Esta semana pasada retorné ciertas actividades que había dejado un poco de lado. Después de un mes sin tocarla volví a subirme a la bici de carretera. Lo de sin tocarla es literal, hasta me había olvidado de vaciar el bidón que llevaba allí desde el triatlón de Pontevedra. No recuerdo que le había echado, si Powerade rebajado con agua o algo así, pero tenía dentro una bonita masa gelatinosa de color naranja.
Bueno, cambié de bidón y dejé el otro a lavar. La mañana la verdad es que fue muy agradable pero también me di cuenta de lo rápido que se deterioran los cuerpos cuando se deja de entrenar. Que mal, este año ha salido muy poco en bici y en cada salida tengo peores sensaciones que en la anterior. De todas formas como ya digo fue disfrutado salvo un pequeño tramito de un par de kilómetros en los que, hablando claro, me cagué en la brigada de obras que había llenado de grava toda la carretera. Si que debemos estar pobres que el asfaltado se entiende así, los baches siguen en el mismo sitio, algunos mal disimulados, pero ahora todo está lleno de grava. Yendo en coche resulta molesto pero para quien circula sobre 2 ruedas es hasta peligroso. Señores, si no pueden arreglarlo al menos no lo dejen peor de lo que estaba. Menos mal que ya pronto pasan las elecciones.
Eso fue el viernes. El sábado volví salir en bici pero con la btt porque la postura más agachada de la de carretera hacía que se me cargara mucho la zona del piramidal. Quien ha tenido algún problema con este músculo ya sabe lo latoso que es, más vale ser precavido.
Ya el domingo me desplacé hasta Riós, este de la provincia de Ourense, cerquita de Verín, para participar en la carrera que da título a la entrada. A pesar de denominarse medio maratón de montaña no es montaña propiamente dicha, es trail pistero y muy corrible. Para gustos hay colores, a mi me gustan más estos recorridos que los de trail más técnico, más que nada porque me gusta levantar de vez en cuando la cabeza y no estar pendiente a cada momento de donde pongo los pies.
De cualquier modo, ya hacía tiempo que no tomaba parte en una carrera de monte. Durante el verano, como he estado bastante desconectado de la carrera a pie, no he entrenado nada este tipo de recorridos y tan sólo hace unas semanas que me volví echar al monte. Por cierto, que la última vez con un 'encuentro en la 2ª fase' incluido, entre el menda y un cervatillo, que menudo susto nos pegamos los 2 (pero fue un momento precioso)
Llegaba por tanto corto de kilómetraje y con la vista puesta también en no comprometer la participación en la media de Pontevedra de la semana siguiente. Así que, lo más inteligente era plantearse lo de salir a rodar en plan entrenamiento (que falta me hace) y disfrutar de los caminos y paisajes que nos ofrece este bonito rincón de Galicia.
Y un poco esto es lo que sucedió. En un día en que la lluvia nos acompañó desde el principio, en el que la participación no era muy numerosa pero en la que el nivel medio era bastante alto, salimos de forma neutralizada, como si fuéramos ciclistas, unos 500 o 600 m desde el arco de meta hasta la línea de salida. Fue algo diferente y divertido.
Foto de familia |
Luego una vez allí, tras tenernos unos minutos quietos bajo la lluvia, se abrió la veda y se desataron las, como díría aquel personaje interpretado por Manquiña, hostialidades.
Mi velocidad no fue muy diferente a la del tramo neutralizado pero por delante si hubo guerra. Intenté, dentro de lo que pude, ir siempre a ritmo, que 21 km en estos momentos son una distancia larga para mí.
Quizás fuera la lluvia, quizás el silencio, los olores a vaca o a hierba mojada, los soutos plagados de castañas...quizás fuera mi propio ritmo de carrera, muy monótono, que dejaba la mente libre a sus pensamientos. El caso es que a la vez que iba recorriendo esos caminos mi imaginación me iba trayendo a la mente otros tiempos y otros lugares, aquellos magostos de la infancia, aquella forma más pausada en la que transcurría la vida... Supongo que tendemos a idealizar el pasado. En 25-30 años han cambiado muchas cosas, algunas para bien y otras no, pero hay momentos y lugares donde el tiempo parece detenido y me gustó esa sensación.
Me vais disculpar que no os hable demasiado del recorrido, no sabría que decir. Nunca supe exactamente donde me encontraba ni lo que restaba para terminar, siendo además la primera vez que corría aquí, no había indicativos kilométricos ni nada parecido (ni falta me hacían). No encontré grandes subidas ni grandes bajadas, de hecho pude completar todo el recorrido corriendo desde el principio hasta el final, parándome sólo a pelar un par de plátanos. Todo era pista con algún buen tramo de asfalto. Sin embargo yo creo que era un perfil un tanto engañoso, puede parecer fácil pero son muchos cambios de desnivel consecutivos y al final te acaba matando.
Al principio fui bastante acompañado, en ocasiones haciendo la goma, recuperando en las subidas lo que perdía en las bajadas. Luego tuve mis ratos de soledad pero no me importó. Haciendo honor al nombre de mis zapatillas (unas Saucony peregrine) me sentí más peregrino que corredor. Como anécdota del día me encontré en una de las pistas con un gran rebaño de vacas que apenas dejaba sitio para pasar, que contraste entre 2 mundos diferentes.
Poquito a poco fui completando el recorrido. Los últimos kilómetros me costaron bastante a nivel muscular, tenía que ir pensando continuamente en relajar los músculos y hacer una zancada fluida aunque resultaba complicado. En cambio de cardio iba muy bien, el ritmo siempre fue fácil.
Al final cruzo la meta en poco más de 2 horas, 2h03' creo y puesto 32.
La verdad es que la carrera merece la pena; recorrido entretenido, bien marcado, voluntarios, avituallamientos no muy variados pero suficientes, 2 bocatas al acabar, camiseta y con un precio de inscripción asequible de 5 euros. Es una pena que no tuviera más respuesta de participación pero es algo que sucede muy a menudo, pruebas bien organizadas con poca respuesta y otras mucho peor y más caras se llenan.
Si puedo para el año repito.
Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Jose Manuel Casado Vía XVIII 1h31'34
2º Filipe Lopes (POR) 1h35'25"
3º Antonio Couto 1h35'16"
Femenina
1ª Silvia Rodríguez Esprintes Ourense 2h10'03"
2ª Dora Ribeiro 2h20'06"
2ª Dora Ribeiro 2h20'06"
Fotos: Pablo Feijoo, Susana Fernández,
P.D. Os dejo este enlace de un bonito proyecto que se está montando en el Baixo Miño relacionado con la recogida de tapones para ayudar a niños con discapacidades, es especialmente interesante para los organizadores de carreras por la cantidad de tapones que se generan.
También os comunico que vendo unas rifas para el sorteo de una escultura a beneficio de Alex, el niño de 'Ayúdanos a caminar', si alguien desea comprar son a 1 euro y me podéis encontrar en las próximas carreras y pedírmelas. El domingo espero estar en Pontevedra y el siguiente en Santiago.
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