Marcha cicloturista Raiña Aragonta

Antes de hablar de deporte toca un poco de culturilla...
¿como es que una marcha ciclista tiene un nombre de una reina? (bastante desafortunada por cierto) Pues aquí está la historia...

Aragonta González, era hija del Conde Gonzalo Betótez y de Teresa Eriz (en otros sitios aparece como Aragonta Gutiérrez y se mencionan otros padres, yo como no soy historiador ni idea) y fue la segunda esposa de Ordoño II Adefónsiz, Rey de Galicia 910-914 y Rey de León desde diciembre de 914 hasta su muerte. Dicen las crónicas que Ordoño fue un soberano enérgico y batallador, que no sabía descansar. Sometió a su autoridad única los territorios del reino astur-leonés y combatió exitosamente contra los musulmanes... pero dejando aparte sus méritos como rey parece que como marido era un tanto cabroncete.
La pobre Aragonta, que debía además ser bastante jovencita, contrajo matrimonio con él en 922 pero apenas un año después era repudiada porque al parecer no era de su agrado. Así que, como se hacía en esa época para sacársela del medio, Ordoño (que por cierto se volvió casar ese año) la mandó deportada a Salceda de Caselas, al monasteiro de Santa María de Saliceta. Aquí la buena mujer pasó medio siglo encerrada hasta que murió en 974.
Y es a causa de esta reina desdichada por lo que el club ciclista, la marcha y el colegio de Salceda de Caselas se llaman de esta manera. Quien se lo iba decir a Aragonta un milenio más tarde.

Pues eso, que esta mañana he participado en esta nueva marcha cicloturista que hacía su aparición en el calendario gallego. Hacía ya muchísimo tiempo que no salía a rodar "largo" en bici (para mi largo es cuando paso de 60 km jejeje), exactamente desde el 6 de Mayo pero como vi que la distancia era asequible (77,4 km) me decidí a participar. Pese a todo había que ascender el Aloia (ver mi crónica del ascenso de Noviembre) así que tampoco iba resultar un paseo que digamos.


Salimos de Salceda de Caselas a las 09:45, unos 150 ciclistas más o menos, entre ellos Marcos Serrano (aunque ninguna chica :-((, en dirección a Salvatierra de Miño, por vía rápida, primero una bajadita y luego un ligero ascenso. Apenas hubimos empezado a pedalear y en el primer cambio de plato va y se me sale la cadena.
¡Pues si que empezamos bien!
Me tengo que parar. Situación peligrosa porque estaba en el medio de la carretera. La cadena estaba enganchada abajo y me tengo que enguarrar un buen rato antes de colocarla de nuevo. El grupo se va y se para una moto de la organización a preguntarme que me pasa. Me pregunta si voy continuar.
-¡Faltaría más, si aún no hemos empezado!
Me doy un buen calentón para enganchar de nuevo al grupo. Lo consigo y seguimos ruta. Nos desviamos por la carretera antigua cruzando por el centro de Salvatierra. No hace mucho estuve corriendo por estas tierras...
Pasamos por Caldelas de Tui, Guillarei... Llegamos a la entrada de Tui y giramos a la derecha hacia la iglesia de Santo Anxo. Subidita guapa para ir entrando en calor.
Ya no lo dudo y como me conozco el puerto mi estrategia hoy es meter todo el desarrollo que llevo desde el principio. Intentar subir siempre con mucha cadencia y no atrancarme.
Durante la marcha fui con 2 paranoias en la cabeza, que no me doliera la espalda y no pinchar (trauma desde Vigo juas juas)
Acabamos esta subidita y enlazamos ya con la del Monte Aloia, la parte que me conozco. Es tramo libre así que toca sobrevivir jejeje.
Cuando voy a los dus o a los tris siempre me quedo con la sensación de que soy un paquete paquetísimo en la bici. Aquí por lo menos me defiendo. Está claro que ves gente de otra galaxia, gente que corre en aficcionados que viene a entrenar con mejor nivel incluso que los mejores del tri pero también hay globerillos como yo.
La ascensión se me hizo dura, la subí bastante más ágil que la otra vez, mucho más tiempo pedaleando de pie y con un pedaleo más vivo aunque no sé que tiempo hice.
En las rampas con mayor pendiente sufrí como no podía ser de otra forma, el pulso más o menos siempre rondaba las 170 ppm pero hoy lo que más me incomodaba era el sudor. Iba chorreando, me caían gotas por la cara como si estuviera haciendo rodillo. El cielo estaba cubierto y la sensación de bochorno era grande. Intentaba beber a menudo, pero a veces, con tanta sangre en las piernas y tan poca en el cerebro me olvidaba.
A medida que subía veía también como mucha gente se lo tomaba con filosofía, paraba de vez en cuando a beber o a mear, descansaba un rato y volvía.
Al final llegué a la cima bastante entero y sin dolor de espalda :-)). Me fui a por el avituallamiento y luego a esperar a que llegaran todos.

La cima

Empapado

Al final nos reagrupamos y comenzamos el descenso. Por suerte repartieron papel de periódico, lo cual vino muy bien ya que quien más o quien menos acabó empapado de la subida y luego en la bajada coge el frío.
Al descenso le tenía yo algo de miedo porque es muy estrecho y ya se sabe que hay quien se emociona. Fuimos por Prado, Chenlo hacia Mosende, para finalizar en Porriño, sin ningún incidente salvo cruzarnos con un grupo de jinetes. Os cambiamos la montura le dijo alguno.
Todos los cruces, baches y zonas de obras estuvieron perfectamente indicados por parte de la organización. Muy bien en ese sentido.
No sé si es por el tiempo que estuvimos parados (más el descenso) pero una vez que hubo que volver a pedalear notaba las piernas como hinchadas y me dolían mogollón. Que malas sensaciones.
Cruzamos por Torneiros a Atios para continuar camino a Budiño. A continuación nos desviamos hacia el alto da Forca, una "mierdecilla" de puerto pero que me costó lo suyo en la cola del grupo junto a otros ciclistas desperdigados.
Entramos en Salceda, cruzándola dirección Entienza hacia Caldelas, pasando Paramos giramos a la derecha por Soutelo y comenzaba el 2º tramo libre hasta meta: unos cuantos km que picaban hacia arriba.
Estaba un poco cansado así que seguí a mi ritmo. Además me notaba raro pedaleando, muy bajo.
Me adelanta un ciclista y me dice: - Neno, hay que subir el sillín
Eso ya confirma mis sospechas, se me ha bajado el sillín (la otro opción era que hubiera crecido pero como que no jeje). Debió ser en un badén de tierra que pillamos de forma inesperada. La próxima vez tengo que apretar más las tuercas.
Como no quedaba mucho para meta y me parecía un incordio bajarme, coger una llave Allen y ponerme a regularlo allí, seguí.
Cuando llegué a meta vi que se había bajado 2 dedos, 2 o 3 cm, y porque lo frenó una arandela que llevo para sujetar una luz que sino... Ya me parecía una bici de descenso jejeje
Pues nada, seguí rodando hasta meta y así se acabó la rutilla. Por mi cuenta salieron 77,9 km en 3h05'56" descontando el tiempo que estuvimos parados en la cima del Aloia. Velocidad media 25,18 km/h, V máx: 60,8 km/h, pulso medio 145 y máximo 178.
Luego duchita, pinchos y para otra.
Parte positiva: acabé la marcha con muy poco entreno en bici, subí bien un puerto de 1ª
Parte negativa: acabé demasiado cansado para ser sólo 78 km (a lo mejor influyó en algo los 16 Km de carrera que me metí el sábado), si hubiera que subir otro puerto no podría hacerlo .

Y pensando en la posibilidad de Sanabria... ¿ahora sería capaz de correr 20 km?

ufff, lo que me queda...
Tenía pensado apuntarme a una marcha de 115 km dentro de 2 semanas pero visto el resultado de hoy lo pensaré mejor.



P.D. La organización de la carrera do Tangaraño me envió una foto chulísima (todo un detalle). Para no mezclar todo la he puesto en su post correspondiente aquí.

P.D.2: no soy muy futbolero pero hoy no he podido dejar de estar pegado a la TV... ¡La selección española campeona de Europa! y con todo merecimiento además. Partidazo.