miércoles, 16 de mayo de 2012

Aviaman 2012


1. El tiempo

Dicen que el ser humano desde siempre ha querido controlar el tiempo. Para ello ha inventado relojes y calendarios, ha ideado sistemas de medida, lo ha relacionado con otras variables -la rotación de nuestro planeta, la traslación alrededor de nuestra estrella-. Ha dividido la vida en períodos de: décadas, años, meses, semanas, días, horas, minutos...
Pero todo ese complejo sistema a veces falla cuando uno se da cuenta que no todos los períodos de tiempo tienen el mismo valor. A veces semanas y meses de nuestra vida resultan bastante intrascendentes y se pueden resumir en pocas líneas mientras que otros instantes, quizás de apenas unos segundos, son tan ricos en emociones y experiencias que nunca los olvidamos.
De esta secuencia de imágenes podría escribir una crónica (tranquilos, no lo voy hacer, soy un escritor mediocre y no sabría trasmitirlo) aunque en esta ocasión sólo servirá para introducir la narración. Porque quizás esta carrera merece ser contada desde el final....














Faltan 3 minutos para la una y media de la tarde del domingo 13 de Mayo. Tras casi 6 horas de competición cruzo la línea de meta. No me siento demasiado cansado, ni tampoco podría decirse que alegre. No, no es esa la palabra, es otra cosa. Ha salido todo bien, estoy rodeado de amigos y simplemente me siento feliz.


2. La dificultad.

Retrocedamos ahora a las 22:30 del sábado 12 de Mayo. 
Por la mañana había estado en la última jornada de un congreso en Pontevedra. Por la tarde había ido a depositar mi bici y a dar una lamentable charla técnica (todo hay que reconocerlo). Ahora estaba preparando el resto de mi equipación para el día siguiente. Desde el día anterior había sentido molestias en la garganta que achacaba a la mala climatización del Pazo de congresos pero conforme llegaba la noche me iba encontrando peor. Las sensaciones no engañaban, flojera en las piernas, piel caliente...
El termómetro lo confirma: 37,6º.
La historia podría acabarse muy bien aquí pero como ya sabéis el final continuamos con la historia.
Un consejo recibido vía facebook resultó providencial:


No dormí tranquilo ni bien pero dormí algo y a las 5 de la mañana me tomé de nuevo la Tª: Me sentía muy cansado pero tenía 36º. Luz verde. Al menos había que tomar la salida.
Acabé de hacer la mochila que había dejado a medias la noche anterior y llevé el coche a Leiro para coger el autobús que nos ponía la organización.


3. No hay excusas.

Si esta competición me dejó satisfecho es porque, dada mi situación de partida, si quería terminar la prueba tenía que hacer las cosas muy bien y  las hice. Primero de nada he de decir que independientemente de mi estado físico la preparación con la que llegaba a esta prueba era, por decirlo de alguna forma, muy justita. No había entrenado específicamente ni estoy muy entrenado para este tipo de distancias así que aunque estuviera al 100% esa mañana no haría un resultado mucho mejor. Como mucho podría hacer 10' menos en la bici o la carrera a pie pero no mucho más así que no quiero que todo esto suene a excusa. Por otro lado decir que la responsabilidad de esto es exclusivamente mía, las salidas en bici de carretera este año las cuento con los dedos de una mano pero es que a todo no se puede estar y ahora mismo el atletismo de pista y cross me tira mucho. Cuestión de equilibrio.
Creo haber dicho más de una vez que se puede competir a muchos niveles y los que no vivimos de esto podemos darnos el lujo de no tener porqué dar siempre el máximo de nuestras posibilidades en todo lo que hacemos (antes de que alguien se me lance a la yugular que vuelva leer lo subrayado). Quiero decir que en nuestras vidas caben otras prioridades y se puede disfrutar de este deporte igualmente. A veces leo los planes de las revistas y alucino. Me parece estupendo aquellos que busquen sus límites y el máximo rendimiento pero no es el único camino.

4. La inspiración

Varias fuentes de inspiración me ayudaron a acabar con éxito la prueba. Una de ellas fue una frase que escuché en el congreso en una de las conferencias impartida por Joaquín Dosil sobre Coaching deportivo "transformar los obstáculos en retos". Otra la filosofía jaramuguil y el ejemplo de Atalanta. Abel tiene un impresionante historial de maratones y pruebas de larga distancia muchas de ellas conseguidas con muy poquito entrenamiento pero con mucho conocimiento sobre cómo funciona su cuerpo. Corredor, triatleta, montañero, humanista, melómano y poeta. A base de leerle me ha ido contagiando su espíritu.

5. La salida.

Llegamos pues al domingo 13. Son las 7:20 de la mañana. El cielo está nublado, la luz es tenue como corresponde a los minutos posteriores al amanecer. Quedan 10 minutos para echarnos al agua.
Termino mi calentamiento en seco con una goma (parezco pro jeje pero es muy bueno) y me mentalizo para lo que va ser un día muy largo.
7:29 a.m. Miguel el speaker inicia la cuenta atrás...
La salida, inicialmente prevista en el agua, se da sobre la rampa...
¡Al agua!
 En las primeras brazadas la noto muy fría. Se me hace incómodo. Trato de adquirir un ritmo y no gastar muchas energías.




El recorrido consta de 2 vueltas a un triángulo de algo menos de 1000 m con salida del agua entre cada una de ellas.
La primera vuelta no va mal, cuando salgo del agua escucho la referencia de 18' que está dentro de lo aguardado.



Me vuelvo a lanzar al agua y la segunda vuelta la hago peor. En un circuito sencillísimo de nadar hago una de las mías y no consigo ir recto.




En 37'40" estoy fuera del agua, parcial 58º. El trámite está cumplido.



6. La transición.



Podría resumirse en la frase de Marta: "Furi, ¿quieres que te traiga un café?"

 

Lento no, lo siguiente. Pero había muchas cosas que hacer, ponerse bien los calcetines con los pies mojados no es fácil. Tampoco sacar el neopreno despues de tanto tiempo sin usarlo (además no lo llevé bien ajustado durante la natación)


Casco, gafas, zapatillas... Ya está todo. Podemos salir ahí fuera... Son las 8:10.

 


7. La bici.



75 km, 1700 m de desnivel positivo, y 4 puertos por delante. Un bonito paseo.


Cometí un error en este tri, el único grave, y fue el no abrigarse algo más para la bici. Las previsiones eran de Tª en aumento a lo largo de la mañana y sabía que en Coto Xarotos cuando calienta el sol pega bien. Sin embargo tuvimos nubes y nieblas en todo el sector de ciclismo y no fue hasta el final de la carrera a pie cuando el cielo azul hizo acto de presencia. Pasé frío.
Desde el principio noté que las piernas no iban a responder como en otras ocasiones. El tramo de salida de Castrelo lo tengo hecho muchas veces y puedo comparar sensaciones y velocidades.
Una cosa que hice bien fue readaptarme a la nueva situación. En vez de desesperarme porque me costara pasar de los 30 Km/h en llano mantuve la cabeza fría: comer, beber, regular.
En el tramo hasta Leiro me pasó bastante gente pero yo seguía con la idea de gastar poca energía.
8:45 a.m. Llega el puerto de Pena Corneira y enseguida meto todo el desarrollo.  El día que hicimos el recorrido entrenando aún podía subir con cierta agilidad, sin embargo hoy me costaba mucho. En el tramo duro pensé que si esto ya me costaba no iba ser capaz de subir Xarotos.



La llegada de Pirri y Bea en la moto me dio ánimos e hizo que se interrumpieran mis malos pensamientos.





Coronado Pena Corneira disfruté del descenso en solitario pese al frío, una delicia trazar esas curvas.
Se acabó muy pronto y luego tocó volver a subir.


Continué mi ritmo de supervivencia subiendo el puerto de Avión. Poco a poco se acercaba el momento decisivo - Si me encuentro muy mal lo dejo en la cima.-
Corono el 2º de los puertos y desciendo rumbo Abelenda. Es la hora de la verdad. Comer, beber, y echarle valor.

 

Camino Xarotos coincidí con otros triatletas que venían de Madrid y me dieron conversación por lo que se me hizo más ameno. Luego en el tramo duro se me fueron.
Tenía miedo a si sería capaz de superar la rampa infernal pero al final fue todo bien. Muy despacito pero no hubo problemas. Pese a sentirme flojo, muy flojo, la referencia de Lorena me sirvió de ayuda.


Subíamos por las curvas de herradura entre la niebla, esto ya se parecía a las etapas de los Lagos de Covadonga. La pena es que no dejaran ver el paisaje.
No tengo memorizadas cuantas curvas de herradura son así que a cada subida de nivel guardaba la esperanza de que fuera la última. Pero siempre había una más...
¡Por fin en la cima!
Pasan algunos minutos de las 10 de la mañana. Celebro la minivictoria pero no bajo la guardia ya que el terreno que queda es complicado aunque la escena lo compensa. Por encima de un mar de nubes, bajo la mirada de caballos salvajes y potrillos, te sientes protagonista de algo especial.
La bajada fue complicada y tuvo su momento de pánico cuando la niebla empañó totalmente mis gafas. Con las manos ocupadas accionando sendas manetas de freno hubo un momento que perdí totalmente la visión de la pista. Clavé los frenos mientras intentaba buscar un hueco en las gafas para poder ver.
Al final superamos la dificultad y proseguimos el descenso, ya con visión pero también con mucho frío.
Por último, en la subida a Pena Corneira por su lado suave, me encontré algo mejor que el año pasado y no me pilló la pájara.
En general quedé muy satisfecho con mi estrategia nutricional. Si hubiera sido así en Sanabria hace unos años me hubiera salido una carrera muy buena porque de aquella si que iba bien preparado. Hoy no me sentí vacío ni encharcado en ningún momento.
11:15 a.m. Encaro los últimos 10 km de descenso vertiginoso hasta Leiro y a pensar ya en la carrera.

 

Parcial oficial 3h39'11" (67º -penúltimo-) Parcial real 3h35'24", media de 21 Km/h, máxima de 61.

8. La carrera

Dejo la bici pensando que todavía hay que correr 20 km. 2 'sanmartiños' como dijo Pepe.
No me encontraba exhausto pero tampoco sabía si la gasolina me llegaría para las 4 vueltas.



En la primera coincidí con Jose Manuel Vázquez que estaba en su 2ª y se me hizo más llevadera. Aún así el ritmo era muy bajo.
Me lo tomé con la mentalidad de una carrera de montaña. Pensando sólo en llegar de un avituallamiento a otro y parándome a beber con calma.

 
 
El resto del tiempo pude ir corriendo y no tuve necesidad de caminar lo que siempre deja un mejor sabor de boca.

 

La vuelta más rápida fue la primera, luego fui decayendo aunque también perdí tiempo tomando los geles (me resultaban difíciles de abrir), hablando o dejando que me hicieran fotos.

  

Como el año pasado  cada vez que pasaba por la línea de meta recibía los ánimos de todos los compañeros. Me dijeron que sólo me faltó firmar autógrafos. Cada 25' coleccionaba una pulsera.




 

 

 

Así tras 1h40'49" completo el recorrido, parcial 52º.
Levanto los brazos y cruzo la línea de meta.
Faltan 3 minutos para la una y media de la tarde del domingo 13 de Mayo.

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Gustavo Rodríguez Fluvial Lugo  4:12:02
2º Iván Cáceres  Diablillos Rivas  4:15:38
3º Diego Álvarez  Muralla Lugo  4:17:50

Femenina
1ª Aida Valiño  Fluvial Lugo  4:53:18
2ª Lucía Pérez  Diablillos Rivas  5:17:47
3ª Silvia Veira  A.D. Fogar  5:30:47

Fotos: Bea Viteri. Óscar, Julio, Patricia, Rubén,

9 comentarios:

ser13gio dijo...

Si lo conseguiste es que te lo merecías, no hay más vuelta de hoja.
s

CSuarez dijo...

Enhorabuena por la carrera y la crónica. Espero que continuéis y que pueda partipar el año que viene.

Sds

Carlos Suarez

Risco dijo...

Felicidades.
Eres bueno.

davidiego dijo...

Enhorabuena!!
Según lo iba leyendo iba pensando que eres todo un Jaramugo... Es una filosofía que está calando hondo.

Celina dijo...

Felicidades Alfredo! me he encantado la crónica y se te ve tan contento en las fotos! bravo, un besote

Angel dijo...

Enhorabuena. Pedazo carrera y mejor cronica con un monton de fotos. Que dureza, jeje.

Un saludo

tonicendon dijo...

¡Enhorabuena!
Yo quiero hacer el Aviaman desde que lo inventasteis, no he tenido ocasión todavía, espero que sea en el 2013.
Dime si por donde se corre es un parque que hay en Leiro.

Xocas dijo...

¡Enhorabuena! Eso que subrayaste es como lo dices, que a más de uno se le va la pinza...Buena carrera, sacando el máximo de lo que tenías aquel día.

Furacán dijo...

Gracias a todos.
Toni la carrera fue todo por la orilla del río en ambos márgenes, supongo que es el parque que te refieres que también pasa la carrera popular que hacen allí en julio.

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