Cross de Penedos do Lobo

Ya de vuelta de las montañas del Lobo os cuento como fue mi participación en la carrera que se disputó ayer. Después de participar durante los 2 últimos años en la maratón la verdad es que los 21 km (o 20 que no lo tengo claro) del cross me supieron a poco, aunque la experiencia ha merecido mucho la pena.


Lo único malo ha sido madrugar el domingo y perderme el concierto que daban aquí los M-clan, aunque por suerte desde donde vivo se escuchaba perfectamente y pude intentar conciliar el sueño bajo los acordes de "La dulce niña Carolina no tiene edad para correr maratón..." (ah! pero no era así? :-))
A las 5:30 había que estar en pie ya que luego me esperaban unas 2 horas de coche hasta la estación de Montaña. Mira que hay que ser masoca.
Cuando llegué a Manzaneda, nada más aparcar el coche ya me encontré con Víctor Conde, otro que tal baila, y fuimos juntos a pasar el control de firmas. En ese momento se estaba dando la salida a la prueba de maratón. Eran poco más de las 8 de la mañana.
Para nuestra salida aún quedaba media hora, tiempo suficiente para cambiarse y comer algo. Poco antes de salir me encontré con varios colegas más, con mi compañero de club Jesús y también con Xocas que iba acompañado de su mujer y de Tri. Foto de rigor dedicada a Davidiego:

Busquen las semejanzas entre ambos personajes, hay unas cuantas.

Nos dan la salida a las 8:30 y la gente ya se pone a correr como loca. Los primeros instantes para entrar el calor y la primera cuestita de aperitivo. Si estuviera hacia el final más de uno la subiría andando pero dentro del 1º km todos la subimos corriendo como cabras montesas.
A continuación venía una bajada complicada, o eso me parece a mí, porque aún estamos todos muy juntos y yo por lo menos no muy despierto. Me lo tomo con calma porque aún queda mucho, aunque sea la mitad de la maratón tampoco hay que menospreciar los 20 km que restan.
Tenía entonces algunos problemas con el cinturón de las botellitas. Me parece que he adelgazado desde la última vez que lo usé jeje (hace 3 semanas), al final tras varios intentos consigo apretarlo y que no me moleste demasiado.
Pasamos a correr por una pista de tierra que es una auténtica vía de alta velocidad, hay que ver cómo va la gente, a mi todos los km me salen por debajo de 5' y no estoy adelantando a nadie. Mis sensaciones no eran muy buenas y además llevaba toda la semana sintiéndome flojo pero intentaba olvidarme un poco de la carrera y disfrutar del paisaje, ¡vaya! que vacas más bonitas se ven por aquí jejeje El día estaba precioso e invitaba también a disfrutar del entorno.
Hasta el km 10 fue todo así, buscando encontrar un ritmo que no aparecía y sintiéndome flojo pero al mismo tiempo con cuerda para rato.
Llegamos así al cortafuegos, el cual, pese a suprimirle la parte más dura con respecto a la maratón, siempre marca un antes y un después en la carrera. Ahora empezaba la prueba de verdad.
En los primeros metros subo corriendo y adelanto a mucha gente que no sabía si eran del cross o la maratón. Luego ya cuando la pendiente era mayor y notaba los músculos más cargados me puse a caminar. Deben ser sólo un par de km de tramo realmente duro pero se hacen muy largos. En esos momentos no era muy consciente de mi posición en la carrera, pensaba que iba por la mitad o así, pero ahora mirando las clasis creo que debía ir sobre el 12º. Recuerdo el momento en que me adelantó Antonio de Athletics, corriendo en un sitio en que la pendiente se suavizaba, y que pensé "...ahora me quedan 2 opciones: quedarme quieto o echar a correr" :-), pero al contrario de lo que cantaba Conchita yo no me eché a correr y seguí caminando, no fui ambicioso y preferí conservar.
A toro pasado podría decir que fue un error porque en aquel momento estaba bien de fuerzas y pude haberlo seguido pero eso nunca se sabe, tampoco quería exprimirme a tope y autodescartarme para Cangas.
Una vez coronado el cortafuegos tocaba transitar por un terreno muy bonito en cuanto a paisaje pero algo pestoso a la hora de correr ya que era muy irregular. Pasé por el avituallamiento sin pillar nada y a partir de ahí ya sabía que quedaban unos 3 km para la cima de la cabeza de Manzaneda (ya se pueden ver las antenas) y unos 6 para acabar.
Ahora el problema que tengo es con el sol y las gafas, el sol me molesta pero si me pongo las gafas no veo nada, no sé si estan sucias o que pasa pero veo fatal por ellas. Así en el cruce de una especie de riachuelo me iba quitar las gafas para ver por donde pisar y justo en ese momento me resbalo. No me llego a caer totalmente porque logro poner la mano pero ya me quedo mosqueado. Tengo que andar con cuidado a ver si la voy fastidiar ahora.
No pasarían ni 10' cuando en una zona de hierba y monte bajo, donde no había un camino bien definido, noto que el suelo cede bajo mis pies y mi pierna derecha se hunde en un hoyo. ¡Toma ya!, caida con todas las de la ley aunque por suerte en terreno blandito, sobre un montón de polvo negro. Me levanto sin problemas y antes de proseguir me doy la vuelta a ver si veo el motivo por el que me he caído. No se ve nada, supongo que pisaría la entrada de una madriguera o sino una trampa para elefantes porque me hundí hasta la rodilla o más.

No sé si se aprecia muy bien pero ahí se puede ver, acabé la carrera así de guarro

En fin, sigo el camino un poco rallado. No me caigo los 2 años que hice la maratón completa y hoy en 10' ya me voy al suelo 2 veces.
Por suerte puedo continuar corriendo sin problemas, ahora por pistas mejores, hasta llegar al punto más alto de la carrera, Cabeza grande de Manzaneda a 1781 m de altitud. Para los participantes de la maratón era la mitad de la carrera pero para nosotros era el km 18 aproximadamente. Quedaba un bonito descenso de 3 km aproximadamente que nos llevaría directamente a la estación.
Me gustó mucho esta parte, era un auténtico regalo para los sentidos. Como la pista era buena y la pendiente no muy pronunciada podía uno dejarse llevar y disfrutar de las vistas.
Aunque, ahora que lo pienso, a lo mejor me tomé lo de disfrutar del paisaje en un sentido demasiado literal porque en estos últimos km me adelantaron hasta los caracoles, hasta 4 puestos creo que perdí. No sé muy bien porqué ya que en bajadas no técnicas suelo ir bastante bien pero nada, ayer iba con el freno de mano echado. Quizás fuese la falta de ambición o que iba medio cuadrado con miedo a tropezar.
Al final cruzo la línea de meta en 1h55'01", luego me enteraría que en el puesto 19º. Tampoco está tan mal. Me hubiera gustado ser de los buenos y ganar para dedicárselo a Jessica, una compañera-bloguera que está pasando por una mala racha, pero uno tiene las condiciones que tiene, que se le va hacer, Jessica, sólo te puedo dedicar mi esfuerzo.
Las sensaciones fueron un poco contradictorias, después de haber sentido lo que es cruzar esa misma línea de meta como participante de la maratón, el hacerlo hoy tras 21 km me dejó algo frío. Supongo que la alegría debe ser proporcional al esfuerzo o al sufrimiento invertido en todo el proceso entrenamiento-competición. O al menos en mi caso. No sé, es difícil de explicar.
De todas formas, como ya dije antes, mereció la pena, por el "entrenamiento de altura", por los paisajes, por disfrutar de la montaña y sobre todo por los colegas y el ambiente de este tipo de competiciones. Eso es mejor y espero que no se pierda nunca, el buen rollo, el aplauso a todos los competidores que van llegando a meta, lo accesibles y cercanos que son los cracks de este deporte... En otros deportes, en las carreras de asfalto, cicloturistas y en el triatlón ya no se ve esto (o cada vez va a menos). Ya hay corrillos de los buenos (o los que se creen buenos más bien), los que llevan material X, full-carbon, zapas megaguays etc... frente a los paquetes "miraeseconquehierrocorre" etc. en fin, un reflejo de la sociedad en que vivimos. No sé si me entendéis. Ayer en cambio los últimos clasificados se llevaron una ovación tan grande como los primeros.


En definitiva fue una mañana estupenda, la organización de 10 (muy bien la idea de organizar el cross junto a la maratón), los participantes tanto andarines, crossistas y maratonianos de 10, la Guardia Civil de Montaña y los del helicóptero chapeau en todas sus intervenciones (estos sin son civiles y no los inciviles de la marcha de Cangas) y todo el ambiente que rodeó a la prueba sobresaliente. Lo único que eché de menos en la bolsa de corredor (que sí, que el aceite de oliva está muy bien y es muy sano) fue la bica de Trives de otros años :-) pero bueno para el año buscaré donde comprarla jejeje

¡Hasta la próxima!

Clasificaciones
Cross (completas aquí)
Masculina
1º Javier Pacios 1:31:40
2º Víctor Conde 1:34:52
3º Roberto Lago 1:35:15


Femenina
1ª Sonia Botana 2:03:08
2ª Begoña Doñiz 2:11:43
3ª Belén Rodríguez 2:18:23


Maratón (completas aquí)
Masculina
1º Aurelio Olivar 3:27:03 (record de la prueba)
2º Fernando Arca 3:29:58
3º Juan Imbernón 3:46:30


Femenina
1ª Nerea Martínez 4:13:23 (record de la prueba)
2ª Mónica Aguilera 4:35:33
3ª María García 5:03:58