martes, 19 de marzo de 2013

XIV Medio Maratón Vig-Bay

¿14 ediciones cumple esta carrera? Pero si parece que fue ayer. En la primera edición no pude participar pero si en la segunda. En estos años el cambio que ha dado es impresionante, con sus cosas buenas y sus cosas malas. De unos cientos se ha pasado a 4800 inscritos, casi nada. Se pueden objetar muchas cosas; por preferir, yo prefiero carreras más familiares, pero tengo que reconocer que el ambientazo que se vivía el domingo antes de la salida era una auténtica fiesta.

Y yo que había pensado en no acudir... No me gusta ir a carreras con molestias ni con las duda de saber si podré correr o no. Con los años me he hecho más precavido, me siento mejor que nunca pero hay que empezar a cuidarse que luego de nada valen las lamentaciones.
No tenía ganas de volver a pasar por lo mismo que en Pontevedra pero al final decidí ir a probar a ver que tal me encontraba. Ya de perder la inscripción al menos calentar y trotar un poco, o hacer lo que pudiera, pero siempre con la mente puesta en los verdaderos objetivos. La Vig-Bay no es mi guerra y a la semana siguiente está programado el 10.000 en pista que sí me gustaría hacer bien.
Lo bueno de esta carrera es que participando tanta gente siempre te  encuentras a multitud de conocidos, desde los habituales de las carreras a gente que no corre tan a menudo. A pesar de llegar a Vigo con bastante tiempo de antelación entre la cola de los dorsales y los saludos a la gente se me pasó volando el tiempo de espera.
15' de trote de calentamiento suave, unos cuantos ejercicios de movilidad y listo para la hora de la verdad. La buena noticia era que calentando las molestias eran mínimas pero habría que ver como respondía al paso de los kilómetros.
El día, por cierto, estaba estupendo. Las previsiones de lluvia no se cumplieron y lució un cielo azul con una temperatura primaveral, algo de calor de más para mi gusto (supongo que otros no pensarían lo mismo cuando salieron de largo, con gorro, guantes y chaqueta... ¡alucino! En fin...)
Como venía preparado para la lluvia me dejé en casa todas mis gorras, visores, gafas de sol y demás. Al final, quien lo iba decir, me cogió algo de sol en la cara y todo.
La vestimenta fue por tanto de lo más simple, camiseta de asas del club  y pantalón de atletismo. Pasé de medias de compresión y demás historias. Ya puestos, fuera también las pesadas Noosa-tri y bienvenidas a mis pies las Green Silence. La primera media que corro con ellas y me reafirmo en que son las mejores zapatillas de competición que he tenido nunca, me voy pillar otro par en cuanto vea alguna buena oferta.


La salida fue espectacular.

La última vez que corrí la Vig-Bay pagué la novatada de los cajones y los primeros kilómetros fueron un suplicio con ratos caminando y todo. Esta vez me situé mejor, ni en las primeras filas, porque obviamente no es mi sitio, ni muy atrás. Sólo tardé 12 segundillos en alcanzar la alfombrilla de salida y luego fui bastante fluido, esquivando alguna gente, a veces algo encajonado pero bien. Creo que lo de quitar la vuelta que se hacía por Samil también ayudó.
Este año el km 1 lo pasé en 4'20", recuerdo un año que lo pasara en casi 6'.
La idea de inicio era intentar ir en torno a 4'10"/Km siempre que los soleos me dejaran.
Tuve suerte de encontrarme en estos primeros kilómetros con Pascual y con Formoso que me sirvieron como una buenísima referencia.
La parte de mayor desnivel de la carrera se sitúa entre los km 3 y 6. Todo lo que es la cuesta de Canido. Como se va fresco no se nota mucho pero si se deja sentir en los tiempos. Esta es la parte más lenta por lo que el parcial del km 5 en 21'21" no es demasiado malo.


Hay que pensar que a partir del 6 el perfil es muy favorable y se puede recuperar lo perdido, al menos hasta llegar a Nigrán.
Por el momento todo transcurría bastante bien: algo de calor pero cómodo de respiración. No iba fresco de piernas pero tampoco parecía que fuera acontecer un colapso inminente.
El km 10 lo pasé en 42'08" por lo que haciendo unos rápidos cálculos mentales  vi que podía estar en los tiempos de 2007, quien sabe si incluso bajar mi mejor marca en media (que no es nada difícil porque es bastante mala pero nunca me coincide bien)
Sin embargo,  a partir de la bajada a Playa América, las cosas se empezaron a torcer. De repente volvieron, más que las molestias, los fantasmas. Decía en una ocasión mi admirado Sergio, ese que ahora se le da por cruzar lagos helados, que si hay algo peor que lo peor es el miedo a lo peor.
Km 11 o 12, con media carrera por delante, la cabeza empieza a barrenar y a decir que no puede, Que si no iba aguantar, que si a nivel muscular sólo estaba para hacer 10 km o así, que si de un momento a otro empezaría a sufrir como en Pontevedra.


Sacar la basura de tu mente, dejar de pensar, no hay salida ni meta, sólo existe el instante. ...recetas tantas veces socorridas y de sobra sabidas, como difíciles de poner en práctica. 
Por unos momentos miro hacia el mar, hacia la playa y las Cíes al fondo. Mirar al mar me relaja, y eso que soy de interior.
Km 14 en 58'49". Ya está completada 2/3 de la carrera. Sin embargo, ¡que lentos se me pasan los kilómetros!
Otros años ya enfilaríamos directamente para Baiona pero en este, con el cambio de recorrido, nos tocaba rodear el monte Lourido.


Sin negar su atractivo ni sus vistas fue aquí donde lo pasé peor. Km 15: 1h03'10"
Pensé en dejarlo.


Tuvo que ser el cartel del km 17 el que me trajera de vuelta a la realidad. Estaba sufriendo por algo que ni siquiera estaba sucediendo. Aunque muscularmente anduviera algo tocado, a estas alturas no iba ser tampoco nada extraño y en realidad me seguía dejando correr. 
Los 4 Km que restaban ya los veía como un obstáculo claramente salvable, no era 'el mundo' que había sentido apenas 10' antes.
Es extraño y al mismo tiempo un ejemplo de como funcionan las cabezas. De los últimos km a más de 4'20" volví de nuevo a correr por debajo de 4'10", volví adelantar a gente que me había adelantado. Era como si empezara la carrera de nuevo.
Este año en la zona de la Ramallosa el viento no soplaba en contra sino ligeramente a favor y eso ayudaba pero el cambio más importante fue el de mentalidad; de estar fuera de la carrera a volver a estar dentro.
En los siguientes 3 kilómetros apreté para ver si aún era posible bajar de la hora veintiocho, pero al llegar al cartel de km 20 ya me di cuenta  de que que tendría que correr en 3' el kilómetro restante si quería hacer eso y, lógicamente, no tengo esa capacidad.
Entonces ya decidí relajarme e ir soltando hasta meta. Sólo posteriormente la visión de la recta de meta con el cronómetro acercándose a la hora treinta me hizo apretar para que el tiempo final  no superara los 90'.
Más tarde me daría cuenta de que si hubiese tenido en cuenta el tiempo neto  y no me hubiera parado hubiera bajado de la hora veintinueve pero bueno, de todas formas, no iba ser mi mejor tiempo.
Al final 1h29'17" oficial y 1h29'05" netos y puesto 517º de la general.
Mal pero bien. Mal porque sé que estoy para hacer menos, al menos un par de minutos por debajo de lo que hice hoy, pero bien porque he podido correr y acabar sin demasiadas consecuencias. No me puedo quejar, al final mereció la pena venir.

Clasificaciones (completas aquí)
Masculina
1º Lolo Penas  New Balance 1:05:24
2º Elías Domínguez  New Balance 1:08:25
3º Jose Antonio Ramallo  San Miguel Marín 1:08:27

Femenina
1ª Mª Jesús Gestido  1:17:49
2ª Yolanda Gutiérrez  New Balance  1:20:55
3ª Fátima Silva   C.D. Da Póvoa (POR) 1:23:42

1 comentario:

Celina dijo...

Felicidades! adoro esta carrera, y estoy pensando en volver el año que viene, disfruté mucho en la edición de 2011. Me alegra que te quedaras con buen sabor de boca y espero que eso te dé confianza para el diezmil de esta semana. Un besazo y suerte!

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