba medio desatado :-( Otra vez parar y atarlo bien. Siempre echaré de menos el cierre de las Salomon, eso sí que me gusta de esa marca.

Capítulo 5. As Chairas e O Bobal

Tras estos últimos 3 km duros duros llegamos al avituallamiento del km 16. Teóricamente ya llevamos más de 1/3 de prueba pero en montaña las distancias no se miden en km sino en horas.
De momento todo bien salvo el tonto deseo que tengo de recuperar el tiempo que estuve parado. Tengo que repetirme a mi mismo que queda mucha prueba, que sólo vengo disfrutar y que no quiero batir ningún record.
Me siento con poca fuerza en las piernas pero en cambio hasta ahora me ha transcurrido todo muy rápido.
El terreno por el que toca transitar ahora es muy irregular, el año pasado en el cross me caí aquí 2 veces así que me da algo de miedo torcerme un tobillo o algo. Con calma y cabeza, en las bajadas me pasaba todo el mundo pero  no vale la pena arriesgar. De todas formas este año lo vi bastante mejor.
El sitio por cierto muy bonito, de vez en cuando merecía la pena mirar alrededor.  Desde aquí ya se pueden ver las antenas de la cima lo que indica que la media maratón está cerca, aunque antes hay que dar un pequeño rodeo.

Capítulo 6. Cabeza dos Bois y Media Maratón.


No sé porque se me dio por mirar el crono en esta parte. Aunque no lo pretendiera luego se me venía a la cabeza que hace 2 años a esas horas ya estaba/había pasado/pasando por la media maratón y que este año lo estaba haciendo fatal. Tenía que repetirme continuamente que no había venido a eso, que no podía comparar, que esto era sólo un entreno de CaCo, que disfrutara de la montaña. A veces la cabeza quiere una cosa y el cuerpo pide otra, y llegar a una solución de compromiso no es fácil.
En fin que iba yo en un diálogo interior que ni Pimpinela en sus mejores tiempos.
Ahora recuerdo las imágenes y las reconozco como bellas, el cielo, los pastos, las vacas a un lado de la pista... Coronar Cabeza de Manzaneda siempre resulta especial y emocionante. Sin embargo en aquellos momentos no lo disfruté. No sé, quizás fueran restos de un orgullo mal entendido pero fue ver que había llegado a la media con 2h23'05" y sólo pensar en lo mal que lo estaba haciendo, en que si hace 2 años había pasado con 12' menos, en que...
Lo confieso ¡incluso pensé en retirarme!
- No, no no, ¡esa no es la actitud! Haces esto porque quieres, porque te gusta, porque entre 4 paredes te falta el aire y necesitas del espacio abierto. Estas disfrutando del día, del ambiente, de las emociones ¡deja de mirar el maldito reloj!
Rellené uno de los bidones, me comí un plátano y un trozo de sandía y para abajo.


Capítulo 7. Bajada a Prada

 

Después de la media maratón hay un senderito precioso que luego desemboca en una pista más ancha. Durante unos 8 km hay un terreno muy bueno para correr y correr mucho pero además también te da tiempo de admirar el paisaje. Aquí volví coincidir con el chaval de Redondela que se había interesado por mí en el cortafuegos, Enrique me parece que se llamaba.
- Oye tú no será el Furacán.
- ¡Pues claro que sí!
Y ahí empezó una conversación que duraría 5 o 6 km, fue el tramos que más distraido y más ameno se me hizo. Hablamos de todo, de la carrera, de triatlón, de bicis... Vamos para que después digan de la mujeres, los tíos aún somos peor, todo el rato bla bla bla...
Al final nos separamos porque Enrique tuvo que hacer una "parada técnica" y yo seguí. 
A todo esto la primera parte de la bajada rapidísma y mucho mejor que el año pasado, eso sí, a cambio por transitar por un paisaje desolador entre los restos de un incendio. Que asco me dan los pirómanos.
.

Sobre el km 28 comenzaba la parte más técnica y la que peor se me da. El caminito es muy estrecho, la pendiente es elevada, está lleno de piedras y hay que tener mucho ojo donde pones los pies si no quieres torcerte un tobillo o acabar en el suelo.
Como antes me lo tomé con mucha, mucha calma. Aproveche un momento para evacuar el exceso de líquido de mi organismo :-) y luego con tranquilidad, incluso dejé pasar a los corredores que venían más rápido, no tenía intención de estorbar  a nadie.
Deben ser 2 o 3 km pero se hacen eternos, me acordé yo ahora de la arenilla que se me había metido al inicio de la carrera en los pies, llevaba las plantas como papel de lija ¡que horror! cada vez que la pisada era algo irregular (que lo era siempre) veía las estrellas.

Capítulo 8. De Prada a Paradela. Crónica de una muerte anunciada.


Se acaba el infierno del descenso y llegamos al avituallamiento en torno al km 32. Aquí nos encontramos Óscar, Enrique y yo. 
Quedaban 10 km, Óscar dice que se lo empieza a creer y que además dado el tiempo que llevábamos hasta aquí ve factible bajar de 5 horas.
En esos momentos yo pienso "hace 2 años me quedó la espinita de bajar de las 5 horas, iba muy bien pero a falta de 2 km peté y se me fueron más de 10', ¿y si ahora pudiera?"
Si quieres ser infeliz en esta vida nada más sencillo que crearse una expectativa. 
Creí que podía hacerlo a pesar de que, en un principio, no era mi objetivo ni mi intención.
Partimos del avituallamiento corriendo a un buen ritmo, no me sentía cansado, no me acordaba de que había competido la semana pasada en Sanabria, no me acordaba del objetivo con que había acudido a esta carrera (disfrutar de la montaña e intentar acabar), ahora eso no valía, sólo tenía en mente las malditas 5 horas.
Como uno de esos días de verano en que se pasa de un sol radiante a una furiosa tormenta a mi me sucedió lo mismo. En un corto espacio de tiempo todo cambió y cambió a peor. Un súbito dolor recorrió mi pierna izquierda desde el talón, no era nuevo, lo había sufrido martes y miércoles y desapareció tan misteriosamente como vino. Por el tipo de dolor e intensidad sospecho algún tipo de pinzamiento.
Correr se convirtió en un suplicio (llanear y bajar que cuesta arriba nada de nada) pero pararme a caminar tampoco resolvería nada proque caminando me dolía igual.
Me vine abajo mentalmente, mi saldo de sufrimiento lo agoté la semana pasada, no había nada que hacer ni a lo que recurrir, ni siquiera acabar la maratón me hacía ilusión, en esos momentos no había NADA
En una reacción en cadena empecé a sentir calambres, primeros los ya clásicos en los aductores que esta vez no me impedían correr y luego también en los antebrazos. Nunca me había pasado tal cosa aunque si tengo leído alguna crónica de maratonianos que le tiene sucedido.


Capítulo 9. Penedos do Lobo
.


"Excess of sorrow laughs. Excess of joy weeps. (El exceso de pena ríe. El exceso de gozo llora)"  W.B.
Llegando a Paradela tenía tantos y tan variados problemas que me daba la risa. El pie, los calambres en las piernas y en los brazos, me dolía la barriga, estaba apajarado y con la desmotivación más absoluta.
Decía Mark Allen que cuando no se pueda tener algún pensamiento positivo lo que había que hacer era no tener ningún pensamiento, y un poco fue lo que hice. Comí un poco, bebí en el avituallamiento y me fui a encarar el ascenso al peñón que da nombre a la prueba.


Me cuesta recordar los detalles porque en aquellos momentos no era una persona, era un zombi. Subía por las piedras a ritmo cansino como un Sísifo condenado. Ni siquiera tenía prisa por llegar. Recordé aquel dicho un tanto vulgar de "con paciencia y saliva se la m---- el elefante a la hormiga" 
En aquellos momentos fue mi mantra. Ya sé que no queda muy bien y que estaría más bonito algún eslogan del tipo impossible is nothing, no hay dolor, no pain no gain o algo así pero ¡el que me vino a la cabeza en aquellos momentos fue ese!
Una eternidad después coronaba Penedos

Capítulo 10. No se vayan todavía que aún hay más.

Ya lo decia Super-Ratón, si tras coronar Penedos alguien pensaba que se acababa la historia aún quedaba por subir un pequeño cortafuegos que es absolutamente mortal. Si te quedaba algún gramo de fuerza lo dejarás aquí. Hace 2 años me mató, ayer ya iba muerto antes de subirlo.
Una vez superado tran sólo restan unos 2-2,5 km de pista buena hasta meta. Estando medianamente bien se hacen rápido, estando mal se hacen eternos.
Este año por primera vez los pude hacer corriendo del tirón lo que no tiene porque indicar que los hiciera rápido ya que un corredor de Cartagena que iba alternando carera y marcha me adelantó en esta sección y aún me metió más de minuto y medio.
Yo es que si me ponía a andar me dolía el talón tanto como si corría así que preferí correr  para acabar cuanto antes la agonía.
No hubo mucha más historia, en los últimos metros coincidí con otro corredor. Yo estaba muy insatisfecho con mi actuación en aquellos momentos pero justo en la línea de meta aprendí otra lección. Los hijos de mi acompañante corrieron junto a su padre para entrar con él de la mano. Yo no sabía muy bien donde meterme, de hecho crucé la línea de meta antes que ellos (aunque en las clasificaciones me pongan a mí despues) pero al ver la escena me quedé pensando y me dije que tonto ¡ESTO ES DE VERDAD LA MARATÓN!
No importa tanto lo que haces sino CÓMO lo haces, cómo lo sientes y con quien lo compartes. Es bonito superarse, es bonito mejorar, es bonito ganar o hacer buenos tiempos pero todo eso pasa a un segundo plano. Hubo 2 entradas a meta que me encantaron especialmente, una fue la de una pareja de novios que se dieron un gran abrazo al cruzar la línea meta. No ganaron ningún premio pero si una experiencia compartida que vale mucho más.


La otra fue de otra pareja (de hecho :-)) Ángel "Toledano" y el corredor escoba Demo: 7 horas y 44 minutos, llegó cuando la entrega de premios ya había concluido y el hinchable de meta se estaba empezando a deshinchar pero llegó, y su cara, la de Óscar y la mía que le estábamos esperando no tiene precio.


Por cierto, mi tiempo, que no lo había dicho discretísimo: 5h19'32", puesto 95º. En menos de 8 km he perdido 23' frente a Óscar. ¡Esto son las carreras de montaña!
De todas formas ahí queda eso: mi 3º maratón y el reto Tri de Sanabria + Penedos do Lobo superado. Eso ya es para estar contento ¿o no?
Fin de temporada y la sensación de haber avanzado un pasito más.


Clasificaciones
Cross (24 km - 1553 m de desnivel acumulado) (Completas aquí)
Masculina
1º Javier Pacios 1:57:37
2º Elpidio Gómez 1:59:45
3º Jose A. Abal 2:06:56


Femenina
1ª Sonia Botana 2:39:21
2ª Ana R. Alonso 2:47:08
3ª Susana Feijoo 3:07:42


Maratón (completas aquí)
Masculina
1º  Carlos Sa (POR) 3:20:21
2º  Fernando Arca 3:23:19
3º  Manuel Merillas 3:39:32


Femenina
1ª Noelia Camacho 4:25:21
2ª Elena Sánchez 4:50:21
3ª Guadalupe Lodeiro 5:00:39


Galerías de fotos: 1

lunes, 13 de septiembre de 2010

Triatlón doble olímpico Santibañez de Vidriales

Estaba dudando si hacer esta crónica ahora o dejarla para dentro de unos días, cuando los sentimientos se asienten un poco. Supongo que lo mejor sería la segunda opción pero con todas las muestras de apoyo que he recibido estos días creo que también os merecéis saber el resultado sin tener que esperar demasiado. Ya aviso que muchas de las valoraciones que hago ahora quizás las vea diferentes en unos días pero bueno, ahora mismo es como lo veo...
Agarraros que va para largo, lo voy dividir en capítulos para que se pueda leer a los pocos.


Capítulo 1 - La previa o como pasar de tener mariposas en el estómago a un plato de espaguetis

Los días anteriores a la prueba los pasé con la sensación de llevar los deberes hechos. Sí, claro que en algunos aspectos el entreno era insuficiente, me hubiera gustado meter mucha más bici por ejemplo, pero era lo que había y si no equivocaba los ritmos estaba seguro de que me daría para acabar y bien, y cuando digo bien me refiero a bien de sensaciones ya que los tiempos en este tipo de pruebas me la traen floja. 
Ahora tan sólo se trataba de cuidar esos pequeños detalles que pueden echar al traste todo el trabajo. El día anterior empece a hacer el equipaje  y a anotar todo lo que me hacía falta, la comida y la estrategia de carrera. Repasé una y otra vez la lista y todo parecía ok. 
El sábado a las 16 horas, despues de presenciar la fantástica victoria de Javi en el campeonato del mundo de triatlón partimos hacia tierras castellanas. De los 5 del equipo que participamos 3 fuimos en la bearizgoneta y los otros 2 con sus familias. En la furgalla Javi Anta, Jose Manuel Vázquez y yo.

 Javi

Tras un viaje entretenido llegamos a Santibañez, pueblo pequeñito, de esos que hay por Castilla, con algunas casas de adobe e incluso una de lata (!) que me hizo mucha gracia.


Dimos una vuelta y luego fuimos al albergue a recoger los dorsales. Mucho movimiento y ambiente triatlético. Gente finísima, cabras espectaculares en las bacas de los coche y primeras sensaciones q.c.p.y.a (qué coño pinto yo aquí) para nosotros.
Aunque la anécdota del día se la llevan unos paisanos del pueblo que al ver nuestra furgo comentaron: estos deben ser vascos, de Bearritz :-D
Recogemos todo en el albergue y nos llevamos la bolsa para meter el material de la T2.
Primer contratiempo para mí, voy meter las zapatillas y veo que una está sin plantilla. ¡Sock total! nunca me había pasado tal cosa. Desde hace tiempo uso plantillas ortopédicas para correr y las voy cambiando por las diferentes zapatillas que uso. No sé como ocurrió pero ocurrió, sólo le metí la plantilla a la zapa del pie derecho y la izquierda la traje así a pelo.
Mazazo total, ¿y ahora como corro yo mañana 20 km? Me quedé hundido, en ese momento sólo se me ocurrió sacar la plantilla de la zapatilla que llevaba puesta y metérsela a las asics noosa pero la solución no era demasiado buena porque le quedaba muy justa y presumía que me haría daño al correr.
En fín... mis compañeros trataban de animarme pero yo ya me quedé medio chafado.

Luego asistimos a la reunión técnica donde nos acojonaron un poquito con el tramo de los 9 km bacheados (que sí que era una pasada los boquetes que había pero yo ya pensaba que había que ir en plan ciclocross o bajarse de la bici)
Después de todo esto tan sólo nos quedaba resolver un último asunto, resulta que gestionamos fatal el tema del alojamiento y ya no encontramos sitio en Santibañez sino que nos quedamos en Sanabria. Eso estaba muy bien para ir por la mañana a la salida sin madrugar tanto pero... ¿cómo íbamos hacer luego en la meta? Había que encontrar a alguien que fuera ver al lago la salida y se ofreciera a traernos la furgo de vuelta a Santibañez.
Como del Fluvial de Lugo iban muchos y preferíamos meter la furgo en manos de alguien más o menos conocido le había preguntado a Saleta si ellos iban traer acompañantes que no corrieran. De Saleta ya es conocida su calidad como atleta pero cómo persona no se queda atrás, al final de su club no había acompañantes libres salvo un chico que no tenía carnet, pero se molestó en buscar quien nos pudiese resolver el problema.
No voy a contar aquí todo el rollo de conversaciones con distinta gente que tuvimos pero al final resolvimos el problema y a la mañana siguiente un oficial de triatlón nos trajo la furgo hasta meta. ¡Muchas gracias!
Con todo más o menos resuelto nos fuimos al hotel para cenar y descansar para mañana.
No tengo costumbre de cenar pasta y soy escéptico con respecto a su influencia en el rendimiento pero como mis compañeros la pidieron y el resto de platos tampoco me llamaba la atención accedí.
Luego subimos a las habitaciones, yo la compartía con Jose Manuel. Pasamos un rato navegando por internet desde nuestros pc's y luego a dormir...
O a intentar dormir porque yo me sentía hinchado como un burro. La próxima vez cenaré otra cosa o me traeré la cena de casa, ¡no más pasta!¡Paleodieta si hace falta!


Capítulo 2 - Domingo 12: desayuno, risas y viaje al lago

A las 7 y pico ya estábamos en pie. Bajamos a desayunar a la cafetería. A esas horas había poca gente, una pareja de la guardia civil y otro participante en el tri con su familia, En la televisión, que por cierto tenían a un volumen altísimo, estaban echando Epi y Blas.
Entre cafés y tostadas aún echamos unas risas con lo trallado que está Epi, aunque no sé si tanto como nosotros.
Tras el desayuno montamos todo en la furgo y para el lago: 14 km de carretera. Por el camino vimos muchos triatletas a bordo de sus monturas, algunos iban a la transición con sus mochilas y otros ya estaban calentando. Nos preguntamos si realmente será útil o necesario hacer esto pero bueno allá cada uno.
En un primer momento nos pasamos del desvío de la transición y sino llega ser porque veíamos a otros triatletas en sentido contrario y porque al final encontramos a Nacho y Pablo hubiésemos dado la vuelta al lago. ¡Menos mal!
Una vez allí el tiempo nunca sobra: montar las bicis, probarlas, coger todo el equipo, echarse protector solar y vaselina... al final siempre el tiempo justo.
Pasamos el control de material (es la primera vez que me miran el casco de forma tan analítica, ¿será por los baches? :-)) dejamos la bolsa en el guardarropa y nos enfundamos el neopreno.
A pesar de que no somos muchos participantes (158) se hacen salidas separadas. La nuestra, la última a las 10:15.

Capítulo 3-  Comienza la fiesta: la natación

2 vueltas a un triángulo de 1500 m en el lago. 


Preciosa, la natación más bonita que he hecho nunca en un tri, una maravilla de entorno, agua tranquila como una gran piscina y caliente (20,5 º)
Suena la bocina y se da la salida, ya no hay vuelta atrás. ¡Vamos allá!

Empiezo muy tranquilo, concentrándome en la técnica y en deslizar. Muy muy relajado, la primera vuelta la hago en grupo aunque sin muchos golpes.
La orientación no es problema salvo de la 2ª a la boya de la salida que pegaba el sol de frente y no se veía nada, pero bueno que tampoco tenía mucha pérdida.

La segunda vuelta la hice más en solitario y de nuevo sin problemas, relajado y disfrutando mucho. Me dio pena acabar, hubiese seguido jaja

Pongo pie a tierra y empiezo a subir por la rampa, 58'06", posición 18º de mi grupo de edad y 60º de todos los grupos. Para mí está muy bien y estoy muy satisfecho.

Capítulo 4 - La T1


Con mucha calma para hacer las cosas bien, lo primero quitar el neopreno y las gafas y dejarlas bien guardaditas en la bolsa, no vaya ser que me pierdan las cosas. Luego ponerme calcetines y ajustarlos muy bien. Usé un modelo de una casa inglesa 1000 mile y me fueron estupendamente. Por último ponerme el casco, las gafas, zapatillas y salir pitando...
o eso pensaba yo porque por el pasillo se engachó una bolsa de otro participante con el pedal de mi bici y tuve que parar, recogerle el neopreno y dejárselo en su sitio.

Capítulo 5 - Ciclismo


Recorrido en línea. supuestamente 82 km con bastates repechos, buen asfalto salvo 9 km muy malos y poco tráfico. Este era el perfil.


A mi personalmente me gustó bastante, recorrido entretenido, por perfil no me pareció demasiado duro, salvo un puertito de 3 km se hacía todo en plato.

Salgo de la transición y las piernas parece que responden. Meto plato y a rodar. el objetivo encontrar mi ritmo, ir cómodo y no cebarme demasiado que luego supuestamente había que correr.
Había dividido mentalmente el recorrido en 4 partes de 20 km como si fueran 4 triatlones sprint.
Los primeros 20 km hasta Palacios de Sanabria aproximadamente se me hicieron muy divertidos, era un terreno de repechos con sus respectivos descensos. se podía ir bastante rápido. Sin forzar nada, acordándome de comer y beber, pasé por el km 20 en menos de 40' a una media superior a los 30 km/h
De vez en cuando iba algún que otro ratillo acoplado, no tanto como quisiera porque todavía no estoy acostumbrado a la postura pero bueno para saborear un poco lo que es el triathlon (el original, con h) me llegó.
Del 20 al 40 también fui bastante rápido. Hombre, para mi y mi nivel, está claro que me pasó gente, entre ellos muchas cabras espectaculares pero vamos que alguna también adelanté yo y mi bici de 500 euros sacó su orgullo frente a tanto pepino.
Mi previsión inicial era hacer sobre 3 horas en la bici y en el km 40 iba por debajo del tiempo previsto. Decían que la segunda mitad es más fácil así que la cosa invitaba al optimismo. De piernas iba muy bien, muestras de cansancio ninguna y de momento iba bebiendo y comiendo bien. El único pero es que ya empezaba hacer bastante calor.

Del 40 al 60 cambió el cuento, cada vez se levantaba más viento en contra y era bastante constante, el paisaje castellano es bastante abierto y no había mucho resguardo. La media de velocidad comenzó a caer. en las subidas el cuentakm empezó a marcar dígitos que no había mostrado en toda la prueba y las bajadas ya ni parecían bajadas.
No me quise cebar ni desanimar, todo lo contrario, seguir mi ritmo y las sensaciones para no llegar desfondado a la carrera. En este tramo me adelantó bastante gente. Alguna cabra que yo había pasado antes y mi compañero Javi Anta que en bici va como un tiro.
Llego al km 54 donde estaba situado el último avituallamiento de bici y era el preludio del tramo bacheado de 9 km que tanto miedo nos había metido.
En verdad la carretera está en muy malas condiciones y hay unos boquetes impresionantes pero bueno yo ya pensaba que sería algo peor. Hay unos 2 km en los que el asfalto está muy rugoso al estilo del tramo que hay en la marcha de Ponteareas, muy incómodo para rodar, de hecho lo único que hice fue levantar el culo del sillín y dejar de dar pedales. Es una pena que esté así porque con buen asfalto ayer que había viento a favor y el terreno era descendente se tenía que volar.
No voy echar la culpa a la organización porque no sé si hay otra alternativa, imagino que no, y bastante hicieron con señalizar los boquetes gordos con pintura pero esa carretera es una vergüenza. No sé que harán los habitantes de Villalverde, un pueblecito que queda en el medio de esa pseudocarretera pero o tienen todos 4x4 o ya se dejarán una pasta en amortiguadores.
Por suerte no todos los 9 km son igual de malos, en algunos se puede rodar un poco aunque siempre con mucha precaución por los boquetes y atento a la posibilidad de pinchar, que no fueron 1 ni 2 los que lo hicieron.
Acabada la tortura en el km 63 se pasa de nuevo a una carretera buena y a afrontar un pequeño puertecillo. el único del día que merece tal nombre aunque sólo tendría en torno a los 3 km de ascensión y unos 80 m de desnivel, pero bueno tenía unas rampas que llamaban a meter plato pequeño. ¡Yo incluso tuve que meter todo el desarrollo un momento que me dio un calambre!
Fue el primero del día y en bici no se volvieron repetir, hacía ya mucho mucho calor. Seguí bebiendo y comiendo aunque ya empezaba anotar que el estómago no iba fino y no me entraba mucho líquido. Aún así me tomé un gel para esta última parte de la bici.
Ahora se suponía que era todo cuesta abajo hasta Santibañez. ¡Pues no se notaba! Puñetero viento, no había forma de pillar velocidad. Llaneando ya me costaba pasar de los 30, que horror.
Sobre el km 70, antes de llegar a Ayoó de Vidriales alcanzo a mi compañero Jesús que había sido el primero en grupos de edad en salir del agua, luego no pudo acabar el tri pero ¡ahí queda eso!
- ¡Ánimo, que sólo quedan 12 km y se acaba la bici!
Sigo mi camino y mi pelea contra el viento hasta el desvío hacia Rosino de Vidriales, pestosísimo se me hace, no daban pasado los km.
Al llegar al devío cambia todo de nuevo, viento a favor y últimos 3 km para volar. Al menos acabar con buen sabor de boca, me acoplo y veo al cuentakm subir hasta los 40 y pico, je a buenas horas...
Entro en Santibañez, me desabrocho los velcros y llego a la transición. Bici completada. Son las 2 y media, el primero acaba de llegar y ahora entraba en meta David Castro. Que suerte ya haber acabado, a ver quien corre ahora 20 km con el calor que hace.
Total bici: 3h07'36" 83,31 km,  26,78 de velocidad media y 53,6 de máxima Pobre, pero creo que si no fuera el viento hubiera rondado los 29-30 por hora.
El parcial oficial 21º de mi grupo de edad, 75º de todos los grupos,  3h12'16" (si, me dejé un mundo en las transiciones)

Capítulo 6 - La T2

La transición fue larga porque tenía que hacer bastantes cosas, me quito el maillot del club, el casco, me pongo gorra, le quito la plantilla izquierda a la zapa de ciclismo y se la meto a la de correr, al principio no entraba muy bien pero luego, tras varios intentos consigo ajustarla. ¡A ver si funciona! que sea lo que Dios quiera. Salgo a correr.

 Capítulo 7 - La carrera

Empiezo a correr y las piernas están sorprendentemente frescas. El calor me preocupaba porque sé que no se me da bien. Incluso una media maratón normal en esas condiciones sería muy difícil para mí pero bueno hay que echarle lo que hay que echarle.
El circuito consta de 2 vueltas de 10 km, la primera parte por un camino de tierra con polvo y piedras sueltas, el resto por una carretera.


El perfil es sinuoso sin grandes rampas pero lo peor es que en los 20 km no hay una sola sombra.


Mi idea inicial es correr hasta cada avituallamiento, pararme, beber con calma y caminando y luego volver a trotar.
Empiezo bien, trotando por debajo de los 5' el km. Llego al avituallamiento del 2,5, camino,  bebo, me remojo y vuelvo trotar.
Acaba el caminito de tierra y se pasa al asfalto, sigo corriendo, paso el km 5 en torno a los 24'. Ya estaba un cuarto de la carrera hecha pero...
Primera complicación, un calambre en un isquio me obliga a caminar unos cuantos metros antes de llegar a Villaobispo. Me vengo abajo, iba tomarme un gel pero resulta que he perdido los 2 que llevaba. Un palo más.
Tras unos minutos caminando (y bastante despacio además) me recupero del calambre y puedo volver a trotar. No volvería tener más calambres. Del 5 al 6 hago 6'22"
Llego al siguiente avituallamiento, tengo mucha sed, bebo y me refresco pero no me calma la sed.
Poco despues la debacle. Siento el estómago muy mareado, parece una lavadora, lleno de líquidos...
Me paro, me dan naúseas pero no logro vomitar, sigo caminando bastante despacio. Parece que se me pasa...
Me vuelvo poner en movimiento. Nada, de nuevo lo mismo, al poco de trotar, ganas de vomitar, muy mareado, muy mal.
Me hundo, totalmente, no merece la pena este sufrimiento, lo dejo, lo dejo al acabar la primera vuelta, llevo sólo 7 km, me quedan 13, demasiados...
Del 7 al 9 tardo casi 14' (13'55") imaginaros. Tan sólo troto un rato porque estaba un fotógrafo y le dije si vas hacer foto que sea corriendo.


Capítulo 8 - Push hard and never stop.

"Just keep happy and you will enjoy the day!  Push hard and never stop.... cheering for you!" - Esto me lo escribió en un mail Bree Wee, una de las pros que más admiro y una persona absolutamente extarordinaria. Es sólo un ejemplo podía daros más, mucha gente me ha escrito, llamado y dejado comentarios en el FB. Cada uno ha contado, ha sumado, me ha dado una fuerza extra, Los recordé, me acordé de todos vosotros. Sin esa pequeña pesa a un lado de la balanza el resultado quizás habría sido distinto.
Me acordé también de mí, de todos mis entrenos, de toda mi carrera, de mi vida... que ya está bien de fracasos este año, que no, que simplemente me MEREZCO acabar. Y mi club el Beariz Triatlón, que me ha apoyado siempre, y su presi Floro que ha confiado en mí. ¡Tenía que acabar!
A partir del 9 volví a correr o a hacer que corría ( a 6' el km), completé la primera vuelta, me dieron la pulserita y a por los últimos 10 km
Al volver al caminito de tierra me volví marear y volví parar, menudo calvario. Me adelanta mi compañero Jose Manuel, se extraña de verme caminando y me pregunta que me pasa.
-El estómago, voy mal, ánimo y tira para adelante.
Llevaba un buen ritmo, su debut en la distancia en el primer año en el tri a nivel federado. Un crack.
Sigo muy tocado a nivel moral pero decidido a acabar aunque sea caminando.
Llega hasta mi altura un triatleta, de Valladolid creo, y me propone ir corriendo hasta el avituallamiento.
-Venga va, a ver si aguanto.
Llegamos allí, nos paramos a beber y a refrescarnos. Los voluntarios nos animan, siempre nos animan. Un 10 para ellos.
-¡Vamos campeón que ya queda menos!
A todos aunque seamos unos paquetes, siempre una sonrisa en la boca. Es cierto que los avituallamientos no eran muy variados, sólo agua e isotónico, pero sólo la calidez humana y las sonrisas valen mucho más. GRACIAS!!
Despues del avituallamiento me sentí un poco mejor y pude correr un buen rato. Por un momento incluso pensé que podría llegar hasta meta corriendo porque cansado la verdad no estaba mucho, pero fue una vana ilusión porque en un segundo la situación daba la vuelta y volvía sentir vómitos.
Estaba claro que mi estómago no daba asimilado la bebida pero por otro lado tampoco podía dejar de beber, hacía tanto calor y tenía tanta sed...
Como ya tenía todo perdido me tomé un powershot de cola que tenía en el top, no me sientan las cosas con cafeína pero a ver si me hace algo o sino que me haga vomitar de una vez que quedaría bien.
No sé si fue efecto psicológico pero del 14 al 15 al menos puede hacer 5'52"
5 kms, no parecen nada, pero a veces son casi un mundo.
En el 17 me vi que acababa pero lejos de alegrarme lo que sentí es que se me agotaba la capacidad de sufrimiento, era cuesta arriba y creo que hice hasta el 19 andando. No encontraba motivos para volver a correr.
-Que le den, estoy harto, esto no merece la pena. Paso de la larga distancia.
Llega el 19
-Bueno, pues por un km que queda habrá que hacerlo corriendo. 
Recibo los ánimos de unos Lagunak que venían de recoger sus cabras y llego ya a la zona de boxes. Las voluntarias de las pulseras me preguntan si tengo que dar otra vuelta.
-Niña nooo!!! ¡antes elijo muerte!
- Pues entra en meta
Pocas veces he cruzado una línea de meta y no he sentido alegría, esta fue una de ellas.
Sergio estaba de espectador en las vallas, me anima.
No puedo ni sonreir, demasiado sufrimiento y del malo, del no buscado, del que no se disfruta. Tengo llegado más exhausto pero con la sensación de haber dado lo que tenía, aquí me he quedado con la impresión de no haberlo podido dar.
2h03'00" de "carrera", parcial 21º de mi grupo de edad, 69º de todos los grupos.
6h13'22" de triatlón, 23º y penúltimo de mi grupo de 30-34M., 73º de todos los grupos. Clasificado para el campeonato de España de Ibiza (jajajajjaja) Estaba para hacerlo mucho mejor pero... ¡Bienvenido a la larga!
Tan pronto cruzo la meta me voy tumbar a la sombra, me dicen que estoy pálido, que tengo mala cara... ¡y como no la voy tener!


No pude comer nada, hasta unas cuantas horas después cuando me tomé una coca-cola en el camino de vuelta a casa no volví ser persona.

Conclusiones.
  • Iba para aprender y aprender he aprendido. En primer lugar que en este tipo de pruebas con cierta duración en el tiempo hay un factor muy importante que es la comida y la bebida. Ya lo sabía claro, muchas crónicas he leído de gente con problemas de estómago que se ha tenido que retirar o ha acabado a duras penas muy alejados de sus objetivos iniciales. Por supuesto que en un IM la probabilidad de que algo de esto falle es mucho mayor ya que son más horas y necesitas ingerir más calorías pero bueno ya he visto que en un doble también sucede. Creo que la única solución es la experiencia, ver que te funciona y que no y en qué circunstancias. A lo mejor lo que te va bien en una ruta larga de bici no te va bien a pie.
  • Lo de la cena de la pasta para mí ha sido un error aunque no voy decir que fuera la causa, no lo sé.
  • También tengo claro también que el circuito de carrera a pie como este no me va, nunca se me dio bien hacer largas tiradas con calor, pierdo mucha agua y no la doy repuesto. Aún sin problemas calculo que estaría sobre 1h40', no mucho menos. No sé hasta que punto podría entrenarlo o educar a mi organismo a que funcione en esas condiciones.
  • La natación bien, se notaron esas travesías y me noté cómodo en el agua, entrenando 1 día  a la semana no puedo pedir más.
  • La bici aceptable para el entrenamiento que llevaba encima, mejorable en muchos aspectos, habiéndome acostumbrado más al acople por ejemplo. Creo que podía haber apretado un poco más sin merma para la carera a pie pero eso es una incógnita porque no pude apenas correr. Fue un error llevar el maillot encima del top, al principio bien pero luego pasé demasiado calor. Cosas que cambiaré si vuelvo.
  • No puedo perder 5' en las transiciones. Vale que es un doble olimpico y tenía el tema de la plantilla ¡pero es demasiado!
  • Las perneras de compresión funcionaron excelentemente, las volveré usar en distancias largas.
  • Sobre la prueba en sí decir que en mi opinión la organización es muy básica, el precio es caro sobre todo teniendo en cuenta lo que ofrecen pero ME ENCANTÓ por la simple razón de que encontré lo que buscaba: una prueba sencilla no masificada en la que el resultado fuera la lucha de cada uno frente a las circunstancias. No vi drafting por ningún lado, el recorrido de bici salvo los km de baches me gustó mucho, paisaje incluido. La carrera a pie ya dije que no me va este circuito pero es el que hay y lo acepto, no me pareció tan feo como decían, eché en falta sombras pero me traigo el buen sabor de los ánimos y las sonrisas. Lo básico lo encontré, luego que no haya camiseta de finisher, ni avituallamientos muy surtidos, ni medallita ni cosas así son cosas accesorias que se agradecen si las hay pero tampoco me importan
  • Si se agradece mucho el ambiente familiar y el trato cercano aunque creo que deberían, y eso no va sólo por esta prueba porque es lo habitual en casi todas, vigilar más el material de boxes.
  • Como conclusión final: me quedaron ganas de volver el año que viene :-)

Clasificaciones
Élite masculina (completas aquí)
1º Pedro Gomes Olímpico de Oeiras 4:08:25
2º David Castro Fluvial Lugo 4:13:19
3º Raúl Amatriain Lagunal  4:19:47

Élite femenina (completas aquí)
1ª Saleta Castro  Fluvial Lugo 4:51:22
2ª Estefanía Gómez Lagunak 4:54:40
3ª Agnes Kay Eppers Fluvial Lugo 5:05:20

Grupos de edad
Conjunta masculina (completas aquí)
1º Alfonso González 4:39:48
2º Miguel Daporta Olímpico Vedra  4:40:05
3º Pedro Quintela  Compeed Tri Oeste 4:46:43

Conjunta femenina (completas aquí)
1ª Sonia Quintela Compeed Tri Oeste  5:25:26
2ª Merce Magem C.N. Manresa 5:27:35
3ª Vanessa Pereira Tri-Oeste 5:31:22


Galerías de fotos: Lopenta

.