Otra semana con doble cita competitiva. El jueves festivo se celebraba en Moaña la 3ª edición de esta travesía a nado que ya se ha consolidado en cita obligaria del calendario gallego. Bonita, barata (2 euros) y bien organizada. Da gusto participar en pruebas así.
Hasta allí fui con mi compi de atletismo Patricio y una vez en Moaña nos encontramos con muchos amigos más: Óscar, Marcos... Muchísimo ambiente con muchas caras conocidas y cracks del triatlón.
¡O Fisgón! |
Se desbordaron la previsiones de participación y hasta se agotaron los gorros, aunque al final nadie se quedó fuera. El recorrido constaba de algo menos de 2 Km trazando una especie de cuadrado delimitado por unas boyas y varias bateas.
El neopreno era opcional. Yo lo usé ya que no me apreció que el agua estuviera tan caliente como decían.
La salida fue un tanto caótica con tanta gente. Intenté salir por un lado para evitar golpes aunque hasta la primera boya fue una natación bastante sucia.
Después el camino se despejó un poco, aunque a la hora de doblar la batea se volvió juntar la gente.
Nadé un poquito agobiado e incómodo, por el rollo ese que te estén tocando los pies, y se te estén cruzando a cada brazada. Supongo que por eso, la prueba se me hizo un pelín larga. Al salir me pareció que estuviera en el agua más tiempo del que en realidad estuve.
En el retorno a la línea de salida/meta volví coincidir con un grupo donde había muchos palos y, aunque intenté no meterme en el medio de los fregados, tampoco pude nadar tranquilo.
Al final el tiempo no fue malo: 35'35" a un ritmo de 1'51" el 100 que no está mal para mí. Aunque claro, hay que decir que las condiciones eran ideales, las aguas allí son muy tranquilas, es como una gran piscina de agua salada, el día estaba estupendo y se nadaba con neopreno. Puesto 157º de 240 llegados.
Foto de familia |
Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Antón Ruanova 22:30
2º Uxío Abuín 22:31
3º Diego Paz 22:32
Femenina
1ª Sandra Presas 25:04
2ª Laura Nerea Balsa 26:21
3ª Mónica Incera 26:29
Fotos: Rafa Pride, GV Sports, Alfonso Jares,
Ya el sábado se disputaba una edición más del triatlón popular de Allariz. Vuelta a los orígenes, al triatlón del debut, uno de los que conserva ese algo de los clásicos y que lo convierte en especial. El triatlón ha cambiado mucho en los 9 años que llevo en él, con sus cosas buenas y malas. Desde hace tiempo ya no me siento muy triatleta pero, a Allariz, siempre quiero volver. Con todos los defectos que pueda tener, como el año pasado, que no hubo avituallamiento en la carrera a pie, siempre quiero volver. Ya digo, es especial.
Este año volvió a coincidir un día de mucho calor. Cielos despejados y sol en todo lo alto con temperaturas rondando o superando los 35º. En la natación estuvo prohibido el neopreno aunque, la verdad, es que ya tenía en mente no utilizarlo. Llevar hasta allí lo llevé, porque en ese río nunca se sabe.
El agua estaba bastante buena, más caliente que el año pasado, aunque en la zona de la salida dudo que llegara a los 22º. Quieto tenía frío pero para nadar estaba bien.
Como viene sucediendo en las últimas ediciones se repartió la salida en 2 tandas, los federados en la primera y el resto en la segunda.
Nadar más de 100 personas en un río tan estrecho es un poco complicado. De hecho, hasta prácticamente el puente romano, en la mitad del recorrido, no pude encontrar terreno libre ni prácticamente adelantar a nadie.
Muchos palos y una natación muy sucia, incluso entre los compañeros de equipo que íbamos ahí, todos juntos.
Antes de doblar el puente mi compi Javi Anta y yo nos enganchamos en unas ramas caidas en el río. ¡Vaya peligro! yo me hice algo de daño y hasta pensé que me había roto el mono. Libramos como pudimos y a seguir.
La vuelta fue algo mejor.
Salí del agua en el puesto 67º con 16'46". No es un gran tiempo, está en la línea de los años anteriores, casi como el año pasado, pero en el momento me dio la impresión de que había nadado bien.
Las bicis de mis compañeros de club estaban todas en boxes y eso me animó. Monté en la bici a la par que el Pescas, pero el Pescas este año anda mucho y no le pude seguir ni 100 m.
La verdad es que no pude seguir a nadie, porque no me funcionaba el desviador y era incapaz de meter el plato grande.
¡Menuda liada! Ya me veía haciendo el recorrido entero con los 34 dientes. Para subir aún bueno, nos apañaríamos, pero para bajar... si ya se me queda corto el plato de 50...
En una pequeña bajadita antes de iniciar con la ascensión ya lo pude comprobar en mis propias carnes, cadena cruzada plato pequeño-piñón pequeño y pedaleando en el vacío. Sensación de ridículo total, me pasaba todo el mundo y ya no sabía si mover las piernas, quedarme quieto, bajarme de la bici o que.
Por suerte al empezar la parte más dura si pude meter el plato grande y aliviado me quedé.
-Ya hago todo lo que resta de recorrido en plato sí o sí.
Solucionado este imprevisto, por que era en realidad imprevisto ya que antes de entrar a boxes había probado todos los cambios y funcionaba, intenté volver a centrarme en la carrera.
Normalmente esta parte más dura es la que mejor se me da pero esta vez parece que no fue así y las sensaciones no fueron muy buenas.
Supongo que como me adelantaron auténticas balas sobre dos ruedas, me hicieron creer que iba peor de lo que iba. Mis compañeros Roni, Gonzalo, Marcial... una chica Almudena que subía de forma impresionante, y otros más.
Poco antes de llegar al alto me adelantó un chico de mono rojo y negro que me vino genial como referencia para el tramo de bajada hasta el retorno, así podía ver la trazada en las curvas.
Inicié el retorno con mejores sensaciones que rato atrás. La bajada de antes se convertía en subida que negociaba bien en plato. El año pasado tuve que sacarlo así que era buena señal.
Volví adelantar al compañero y le saqué unos metros al coronar de nuevo el alto.
A continuación venía un terreno malo para mí, que no soy muy habilidoso bajando, y en el que además, el desarrollo siempre se me queda corto. Pasar de los 60 Km/h con el 50x13 me resulta muy complicado, de ahí que no es de extrañar que el compañero volviera contactar y que además, me alcanzara otro grupito que venía por detrás.
Los 24 km de bici quedaron zanjados en 49'15" de parcial oficial (71º) Perdí los datos del cuenta de la bici pero creo que la media me salió por debajo de los 30 Km/h. De todas formas no fue una mala bici para mí, mejor que el año pasado.
Restaba tan solo el trámite de la carrera a pie que con el calor se hizo bastante dura. Además, no sé por qué, pero me pareció que el recorrido era más largo que el año pasado. Por una parte pasamos por los mismo lugares y no parecía haber variación, pero por otra este año me salió un minuto más y el recuerdo del año pasado es de una carrera horrible en la que que llegué deshidratado.
Por suerte en esta edición si que había avituallamiento durante la carrera.
El calor me incomoda para correr, no es ningún secreto. Pude pillar un ritmo e ir relativamente bien pero no soy capaz de exprimirme en estas condiciones.
Lo mejor las sombras de la orilla del río y el paso por la piscina, con mucho público y niños chocándote la mano. Lo peor, esta cuesta matadora...
...y la parte final que te hacen dar un pequeño rodeo y se hace eterno.
23'22" de carrera al final, 50º, aunque no pude ganar muchas plazas. De hecho en los últimos metros perdí dos.
1h29'23" fue el tiempo global en la la línea de meta, al menos bajamos de la barrera psicológica de los 90'. Puesto 61º, de 124 llegados.
La valoración global es buena. Aunque si pienso que en menos de un mes tengo en el calendario un medio IM, en algunos aspectos veo más sombras que luces. Pero bueno, en el fondo me inscribí para tener un aliciente para el verano y disfrutar más del camino, que por la guinda del pastel. Hay que convencerse; si, se puede!
La verdad es que no pude seguir a nadie, porque no me funcionaba el desviador y era incapaz de meter el plato grande.
¡Menuda liada! Ya me veía haciendo el recorrido entero con los 34 dientes. Para subir aún bueno, nos apañaríamos, pero para bajar... si ya se me queda corto el plato de 50...
En una pequeña bajadita antes de iniciar con la ascensión ya lo pude comprobar en mis propias carnes, cadena cruzada plato pequeño-piñón pequeño y pedaleando en el vacío. Sensación de ridículo total, me pasaba todo el mundo y ya no sabía si mover las piernas, quedarme quieto, bajarme de la bici o que.
Por suerte al empezar la parte más dura si pude meter el plato grande y aliviado me quedé.
-Ya hago todo lo que resta de recorrido en plato sí o sí.
Solucionado este imprevisto, por que era en realidad imprevisto ya que antes de entrar a boxes había probado todos los cambios y funcionaba, intenté volver a centrarme en la carrera.
Normalmente esta parte más dura es la que mejor se me da pero esta vez parece que no fue así y las sensaciones no fueron muy buenas.
Supongo que como me adelantaron auténticas balas sobre dos ruedas, me hicieron creer que iba peor de lo que iba. Mis compañeros Roni, Gonzalo, Marcial... una chica Almudena que subía de forma impresionante, y otros más.
Poco antes de llegar al alto me adelantó un chico de mono rojo y negro que me vino genial como referencia para el tramo de bajada hasta el retorno, así podía ver la trazada en las curvas.
Inicié el retorno con mejores sensaciones que rato atrás. La bajada de antes se convertía en subida que negociaba bien en plato. El año pasado tuve que sacarlo así que era buena señal.
Volví adelantar al compañero y le saqué unos metros al coronar de nuevo el alto.
A continuación venía un terreno malo para mí, que no soy muy habilidoso bajando, y en el que además, el desarrollo siempre se me queda corto. Pasar de los 60 Km/h con el 50x13 me resulta muy complicado, de ahí que no es de extrañar que el compañero volviera contactar y que además, me alcanzara otro grupito que venía por detrás.
Los 24 km de bici quedaron zanjados en 49'15" de parcial oficial (71º) Perdí los datos del cuenta de la bici pero creo que la media me salió por debajo de los 30 Km/h. De todas formas no fue una mala bici para mí, mejor que el año pasado.
Restaba tan solo el trámite de la carrera a pie que con el calor se hizo bastante dura. Además, no sé por qué, pero me pareció que el recorrido era más largo que el año pasado. Por una parte pasamos por los mismo lugares y no parecía haber variación, pero por otra este año me salió un minuto más y el recuerdo del año pasado es de una carrera horrible en la que que llegué deshidratado.
Por suerte en esta edición si que había avituallamiento durante la carrera.
El calor me incomoda para correr, no es ningún secreto. Pude pillar un ritmo e ir relativamente bien pero no soy capaz de exprimirme en estas condiciones.
Fotos cortesía de Juan Carlos Ferro |
Lo mejor las sombras de la orilla del río y el paso por la piscina, con mucho público y niños chocándote la mano. Lo peor, esta cuesta matadora...
...y la parte final que te hacen dar un pequeño rodeo y se hace eterno.
23'22" de carrera al final, 50º, aunque no pude ganar muchas plazas. De hecho en los últimos metros perdí dos.
1h29'23" fue el tiempo global en la la línea de meta, al menos bajamos de la barrera psicológica de los 90'. Puesto 61º, de 124 llegados.
La valoración global es buena. Aunque si pienso que en menos de un mes tengo en el calendario un medio IM, en algunos aspectos veo más sombras que luces. Pero bueno, en el fondo me inscribí para tener un aliciente para el verano y disfrutar más del camino, que por la guinda del pastel. Hay que convencerse; si, se puede!
Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Lucas Escaneo CT Morrazo 1:14:04
2º Miguel Ángel Varela Bikestrada 1:14:59
3º Jose Luis Dorado Mar de Vigo 1:16:13
Femenina
1ª Silvia Veira Arcade Inforhouse 1:25:34
2ª Almudena Vázquez Mar de Vigo 1:28:41
3ª Mar Villar CT Morrazo 1:28:50
Fotos: GV Sports, Patricia, Manuel G. Colomo
2 comentarios:
Claro que se puede! pese a las sensaciones reguleras, los inconvenientes... sigues al pie del cañón cada fin de semana, eres un pedazo de triatleta, así que no pierdas la confianza! un besote!
Muchas gracias Celina, siempre me animas y me apoyas, así da gusto. Besote para ti.
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