Sin pena ni gloria

Así podría resumirse mi participación en la XXXII Carreira Pedestre Camiño de Santiago.
Quizás era algo esperable hasta cierto punto aunque no tanto esperado. Desde el comienzo ya me daba que no iba ser mi día, malas sensaciones durante toda la carrera y mal tiempo final. Quitando el año pasado que corrí enfermo ha sido mi peor pedestre de las 5 que he disputado hasta la fecha.
¿Mereció la pena venir entonces? Pues para mi sí. Santiago es una ciudad que siempre merece la pena visitar y una meta en plena plaza del Obradoiro la verdad es que no tiene precio.


Por lo demás, pues hay que saber aceptar que no siempre va estar uno bien, hay días que por lo que sea tu cuerpo no responde o que simplemente las cosas no salen. Toca intentar aprender de la experiencia y valorar lo positivo, que siempre lo hay. Tan sólo el hecho de poder correr es un privilegio, no hay que olvidarlo.
Santiago tampoco entraba dentro de mis planes como un objetivo, simplemente un "entreno con dorsal" más, por lo que no le doy demasiada importancia al resultado. Estar mal en esta época del año entra dentro de lo normal, mi guerra es otra. Como entreno ha valido y es una carrerita más para el saco, suma y sigue.

Aunque hoy Santiago me ha dado una buena estocada jeje

El día se presentó al principio bastante lluvioso, durante todo el trayecto hasta Compostela no dejó apenas de llover y sólo al entrar en la ciudad comenzaron a abrirse claros. Cuando recogí el dorsal ya no llovía y parecía que la mañana iba aguantar así. De todas formas, en estas latitudes como para fiarse jejeje... De hecho la previsión para Santiago era de lluvias débiles e intermitentes a lo largo de la mañana, por lo que decidí correr con camiseta de manga corta (error). Eso si, frío no hacía ninguno, unos 18º al llegar aunque la sensación era de mucha humedad.
Antes de la carrera encontré a alguna gente conocida pero no a toda la que esperaba. Hubo compañeros que ni los vi (y otras caras me las encontraba por todos lados jejeje) Había mucha gente, según la organización había más de 7000 inscritos, pero dudo que salieran más de la mitad.
Una novedad este año era que la salida se adelantaba a las 10 así que no me dio tiempo a entrar a la Catedral antes de la carrera, cosa que sí hice el resto de los años (a lo mejor fue por eso jejeje)
Después de recoger mi dorsal ya casi seguido me fui cambiar y a calentar un poco. En cuanto empecé a trotar ya me pareció que las cosas no pintaban muy bien, me dolían las patas y no me sentía cómodo. Le eché las culpas a la sesión de btt del día anterior, fueron sólo 2 horitas por un terreno basante llano pero las pistas de tierra con el agua se hicieron muy pesadas. La bici deslizaba muy mal y me parecía estar pedaleando sobre una pista de superglue :-) . Entre eso, la lluvia persistente y la humedad acabé la sesión con dolor de espalda y las piernas cargadas.
Pero inocente de mí, pensaba que sería una sensación pasajera y que luego, ya en carrera, me olvidaría de todo. Ja.

Llegaba la hora de colocarse en la salida y ya estaba todo abarrotado de gente. Es lo peor de esta carrera-romería y los organizadores deberían tomar de una vez cartas en el asunto. Porque además tampoco creo que la solución fuera muy compleja, con delimitar ciertos cajones de salida y dorsales de colores o similar ya mejoraría bastante. Lo que no puede ser es que gente que se ponga a caminar en el primer km (o incluso yo mismo si fuera el caso) salga desde las primeras filas, vamos digo yo.
Pero bueno, de momento es lo que hay...
Suena el disparo y desde donde estoy yo aún tardamos unos 20" tan sólo en empezar a caminar.


Transcurrido 1' llego por fin a la alfombrilla de salida aunque luego la cosa se vuelve a atascar y estoy otro rato parado entre las 2 alfombrillas (en este caso tampoco le veo yo mucha utilidad a lo del tiempo neto)
Volvemos arrancar y transcurrido otro minutito aproximadamente ya podemos comenzar a correr, o más bien a esquivar gente.
Los pipiolos que me leen no se acordarán pero los que, como el menda, son más o menos viejunos recordarán un videojuego de hace 1000 años que consistía en esquivar asteroides a los mandos de una nave espacial. Podría describiros con palabras lo que fueron los 2 o 3 primeros km pero si de verdad queréis sentir lo que viví yo mejor echad una partida.

Parece que no, pero esto de frenar-arrancar por muy suave que lo quieras hacer cansa mucho.
No puedo daros referencias kilométricas ni tiempos de paso, primero porque este año no vi ningún cartel de km y luego porque durante toda la carrera ni me molesté en mirar el crono.
Si puedo hablaros un poco de sensaciones, los primeros km era lo más parecido a esto:


Un hombre de piedra si, pesado y poco fluido. Intentaba coger un ritmo poco a poco y no dejaba de adelantar gente pero no me sentía muy bien.
A veces sucede que tardo un poco en meterme en carrera y esperaba que hoy me estuviera ocurriendo algo semejante.
Hacia mitad del recorrido coincido con Marcos y parece que me voy encontrando algo mejor pero resulta ser todo un espejismo, ya que al poco de incrementar el ritmo tengo que levantar el pie porque me dan ganas de vomitar. A lo mejor es que he babido demasiado.
Paso por el campus (que esta vez no había alfombrilla) junto a André y ya sabía que hoy no había nada que hacer, acabar lo mejor que se pueda y poco más. Decidí ahorrar un poco de fuerzas para la subida de Vite y aflojar el ritmo todavía un poco más.
Estaba empapado, ni dry-fit ni leches, tanto tejido técnico y estoy igual que si llevara algodón. Tengo calor y esta humedad es asquerosa, no sé para que puse esta camiseta.
Llega Vite, no se me hace dura porque ya lo estaba pasando mal desde antes. Estoy cansado y no puedo llevar al cuerpo a mayor nivel de agonía así que de respiración voy fácil, muscularmente no tanto.
Corono y luego ya sé que me quedan unos km favorables de descenso. A partir de ahí me dejo ir y es la única parte que disfruto. El puesto me da igual y el tiempo también, sólo quiero ir cómodo y disfrutar del simple hecho de correr.
La zona del casco antiguo es preciosa y hay muchísima gente a los lados de la calle animando. Voy con cuidado porque la piedra mojada está muy peligrosa pero me divierto, y eso que me adelantó todo el mundo, pero yo a lo mío. No me pego yo un calentón ahora al final por ser el 690 en vez del 720. No merece la pena.

¡Vaya tropa venía detrás!

Y por fin llega la esperada meta


51'59" oficial, 50'58" neto puesto 701 . El crono fue malo, al principio me dejó un regusto amargo pero luego de mi carrera, viendo llegar felices a gente 20' después que yo me cuestioné a mi mismo si los números que marcaban en ese panel eran en realidad tan importantes.
De la post-carrera poco voy a comentar, ya se está criticando mucho ya a la organización en los foros. Yo, primero de nada, quiero agradecer que esta carrera exista pero también digo que cuando haces algo en la vida has de intentar hacerlo bien. Los errores existen, van estar siempre ahí y nadie se libra de cometerlos, pero cuando repites los mismo errores año tras año, cada vez peor y no intentas hacer nada por corregirlos... pues no sé, a mí por lo menos me daría que pensar ¿no?
Es como la gente que teniendo todo en su mano para ser excepcional se empeña en ser mediocre. Sinceramente no lo entiendo.
Lo mejor, pues una vez más la gente. Quiero daros especialmente las gracias a todos los que me habéis animado. A algunos os conocía pero a otros no y me pareció una pasada que me reconociera tanta gente. Vaya celebridad estoy hecho jeje. Muchas gracias de corazón.

¡Hasta la próxima!

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Peter Kirui (KEN) 34:22
2º Barnaba Sigei (KEN) 34:22
3º Amanuel Mesel (KEN) 35:01
4º Lolo Penas 35:10

Femenina
1ª Gladys Cherono (KEN) 39:07
2ª Sara Moreira (POR) 40:15
3ª Joyce Chepkirui (KEN) 40:26