martes, 25 de agosto de 2015

XXVI Triatlón de Allariz

Un año más, de nuevo en la salida de este triatlón. 11 años han transcurrido de aquella primera vez. Algunas cosas han cambiado, ya no hay sillas para sentarse como aquel año (¡que tiempos aquellos! ahora ya nadie se sienta) y yo ahora tengo algunas canas más, pero otras cosas siguen siendo las mismas, el recorrido de natación y bici, y sigo usando las mismas zapatillas de ciclismo, las mismas ruedas y el mismo manillar que entonces. Aquel año entrenara un poquito más en bici eso sí, por aquello del debut. Ahora, aunque no lo parezca y tenga que repetirlo a cada prueba que voy, he dejado el tri, aunque siga asistiendo a este tipo de carreras que me apetecen. Siento que me lo tomo de otra manera. De momento las 3 pruebas que he hecho tras la retirada las he disfrutado mucho, sin presión ni expectativas de hacerlo bien o mal, sólo con ganas de disfrutar. 
Desde el tri de Porriño no había vuelto a coger la bici de carretera, aún tenía el dorsal puesto de aquel día y las ruedas el sábado por la mañana estaban a 2 bares de presión pero bueno si pude con el olímpico de Baiona malo sería.


Pese a eso no estaba yo muy animado a asistir por las previsiones de mal tiempo, no me gusta nada montar en bici con lluvia, más cuando lleva tiempo sin llover y el recorrido tiene una parte de bajada con curvas un tanto peligrosas. Cuando antes de la salida se empezaron a cumplir las previsiones y comenzó a llover me planteé incluso hacer sólo la natación. La verdad es que se estaba poniendo un día de lo más desagradable y no me apetecía nada, si total sólo acudía aquí para divertirme y pasar un buen rato.


Dejé las cosas en boxes y me enfundé el neopreno. El agua estaba bastante bien de temperatura, 20º, los últimos años nadé sin él, pero esta vez me lo puse, más por lo desapacible que se estaba fuera del agua que por otra cosa.
Cómo había récord de inscritos se hicieron de nuevo 2 salidas, la primera para federados y chicas, y la segunda para licencia de un día.
Ya en el agua hubo que esperar un buen rato a que todos estuviésemos más o menos colocados. Espera bastante incómoda dadas las dimensiones del río.


Se da la salida y, como diría Manquiña, hondonadas de hostias por todos lados. El espacio es el que es y aunque intentes evitarlo enseguida te ves envuelto en medio del montón sin posibilidad de escape. No empezaron las cosas bien ya que comenzó a entrame agua en las gafas.


Tuve que pararme a mitad de la ida para vaciarlas y volverlas colocar.




Tras el retorno bajo el puente romano pude nadar más cómodo y me dio la sensación de que la vuelta la hice bastante mejor que la ida.



Al final salí del agua en 16'25", parcial 84º. algo más de 1' mejor que el año pasado que nadé sin traje pero tampoco gran cosa. Recuerdo haber hecho alguna natación de 15' y alguna sin traje de 16' pelados. De todas formas conforme, no estoy descontento.
Lo mejor fue que al salir del agua había parado de llover y eso me animó bastante.
Transición...





Lenta pero algo mejor que otras veces, no me lié con el traje. 16" peor que mi compañero de equipo Anta que salió después que yo del agua y comenzamos juntos a pedalear.





Ahora a darle a la bici. A ritmo y a disfrutar, no se me puede pedir mucho más. No la estoy cogiendo nada pero 24 km pasan pronto.
Por supuesto a Javi Anta fue un visto y no visto, enseguida desapareció de mi vista en este su segmento fuerte. Lo mismo puedo decir de otro Javier, Gómez Iglesias, que me pasó como un tiro en la subida.
Por suerte no todos iban tan rápido y se formó un grupeto con quien sí pude compartir kilómetros. Era subida y tocaba dar pedal pero su compañía me vino bien. Me quedé a cola de grupo y me llevaron hacia arriba.
Intenté llevar una cadencia alegre y no abusar mucho de desarrollo, la verdad es que me encontré mejor de lo que esperaba.


En las curvas tuve cuidado pero en general me sentí muy seguro. El recorrido era puertecillo, descenso y vuelta a subir hasta un punto de retorno. Muy bonito, aunque hay que ir con algo de cuidado ya que no está totalmente cerrado al tráfico. Los cruces eso sí, están controlados.
Bajando también me encontré muy cómodo. Con precaución en las curvas pero sin ningún tipo de problemas.


50'57" de parcial oficial, el real de la bici ni idea porque ya hace más de un año que se me estropeó el cuantakilómetros. De todas formas mejor que el año pasado que fui con lumbalgia y me costó mucho. No es mi mejor tiempo aquí pero para apenas montar en bici está genial, poco he perdido.
Quedaba la carrera que ahí sí que no me encontré demasiado bien para los entrenamientos que estoy haciendo. El recorrido tampoco es que sea muy rápido, al revés, tramos de escaleras, caminos, hierba... poco menos que un cross.


Fui cómodo, al tran tran pero para ser mi segmento fuerte no tuve grandes sensaciones. El no entrenar la bici lo estoy notando más en la carrera que en la parte de bici. 


La verdad es que con la temperatura ideal para correr debería haberme salido un parcial mejor pero me fui a los tiempos de los otros años, 22'16" (49º) y eso porque en el último kilómetro me alcanzó mi compañero de equipo Ángel y corrí un rato con él sino me dejaría ir.


Total 1h29'38", puesto 76º. No me quejo para nada, acabé muy entero y muy fresco, la tarde se quedó buena, disfruté del recorrido y el tiempo final no desentona nada de otros años en los que sí entrenaba un poco más para triatlón. Si hasta me subí al podio para recoger el trofeo de campeones por equipos junto a dos fieras como Chiqui y Armando. Aunque yo no puntué claro, pero bueno, al final el triunfo es de todo el club.


Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º  Alberto González Nfoque Race Team  1:11:01
2º Nicolás Domínguez  HPS Triatlón  1:12:37
3º Pedro Antonio Esmorís Triatlón Arteixo  1:12:58

Femenina
1ª  Mar Villar Trinorth  1:22:18
2ª  Helena Fernández Triatlón Ribeira  1:27:14
3ª  Olalla Duro  Artrogal  1:30:22

Fotos: Erik Alfonso (gran reportaje, muchas gracias)

Al día siguiente tenía previsto participar en le travesía a nado de la Ría de Vigo. Las malas previsiones meteorológicas y unas molestias cervicales me desanimaron de acudir a Vigo, cosa providencial puesto que la travesía se suspendió y no se llegó a disputar. Perdido el dinero de la inscripción al menos no perdí el del viaje. 

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