Un año más me fui hasta la capital gallega para participar en esta carrera popular. Esta fue una edición un tanto diferente para mi ya que tuve que partir con otra filosofía.
Al principio de semana me las prometía muy feliz sobre todo por lo bien recuperado que me sentía de la carera de Parada de Sil, salvo las lógicas agujetas del lunes y martes, el miércoles ya entrené muy bien.
Pero claro no contaba yo que por estas fechas me suele visitar un invitado poco grato: el resfriado. Suelo tener 2 al año así marcados, uno en Octubre y otro en Febrero. Normalmente el de Octubre es más leve y no suele tenerme parado mucho tiempo pero este año me dio con algo más de intensidad. Miércoles por la tarde, jueves y viernes con fiebre y pasando muy malas noches, dolor de garganta, mocos y esas cosas que todos conocemos. A todo esto sin poder entrenar por supuesto, con fiebre es jugártela, aunque si asistí a base de ibuprofeno a unas jornadas de medio ambiente en las que estaba inscrito.
Bueno pues con esto llegó el sábado, y con él la duda, ¿voy a Santiago o no? Ya sin fiebre y bastante recuperado, aunque con algo de tos...
Vale pues voy, aunque en estas condiciones mejor asumo que probablemente no pueda hacerlo bien.
Y un poco así fue...
Llego a Santiago y voy recoger mi dorsal al Obradoiro. El día de momento fresco pero precioso, la plaza y la fachada de la catedral lucían en todo su esplendor bajo la luz del sol (para que luego digan que en Santiago siempre llueve)
En la cola (bueno eran las 8:45, apenas había cola) me encuentro con Luis del Fluvial.
- No nos perdemos una
-¡Pues parece que no!
Recojo el dorsal y aprovecho para ver algo del casco histórico y hacer alguna foto. Me encanta Santiago.
9:45Hora ya de cambiarse y de empezar a calentar. Troto un poco y no me siento demasiado mal. Me encuentro con Jaime y le acompaño en el calentamiento. Me presenta a unos colegas y también nos encontramos con Mela Penas, la hermana de Lolo (8º hoy)
Llega ya la hora de salir y me meto en el medio de la marea humana. La espera se me hace por ratos algo larga, agg que olor a... ¡humanidad!
Se da la salida por fin y nos ponemos en marcha. Aquí hubo cosas que no me gustaron. En lo que se refiere a la organización me pareció bastante peligroso tener 2 ambulancias aparcadas en uno de los carriles, yo a punto estuve de chocar con una. Se supone que están para velar por nuestra salud , no para quitárnosla :-)
Pero lo peor no fue culpa de la organización sino por parte de algunos corredores. Mira que llevo ya unas cuantas carreras en mi vida pero los empujones y codazos de hoy en ninguna, cada vez vamos a peor. Pero vamos a ver, si aún quedaban 12 km por delante, ¿es necesario esto? si parecían las rebajas... vergüenza me daba.
En las pruebas multitudinarias que existan roces es inevitable pero de verdad que algunos de los de hoy me parecieron hechos de forma ruín. ¡Que diferencia con la camaradería de hace 7 días en Parada de Sil! Primero hay que ser deportista y luego ya se puede ser competidor, pero 1º deportista.
Volviendo ya a la carrera en sí, el primer km es todo de subida, entre eso y que apenas tienes espacios hace que el avance sea muy lento. De todas formas quedan kms y lo que ahorres aquí siempre lo puedes recuperar más adelante.
Luego del ascenso siempre viene un descenso... y luego otro ascenso ¡y luego otro descenso! el perfil es todo así, arriba abajo y muy pocos metros llanos. Divertido, algo rompepiernas pero para venir de una carrera de montaña esto no es nada jejeje
Desde el principio ya noté que no iba hoy (esperable), bien a nivel muscular pero algo cansado y sobre todo que no podía respirar bien. Limitado en este aspecto -si intentaba coger mucho aire me daba la tos o me dolían los pulmones- la competición en sentido estricto pasó a ser algo meramente anecdótico. Todo tiene su parte buena, muchas veces el ansia de un puesto o un resultado acaba empobreciendo la experiencia de competir. Porque para mí competir es mucho más, no me gusta reducirlo a una sóla dimensión. Competir es también llenar la retina con las imágenes de los lugares por donde pasas, sus colores, escuchar los sonidos, los jadeos, los ánimos... es también el diálogo íntimo que estableces con tu cuerpo, el conocerte a ti mismo a través de múltiples sensaciones...
Desde el 1º km tuve claro que esta iba ser mi peor Pedestre en términos de puesto y tiempo pero los kms que restaban hasta meta todavía podrían aportarme mucho.
Me fijé en pequeños detalles que otras veces paso por alto, ese público que anima, esa conversación fugaz... el ambiente de las calles. Decidí pasar por alto el reloj (no lo miré en todo el recorrido) y los puntos kilométricos, si bien me acordaba de otros años y sabía más o menos donde estaba y lo que me quedaba.
Así entretenido iba cubriendo la distancia...
A la altura del km 7 me encontré con Juan Carlos Ferro y fuimos un rato hablando. Él es muy buen corredor pero no se sentía recuperado de Parada de Sil y se lo tomaba con calma. Siempre admiro a la gente que hace esto, otra gente cuando no puede ganar o hacer una actuación destacada no participa, pero yo creo que quien ama el atletismo en el fondo le da igual (opiniones habrá para todos los gustos, no tenéis porque estar de acuerdo conmigo).
Seguimos avanzando y llegamos ya al tramo estrella de esta carrera, la mítica cuesta de Vite.
En realidad creo que no es tan dura como la pintan (vale , si, lo dice un pollo de 60 kg. jejeje), mas bien se hace más o menos dura en función del ritmo que le impongas. Para mi merece la pena no forzar en la cuesta y luego apretar en los siguientes kms de bajada.
Este año no tuvo mucha historia porque como ya os dije no podía forzar demasiado la respiración y la tuve que subir muy despacito.
Este año como no tenía mucha prisa por llegar a meta lo disfruté más y me gustó más. Pese a todo, siempre hay algún pero, y de veras que con alguna gente flipé; ya no recortaban una acera, sino que tomaban auténticos atajos pasando entre el medio del público y entre terrazas de cafetería. De veras, ¡sin comentarios!
Bueno allá ellos.
Para mí últimos metros ya; a disfrutar de una de las metas más bonitas a las que he podido llegar. El marco impresionante.
La cruzo, el crono de meta marca 53:29, puesto 1078º (guau nunca tuve un nº tan alto jeje). Son 4' más que el año pasado pero bueno ya digo que es algo anecdótico. Me hubiera gustado saber como ando ahora en asfalto después de tanta montaña pero esta carrera de test no me ha valido.
Un poco de follón luego para coger las cosas, medallita y demás, la camiseta talla única L. Dicen que a los que llegaron después les dieron M, si lo supiera la hubiera cambiado con alguien porque esta la verdad es que me sobra camiseta (¿o será que falta hombre para llenarla? :-P)
Y nada, eso es todo.
Como nota gastronómica deciros que me compré una tarta de almendra de esas de Santiago, no me resito a venir aquí y no comprarla jejeje
Y pese a todo marcho contento, correr siempre es un privilegio. A ver si me acabo de recuperar y puedo volver a darle caña :-D
¡Hasta la próxima!
Clasificaciones (completas aquí)Masculina1º David Kilel (KEN) 34:47
2º Jacob Yator (KEN) 34:49
3º Laban Korir (KEN) 34:49
Femenina1ª Gladys Cherono (KEN) 39:15
2ª Leah Jerotich (KEN) 39:34
3ª Mihret Tadesse (ETH) 40:26