Si la semana pasada tocaba la de cal, ahora lo hizo la de arena. Ha sido el triatlón en el que peor lo he pasado junto a un triatlón do Miño que corrí hace ya muchos años. A veces las cosas se tuercen ya desde el inicio...
Ayer, en caliente, escribía que la prueba me había dejado muy tocado. Hoy ya el sufrimiento prácticamente lo tengo olvidado y lo veo como una batallita más.
Pero comencemos por el principio...
Triatlón de distancia 'corta', como llaman ahora a la olímpica de toda la vida. Por mi parte pienso seguir llamándola olímpica porque lo de corta como que no: 1500 m de natación, 40 Km de ciclismo y 10 Km de carrera a pie, en principio me gustan las distancias y casi diría que es mi medida ideal. Lo que pasa es que a veces las cosas no salen según lo previsto.
Llegada a Riveira en menos tiempo del esperado, se hace un poco de paliza el viaje pero es todo por autopista/autovía -salvo algún tramo de nacional que hice para evitar el atraco de algún peaje- así que bien. Día soleado, no muy caluroso a eso de las 10 de la mañana, buenas condiciones para competir salvo por un pequeño detalle: hace un viento de la leche. Ya lo sentía en el coche, según meteogalicia se esperaban rachas de 40 a 60 Km/h.
La bici se iba hacer pestosilla pero había algo peor: el agua. Mar picado con olas pequeñitas pero muy molestas. Por encima la Tª del agua 15º. Tenía mala pinta.
La natación (2 vueltas) se iba hacer bastante lejos de la transición, al parecer a causa de un ave marina que estaba nidificando en la playa. Si es así acepto de buen grado el sacrifico de la larguísima transición.
Despues de que acabara el tri popular, con distancias más cortas, empezaron las pruebas del campeonato gallego. Las primeras en salir fueron las chicas con la gran Saleta Castro como favorita y 10 minutos más tarde lo hicimos nosotros.
Viendo la natación de las chicas desde la orilla ya nos dimos cuenta de que iba ser complicado. Entre las inscritas había buenas nadadoras (la propia Saleta, Estefanía, Balbina, Blanca, Lorena...) y apenas se veían avanzar. Además la corriente las empujaba continuamente a estribor, por usar un término marinero.
A los 10' todavía estaban doblando la segunda boya cuando ya deberían estar casi completando la vuelta.
-Uf
Se da nuestra salida y comienza mi suplicio.
En principio, no es que la natación me diera mucho miedo, respeto sí, pero sería cuestión de no perder la paciencia. Lo que no contaba es que ya en las primeras brazadas me entrara agua en las gafas.
No empezamos bien, no. Me paro en el agua a colocarlas con lo que ya no me entra más pero la que hay dentro ahí se queda. Resultado: nado superincómodo y medio cegato.
Ya la orientación no era muy fácil y la corriente no te dejaba trazar una línea recta pero en esas condiciones mucho peor, sólo estaba deseando acabar la primera vuelta para vaciar las gafas.
Doblo la primera boya y la travesía contracorriente se hace durísima. Las olas eran pequeñas pero eran como bofetadas que no guardan un ritmo ni una serie lógica al ser causadas por las rachas de viento.
De aquella aún iba con compañía pero me agobié, tragué agua, parecía que no daba cogido aire y lo pasaba realmente mal. Es la primera vez que me agobio tanto en el agua.
El retorno a la playa no fue mejor. Desde la boya las banderolas blancas que delimitaban la salida no se distinguían de la arena. Culpa mía, en parte, no haber tomado alguna referencia en la orilla. Iba como a ciegas así que no quedaba otra que fiarse de los otros gorros que se veían desperdigados delante mía.
Así fue hasta que empecé a ver a unos cuantos gorros hacerse más grandes.
-¿Pero que coño pasa?
Me paro, miro a mi alrededor, nado a braza...
Luego caigo en la cuenta. Son los que están iniciando la 2ª vuelta y nos estamos cruzando a causa de la corriente, menudo caos.
Los siguientes metros a esquivar cabezas.
Aquí se puede ver como se cruzaba la gente |
Toco la arena y me dan ganas de quedarme allí. Lo que menos me apetece es volver al agua pero quito el agua que había llevado en las gafas desde el inicio y vuelvo otra vez.
Parece que no tenía el día porque las gafas vuelven quedar mal colocadas. No me entra tanta agua como antes pero me vuelvo tener que parar a colocarlas.
-Hala, ya llevo los 2 ojos escocidos por la salitre.
Conocedor del panorama en la ida intento relajarme lo más posible, soltar el aire bajo el agua y nadar fluido. Estoy demasiado tenso.
Digamos que hasta doblar la 2ª boya voy bien, dentro de lo que cabe claro, peleándome con el agua, pero bueno, aún veía gente no muy lejos.
Lo peor, pero lo peor de lo peor fue el camino de vuelta. Ahora sí que no veía ninguna referencia, ni gorros ni nada. Ver las banderolas en mi caso imposible así que inicio el retorno sin saber a donde ir. La corriente hizo el resto.
Acabé descubriendo que llevaba un rumbo equivocado y que estaba yendo a parar al culo del mundo no por ver las banderolas sino por empezar a reconocer que aquello rojo que se veía a lo lejos era el kiosko de helados que había visto cuando iba camino de la salida.
En las redes sociales y en los foros se está criticando la falta de medios en el agua (sólo había una zodiac) y en parte si que se notaba cierto desamparo. Un par de kayaks que te dieran algo de seguridad o te guiaran un poco, o al menos que no te dejaran desviarte tanto, se agradecería bastante. La verdad es que, aunque no lo sentía como una situación peligrosa, llegué a pensar que en ese momento, si quisiera abandonar, no me quedaba otra que llegar hasta la playa por mis medios porque a mi alrededor no veía a nadie. Quizás no fuera así pero esa era la sensación.
Habiéndome desviado tanto la única solución para salir por donde debía era hacer un último tramo prácticamente contracorriente lo cual, resultó desesperante por lo poco que avanzaba.
Por fin pongo pie a tierra, apenas quedaba nadie en el agua pero la gente nos animaba igual que si fueramos de los primeros. En ese sentido chapeu por el público y los voluntarios de Riveira. Toda la prueba genial.
44'07" (para flipar en colores) y parcial 133º
Pensaba que lo peor ya había pasado ¡error!
Lo peor fue la transición. Cuando vi que el crono estaba en 46' me dieron ganas de reir y de llorar a la vez, pero es que además estaba mareadísimo y no coordinaba nada bien mis movimientos. Por primera vez en mi historial triatlético me tuve que sentar en el suelo para quitarme el neopreno porque de pie no era capaz. Otro fallo mío fue el insistir en ponerme calcetines ahora y no dejarlo para después de la bici. Porque una cosa es perder 1', que lo asumo (ya que no me juego nada) antes de volver a sufrir las rozaduras en los pies de mis 2 primeros triatlones olímpicos (corrí sin ellos) y otra perder 5' porque no era capaz de ponérmelos.
Sensaciones horribles, mareadísmo y muy muy flojo. No era capaz de comer ni de probar agua del bidón, al menos hasta la 2ª vuelta no fui capaz, porque sentía que si bebía acabaría vomitando todo el agua que tragara en la natación.
Aún para más ya me doblan en esta primera vuelta y tengo que frenar, casi detenerme para que pase el grupo. Motivación cero. Las ganas de retirarme iban en aumento. Muchas veces me he preguntado lo de que coño pinto yo aquí antes de empezar una carrera pero muy pocas durante la misma, esta fue una de ellas.
Como se preveía la bici en las zonas de viento en contra resultaba durísima y más yendo en solitario. Lo único de agradecer era que el par de repechos que había por vuelta estuvieran bastante resguardados.
Los 40 km no tuvieron mucha historia. Intenté cambiar el chip y verlo como un entrenamiento porque ya estaba fuera de carrera y poco tenía que hacer, hasta me daba miedo acoplarme por los bandazos del aire.
En el km 30 por fin me pude tomar un gel. A falta de 3 Km me alcanza un triatleta del Ferrol y es la única compañía que tengo en toda la mañana.
En fin, sector de bici-trámite cumplido en 1h25' a 28'5 Km/h de media, muy pobre a la vista del perfil aunque considerando las circunstancias, el viento, ir en solitario, etc. hasta diría que no es tan malo.
Parcial oficial 1h30'20" (124º)
Lo que menos me apetecia era correr, y mucho menos 10 Km, pero una vez llegados a este punto no quedaba otra que acabar la prueba. Para ir sin ninguna motivación no fue del todo mal. No gané muchos puestos porque la mayoría de gente a la que adelantaba me sacaban ya una vuelta así que únicamente me desdoblaba.
El circuito era bastante llano, la única dificultad era el tramo donde soplaba viento en contra. El resto se hacía bastante bien, con muchos ánimos por parte de los voluntarios y la gente.
45 minutitos pelados (45'01") para dar carpetazo a esta competición. Sólo apreté un poco para bajar de 3 horas (algo así como el gol de honra) Parcial 82º
En el momento muy decepcionado. Ahora considerándolo con algo más de calma pues bueno... de 165 inscritos sólo acabaron 131 con más de 13 retirados, al menos 9 en la natación y un buen susto para el chico que se cayó desplomado al pisar la arena (por suerte no fue nada y se encuentra perfectamente)
O sea que... nada, acabamos y áun menos mal, otra batallita más que contar.
Clasificaciones (completas aquí)
Femenina
1ª Saleta Castro 2:31:39
2ª Mª Martínez Atl. Porriño 2:44:40
3ª Blanca Labandeira C.T. Mar de Vigo 2:45:38
Masculina
1º Alejandro Álvarez WildWolf Lugo Fluvial 2:13:19
2º Jose Manuel Pardo Muralla Lugo 2:13:48
3º Iván Rubio Muralla Lugo 2:14:49
Fotos: La Voz, Portela MTB, MCaudiovisual, Diego Porto, Patricia,
3 comentarios:
Está claro que no fue tu día. La verdad es que resulto un tri más duro de lo que se preveía. El viento hizo de las suyas pero, como bien dices, otra muesca más en la culata y a por la siguiente.
Uf, día torcido desde el principio, pero bueno, lo importante es que con el paso de los días estás más animado que en el face se te notaba bajonero total. Eres un tío genial, así que no me cabe duda que pronto te saldrá una competición bien chula como tú te mereces! no te desanimes!
Xocas, en la próxima no te voy 10' de ventaja en la natación eh? buena carrera la tuya
Celina, el sufrimiento pronto se olvida jaja
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