lunes, 4 de junio de 2012

Final de biatlón escolar y Carreira Torre do Castro Sandiás

Fue esta una semana un poco complicada, con muchas tareas pendientes, mucho que estudiar, exámenes próximos, plazos de tiempo que intentar cumplir y sobre todo con multitud de factores que no dependen de mí y que no puedo controlar. El tiempo pasa y cada vez tengo menos margen de error, y tras una década dando palos de ciego uno empieza a estar aburrido y cansado.
Sin embargo, de lidiar con la decepción se aprende que una actitud negativa sólo empeora las cosas. Al cuarto día de levantarme amargado me di cuenta de que así no soy yo. En el fondo las necesidades básicas son muy poquitas y afortunadamente por el momento las tengo cubiertas.
Siempre he sido de la idea de que la infelicidad viene más por las cosas que sobran que por lo que falta, no hay como simplificar la vida. Si no se puede llegar a todo no se puede llegar, si no se puede cumplir con todo no se cumple, sólo hay una máxima: "hacer cada día lo mejor que se pueda hacer."
De todas formas tengo la sensación, quizás un poco tonta o ingenua, de que estos son los obstáculos finales de un ciclo y después las cosas irán a mejor.
Así a finales de semana ya estaba con los ánimos más recuperados y con ganas de seguir haciendo cosas. 
El sábado nos tocó ir a Vilalba con los niños de la escuela para la final del gallego de biatlón escolar. Creo que ya lo comenté alguna vez aquí, el biatlón es una disciplina que combina natación y carrera a pie que se hacen de forma separada y donde los participantes salen a correr según el tiempo que hayan hecho en la natación. El primero nadando sale primero en la carrera y los demás salen con el retraso del tiempo perdido nadando con respecto a él.
Como era una final autonómica el nivel la verdad  era bastante elevado. Así veías benjamines (8-9 años) nadando los 50 m en apenas 35", alevines en torno a 1'10" los 100 m, infantiles en torno a 2'20" los 200 y en cadetes por ejemplo apenas había 3 o 4 tiempos por encima de 6' en los 400 m.
Nosotros somos una escuela pequeña tanto en medios materiales como humanos pero a lo largo de este tiempo hemos conseguido formar una base de una decena de niños que entrena de forma estable, unos padres implicados y un buen ambiente de equipo. A estas edades no es muy fácil mantener la motivación para ir a entrenar o competir cuando se está lejos de las primeras posiciones por eso lo que hacen tiene mucho mérito.
Entrenamos, competimos y lo pasamos bien.

Esto fue en el biatlón de Pontevedra

Con esta competición acabamos lo que es toda la fase escolar, tuvimos representación en todas las competiciones ("nada e corre", duatlón, biatlón), nos llevamos una medalla en el gallego de duatlón y dimos una buena imagen allí donde fuimos. Espero que para el año pueda seguir habiendo escuela y el proyecto se siga consolidando.

En el "provincial" de Pontevedra con los mismos protagonista que en Vilalba

Ya el domingo me llegó el turno de competir a mí: III Carreira popular Torre do Castro en Sandiás. A pesar de su cercanía nunca había acudido a esta carrera y la verdad es que me gustó.


Sandiás es un pequeño ayuntamiento de la comarca de Limia y la torre que da nombre a la carrera son los restos de una antigua fortaleza del S.XII protagonista de unas cuantas batallas a lo largo de la historia.


En esta ocasión la batalla sería contra un duro pero divertido perfil.

 

8 Km de recorrido y un puertecillo de montaña al que subir. No es algo muy habitual en las carreras populares y le da el toque original y un componente de reto a la prueba.

 
 Una prueba apta para cabras.

Con alrededor de 170 corredores en la línea de salida, buena temperatura y cielo parcialmente cubierto, las condiciones para correr eran bastante buenas.
Problemas con la pistola de los jueces le dieron un toque de incertidumbre a la salida que al final se dio al estilo 'lanzamiento espacial': 5... 4 ... 3... 2... 1...
Al poco de salir nos encontramos con un coche de frente por una de las calles que imagino que se llevaría un buen susto al ver venir a toda la tropa encima. Aunque tuvo su peligro al final quedó en una simple anécdota estando bien controlado el resto del circuito.
El primer kilómetro era llano tendiendo ligeramente al descenso con lo que se salió muy rápido. Aconsejado por quienes conocían la carrera intenté reservarme para poder afrontar la subida con garantías, aún así 3'48" este paso marchando en posiciones bastante retrasadas.


En el segundo kilómetro ya afrontamos una pequeña subida hacia la elevación donde se sitúa la torre, apenas unos 500 m para ir entrando en calor. Aquí el ritmo se redujo (4'11") pero ya pude ir remontando posiciones. No sé si es cosa mía o de la edad que cada vez me cuesta más salir y hasta que no transcurren unos minutos de carrera no me empiezo a encontrar bien, -o eso o que la gente peta- pero una vez nás se repite el guión.
El km del 2 al 3 era de nuevo ligeramente descendiente y me volvió salir por debajo de 4'. A partir de ahí ya se empezaba a subir.

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Como no conocía el terreno y había escuchado comentarios de que si había que subir andando o que si cuando pensabas que ya se acababa volvías a encontrarte con una cuesta más pronunciada me puse un ritmo bastante conservador. No tuve grandes problemas y supongo que debido a esto al final la cosa no me pareció para tanto. El km más lento fue del 4 al 5 que me llevó casi 6' (5'57") y me recordó al Aviaman pero a pie claro.
Aquí me pasó Suso como una moto, impresionante, hablando como si nada en una zona que debía tener en torno al 10-12% de desnivel.
En el siguiente km había un ya descansito en forma de descenso para a continuación encontrarse con... ¡sorpresa! la que quizás sea la rampa más dura de la subida. Corta pero intensa, la puntilla para coronar el alto, unos 770 m de altitud, y divisar unas vistas impresionantes del valle del Limia.
Los 2 kilómetros de bajada que venían a continuación fueron en los que peor lo pasé. Ya las bajadas prolongadas y pronunciadas se me dan mal pero el domingo aún encima venía con dolor de patas y bajar se me hizo penoso. De hecho creo que no corría, sólo levantaba los pies :-D
El resultado fue que perdí 4 de los puestos que había ganado en la subida. No sé si estos últimos km estaban bien medidos, porque la sensación de velocidad era vertiginosa y sin embargo me dieron por encima de 4'. A ver si ahora cuesta abajo voy más lento que cuesta arriba...

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Bueno, sea como sea al final cruzo la línea de meta en 35'32" y 41º posición, 5 puestos por delante del 46º que llevaba premio (había premio a determinados puestos, al último por ejemplo le correspondían 3 raciones de pulpo, no era mala idea ir haciendo tiempo jeje)


El resultado no es ni muy bueno ni muy malo, me sentí bastante cómodo, mucho mejor que la semana pasada en Bóveda pero sigo pensando que a estas alturas debería encontrarme mucho mejor. De todas formas si acabé contento y de buen humor.
La carrera muy recomendable, divertida, buen ambiente y aún encima gratuíta.

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Álvaro de la Fuente OAAP  28:53
2º Jose Manuel Casado  Vía XVIII  30:04
3º Ignacio Feijoo  30:35

Femenina
1ª Sonia Teijeiro  Veteranos Pabellón  36:44
2ª Silvia Rodríguez  Esprintes 38:18
3ª Ana Belén Losada  Burgas  40:15

Fotos: Gely,

1 comentario:

Celina dijo...

Felicidades a los peques y también a ti! me encanta la foto de la cabra, es genial. Y el perfil de la prueba es de lo más original. Bravo también por tu filosofía durante la semana, has ido de menos a más como en una buena carrera. Un besote

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